Banderas, al borde del embargo por una deuda con un exjugador del Real Madrid

Corría el año 2010 cuando el actor Antonio Banderas, gran aficionado al motociclismo, decidió embarcarse en un nuevo proyecto empresarial que, a la postre, le daría más quebraderos de cabeza fuera de las pistas que victorias sobre el asfalto de los circuitos del Mundial. Apenas habían trascurrido 12 meses tras el nacimiento del Jack & Jones Team by Antonio Banderas cuando griparon los motores de sus máquinas para Moto2. Cuatro años después de aquella aventura efímera en el mundo de la velocidad, aún se discuten en los boxes de los tribunales de Barcelona las derivadas de la sonata y fuga del equipo al que el intérprete prestó su imagen.

Las cosas se han puesto feas para Banderas. El pasado 16 de enero, el secretario del Juzgado de Primera Instancia número 5 de Mollet del Vallès notificaba la ejecución provisional de una sentencia en su contra. Le solicitan el pago de una deuda de 55.453,98 euros contraída con una de las personas que trabajó para su extinto equipo de motociclismo, José Miguel Antúnez. En dicho decreto, al que ha tenido acceso Vanitatis, se emplaza al actor a presentar, en el plazo de diez días, una lista de sus bienes (excepto depósitos bancarios) que cubran esa cantidad principal, más otros 16.600 euros para asegurar el pago de los intereses que puedan devengarse durante la ejecución. La opción última ante el impago sería el embargo.

Los hechos probados

Pero empecemos por el principio. En fecha 2 de diciembre de 2011, José Miguel Antúnez Melero presenta demanda de juicio ordinario contra José Antonio Domínguez Bandera y Daniel Devahive Coromina en reclamación de 83.750 euros más intereses y costas. Los tres son viejos conocidos para el gran o el pequeño público. El demandante, Antúnez, fue base en el Real Madrid de baloncesto durante siete temporadas (1991/92-1997/98). El primero de los demandados, a pesar de estar bautizado como aparece en el texto judicial, es conocido, a uno y otro lado del Atlántico, como Antonio Banderas. Y el segundo, Devahive, es un hombre muy popular en el mundo del motor, donde ha desarrollado gran parte de su carrera como empresario.

Tal y como se recoge en la narración de los hechos probados que realiza la titular del Juzgado de Primera Instancia número 5 de Mollet del Vallès a lo largo de la sentencia sobre dicho proceso, notificada a las partes el 3 de marzo del año pasado y a la que también ha tenido acceso este medio, Antúnez medió entre los dos demandados para que firmaran un acuerdo que derivaría finalmente en la creación del equipo Jack & Jones by Antonio Banderas, que participó en la temporada 2010 del Mundial de Motociclismo en la categoría de Moto2. Ambos demandados suscribieron posteriormente “un contrato de intenciones con el Sr. Antúnez Melero por el que acordaban una retribución para éste de 20.000 euros por los servicios de mediación ya prestados (…) y un 15% de las cantidades a determinar derivadas por la captación de patrocinadores del equipo”, tal y como se recoge en la citada sentencia.

La juez también da por probado, tras la declaración de varios testigos que participaron en las negociaciones, que Antúnez acabó suscribiendo un acuerdo comercial con Compac (marca titular de la mercantil Siciliana SL, dedicada a la fabricación de superficies decorativas) para el patrocinio del equipo, por una contraprestación de 425.000 euros al año, de lo que se deriva para el exbase del Real Madrid unos honorarios pactados por dicha intermediación de 63.750 euros (el 15%), que sumados a los 20.000 derivados de su participación inicial en el proyecto arrojarían finalmente una cantidad total de 83.750 €; cantidad que la juez condena pagar a los demandados “conjunta y solidariamente” en la redacción del fallo de la sentencia.

Antúnez: “Sólo quiero que me pague lo que me debe”

Nada hacía presagiar el 5 de abril del año 2010, durante la presentación del equipo precisamente en el teatro Compac de Gran Vía, que un año después habría desaparecido. Daniel Devahive se personó en el acto como team manager; Antonio Banderas, como socio dispuesto a prestar su imagen; Joan Olivé y Kenny Noyes, que acabarían la competición relegados a modestas posiciones en la clasificación general, eran los dos pilotos a los mandos de las motos. Pero al finalizar la temporada, Olivé anunció su fichaje por el Mapfre Aspar Team y la firma de ropa Jack & Jones informó que, por cuestiones económicas, dejaría de dar nombre al equipo. Fue entonces cuando se anunció su disolución precipitada. Y de aquellos polvos, estos lodos.

Tras la sentencia de marzo del año pasado, Devahive consiguió llegar a un acuerdo extrajudicial con Antúnez: pagó 35.000 euros del montante total adeudado. Sin embargo, el abogado de Banderas decidió apelar en el plazo de 20 días que le había otorgado la justicia, derivando la causa a la Audiencia Provincial. Al tratarse de una sentencia civil en primera instancia, el abogado del demandante, con el que se ha puesto en contacto Vanitatis, solicitó su ejecución provisional, es decir, el pago de la deuda mientras se resolvía el recurso, algo que se le concedió, como se advirtió anteriormente, en un decreto firmado el pasado 16 de enero en el que se insta a Banderas a notificar una relación de bienes que cubra la cantidad de 55.453,98 euros. Al ser la condena “conjunta y solidaria”, esa cantidad es el resultado de restarle a los 83.750 € adeudados por ambos demandados los 35.000 ya abonados por una de las partes y sumarle los intereses devengados hasta la fecha (5.203,98 euros).

Vanitatis se ha puesto en contacto también con José Miguel Antúnez, que prefiere no hacer declaraciones al respecto. “He intentado llegar a un acuerdo por todos los medios antes de ir a juicio. Ahora sólo quiero que me paguen lo que me deben”, se ha limitado a decir. Por su parte, el letrado de Antonio Banderas, Francisco Fortes, asegura en conversación con este diario que la defensa del actor se basa y se seguirá basando en que jamás participó activamente en el proyecto y que se limitó a firmar un “acuerdo de intenciones que nunca se hizo efectivo”. “Ya hemos presentado un listado de bienes y esperaremos a que se resuelva el recurso de apelación”, responde cuando se le pregunta si teme el embargo. Se desconoce hasta qué punto Antonio Banderas, que reside en EEUU, tiene información sobre lo que está ocurriendo con este proceso, ya que efectivamente apenas participó de las acciones del equipo de motociclismo y que, incluso, firmó el acuerdo con Antúnez y Davahive otorgándole un poder a su hermano Francisco Javier, tal y como figura también en la sentencia.

Demanda contra Compac

Este proceso no es el único quebradero de cabeza que le ha provocado a Antonio Banderas su breve andadura en el mundo de la velocidad. El actor se vio obligado a demandar a Compac, uno de los patrocinadores, por seguir utilizando su imagen una vez se había disuelto el equipo de motos. El acuerdo firmado con la marca, en el que participó Antúnez, era inicialmente de dos años. Sin embargo, el Juzgado de Primera Instancia número 25 de Valencia consideró que la relación comercial había quedado revocada con la disolución del equipo y condenó a la marca a pagar un total de 64.900 euros por seguir utilizando la imagen del actor posteriormente.