Simoneta Gómez Acebo rehace su vida
La hija de la infanta Pilar nunca ha sido de dar explicaciones y mucho menos de hablar de temas relacionados con su vida privada. Tan sólo se
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La hija de la infanta Pilar nunca ha sido de dar explicaciones y mucho menos de hablar de temas relacionados con su vida privada. Tan sólo se explayaba cuando trataba con la prensa asuntos relacionados con su área profesional en Cartier. Entró a trabajar en la firma francesa cuando era una veinteañera sin apenas experiencia. Los años y el aprendizaje diario han hecho de ella una figura clave en el organigrama de la empresa.
El otro día la premisa del silencio impuesto en todo lo que atañe a su intimidad lo rompió por una buena causa. El motivo, recaudar fondos para una ONG -'Ayúdales a vivir', que tiene su centro de actividad en Perú- a través de la subasta solidaria que organiza Roberto Medina, presidente de Rock in Río.
Acompañada de su hermano y de Fonsi Nieto, que cedió un casco diseñado por él, Simoneta ejerció de maestra de ceremonia de una puja que comenzará en febrero en Ebay y que tendrá como atractivo unas guitarras donde grandes estrellas de la música nacionales e internacionales -Sting, Steward Copeland, Alejandro Sanz, Manolo García, El Canto del Loco...- han estampado su firma.
Una vez resuelto el tema solidario dejó a los presentes un tanto descolocados. Al preguntarle qué le parecía que su ex marido José Miguel Fernández Sastrón tuviera novia se echó a reir. Simpática y con un punto de cachondeo, respondió: “A lo mejor la que ha rehecho su vida soy yo y lo que no quiero es contárosla”.
Como otras muchas mujeres en su misma situación, a la sobrina real tampoco le hace falta ni muchacho nuevo ni perrito que le ladre para sentirse bien. En estos momentos está en pleno proceso de divorcio sin mayores problemas, ya que se trata de un mutuo acuerdo. Mantiene una buena relación con Sastrón, que a su vez está libre como los taxis. Salir y entrar de casa de Ruth Gabriel o frecuentar los locales de moda con su grupo de amigos entra dentro de la normalidad de un varón en edad de merecer. Exactamente igual que si lo hiciera (que lo hace) Simoneta. Quedarse para vestir santos no entra dentro de las prioridades de su ideario de vida.
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