Patricia Rato arropa a su hija Alejandra

No ha sido un año fácil para ninguno de los miembros de la familia Ruiz/Rato. El divorcio contencioso se convirtió en un asunto público con el consiguiente drama para todos ellos. Después de casi veinte años de matrimonio, Patricia Rato tuvo que hacer frente a una situación afectiva complicada y, sobre todo, arropar a su hija mayor Alejandra que, desde el primer momento, decidió apoyar a su madre.

La sentencia de divorcio dictada el mes pasado apaciguó los ánimos y poco a poco las aguas han vuelto a su cauce. Alejandra cumplió 19 años y Patricia viajó hasta Madrid para celebrar el aniversario con ella. El fin de semana, la primogénita volverá a apagar las velas con sus hermanos pequeños, que viven y estudian en Sevilla.

La madre se divide entre los dos mundos de sus hijos. En septiembre, Alejandra se instaló en el piso madrileño de la calle Justiniano, muy cerca del domicilio de sus abuelos Ichi y Ramón Rato, que la arropan cuando no está su madre. Alejandra estudia primer curso de Icade y, según parece, es una chica responsable y muy estudiosa. Ahora está en plenos exámenes y, por eso, la madre ha preferido que suba toda la familia en vez de desplazarse ella a Sevilla.

Después del trauma que supuso su separación, Patricia Rato está empezando a levantar cabeza y estudia las ofertas de trabajo que la ofrecen.

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