La visita aplazada de Mercedes Peñas, politóloga madrileña y primera dama costarricense

Iba a ser una de las visitas del año. Los Reyes de España iban a recibir esta semana, por primera vez como monarcas, al presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, y a su esposa, Mercedes Peñas Domingo. Sin embargo, según ha podido saber Vanitatis, la visita ha sido cancelada por la emergencia nacional que está causando el volcán Turrialba.

La esposa del mandatario no es, precisamente, ajena a nuestro país, ya que es madrileña, cursó sus estudios de politología en la Universidad Complutense de la capital y es toda una amante del “cocidito madrileño”, como ella misma se encarga de llamarlo cada vez que la entrevistan y le preguntan por sus orígenes. Su futura visita a España, ahora mismo en el aire, pondrá en el punto de mira a esta atípica primera dama, que es como la califican en el país latinoamericano.

Compañera inseparable de Solís desde mucho antes que este se convirtiese en presidente, al amor por España que parece manifestar siempre que menciona el ‘cocidito’, se une la “olla de carne que prepara Luis”. Aunque viaja siempre que puede (una vez al año como mínimo para ver a su familia) a Madrid, Mercedes es todavía un personaje por descubrir en nuestro país. Se fue de Españaen 1991 para cursar una especialización en Costa Rica. El hoy presidente era uno de los profesores que le enseñaban en aquella universidad, la de la Paz, en la que estudiaba relaciones internacionales.

Ella misma reconocía en un viaje a nuestro país el pasado mayo, cuando tanto ella como Solís fueron recibidos por el entonces príncipe Felipe, que su marido “duerme con España” todas las noches. Su padre era un taxista que vivía con su familia en el barrio de Hortaleza, pero su currículum excedía las habilidades necesarias para esa profesión. Sin embargo, rechazó ser diputado en los 80. Ahora es el progenitor orgulloso de una hija que tiene en las labores sociales uno de sus fuertes y que reconoce que no quiere “sustituir en ellas a las propias del presidente”. Lo quiera o no, está involucrada en la arena política.

Graduada y alumna enamorada

Graduada como especialista en Cooperación para el desarrollo en la UPaz, no fueron los estudios sino la recomendación de varias amigas la que le hizo quedarse en Puerto Rico definitivamente. La relación profesor alumna no empezó hasta tiempo después, tras meses y meses de conversaciones y complicidad. En 2005 tanto ella como Solís se mudaban para compartir un mismo domicilio. Eran por entonces una pareja consolidada que aún no sabía lo que se les venía encima.

A Mercedes el amor le hizo vencer habituales prejuicios que afectan a muchas de las que se enfrentan a este tipo de segundas oportunidades con un hombre más mayor. A saber, él ya tenía cinco hijos de un matrimonio anterior. Un equipaje que a ella jamás le pareció pesado. Con ella, pese a no haberse casado (también en eso son una pareja atípica), el presidente ha tenido una hija llamada Inés que se ha convertido en el pegamento esencial de su relación, tanto que hasta intentan llevarla a los viajes oficiales de ambos por el mundo.

A sus 46 años, Doña Mercedes, como se la llama en Costa Rica, ayuda a su marido en los temas municipales en los que es toda una experta. Sin embargo, nunca resta méritos a su cónyuge. Dicen los que la conocen que tiene muy claro que jamás debe robarle protagonismo. Sin embargo, si hay otra cosa que Mercedes tiene claro y que volverá a demostrar cuando pueda visitar España y ningún volcán se lo impidaes que ni mil años en Costa Rica cambiarán lo que es: una ‘gata’ de pura cepa.