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Bono y Camps se van juntos de boda a Salamanca
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Bono y Camps se van juntos de boda a Salamanca

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, no confiaba en que la selección española se alzara con el triunfo en el Mundial. Ni tan siquiera trató

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Bono y Camps se van juntos de boda a Salamanca

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, no confiaba en que la selección española se alzara con el triunfo en el Mundial. Ni tan siquiera trató de que sus asesores se pusieran en contacto con el pulpo Paul, meses antes de fijar la fecha de la boda de su hija Inmaculada con David  Mesonero, en Ciudad Rodrigo (Salamanca). No hay que olvidar que en la Eurocopa el cefalópodo ya ajustaba con bastante rotundidad sus pronósticos.

El caso es que varios de los invitados que tenían previsto compartir ese día tan importante en la vida de la hija del amigo prefirieron viajar a Sudáfrica en vez de trasladarse a la catedral de Santa María, una joya románico/gótica. Este fue el lugar elegido por los novios para la liturgia religiosa, a la que acudieron menos invitados de los previstos, que después se trasladaron hasta la finca familiar donde la fiesta duró hasta la madrugada.

Muchos de los amigos esperaban la asistencia de algún miembro de la casa real, ya que los previos a la convocatoria social fueron parecidos a los que utilizaron famosos tipo Fonsi Nieto o Esther Cañadas en sus respectivos matrimonios, para preservar las exclusivas millonarias. No fue el motivo de Sánchez Galán, aunque muchos convocados no entendían por qué se les había solicitado el nombre, los dos apellidos y el DNI para una celebración íntima, a no ser que efectivamente acudiera don Juan Carlos.

Según ha podido saber Vanitatis, el presidente de Iberdrola y el Jefe del Estado mantienen amistades y aficiones comunes como la caza. La otra explicación para las fortísimas medidas de seguridad en la celebración campera, que casi igualaba a invitados con escoltas, tendría que ver con el perfil del resto de invitados. A veces ciertos empresarios miden su poder por el número de guardaespaldas y coches blindados que acompañan sus recorridos. En cambio, hace años, los egos masculinos se medían por la juventud y espectacularidad de las segundas (terceras…) esposas. Esa moda ha desaparecido, porque los mayores ya no quieren cambios afectivos en sus vidas y los jóvenes se mueven en otra onda.

No hubo en la boda ningún miembro de la Primera Familia, ya que los príncipes y la reina cumplían con su papel institucional apoyando al equipo de España y no era cuestión de que el monarca se dejará ver en una reunión de carácter privado. En cambio, no fallaron al “amigo Galán”, el presidente del Congreso, José Bono,  que asistió junto a su mujer, Ana Rodríguez (como siempre espectacular). Tampoco faltó su antecesor en el trono de las Cortes, Manuel Marín. Ni Iñaki Azcuna -alcalde de Bilbao-, Francisco Camps, Gerardo Díaz Ferrán -presidente de la CEOE-, José Luis Olivas -presidente de Bancaja- o Jorge Calvet -presidente de Gamesa-.

También acudieron el ex ministro del Interior, Ángel Acebes, y Josu Jon Imaz, actual presidente de Pretonor. Casualidades del destino, los otrora enemigos irreconciliables, cuando uno era ministro del interior y otro presidente del PNV, brindaron en Ciudad Rodrigo por la felicidad de Inmaculada y David. Al día siguiente, los recién casados  se fueron de viaje de novios, mientras el padre disfrutaba con los amigos del partido de fútbol cósmico.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, no confiaba en que la selección española se alzara con el triunfo en el Mundial. Ni tan siquiera trató de que sus asesores se pusieran en contacto con el pulpo Paul, meses antes de fijar la fecha de la boda de su hija Inmaculada con David  Mesonero, en Ciudad Rodrigo (Salamanca). No hay que olvidar que en la Eurocopa el cefalópodo ya ajustaba con bastante rotundidad sus pronósticos.