Juana Acosta, de 'segundona' televisiva a pisar la moqueta del Palacio Real

“Estoy invitada”. Juana Acosta llega a pie a la Plaza de la Armería del Palacio Real y explica, a quien la requiere, el porqué de su presencia en la cena de gala de los Reyes de España con el presidente de Colombia y su mujer. Ella saluda, sonríe e inmediatamente cruza el arco de seguridad por el que minutos antes habían desfilado periodistas y reporteros gráficos. Sin embargo, para muchos la escena resulta pintoresca. Una bella mujer ataviada con un elegante vestido de Oscar de la Renta y bolso de mano enseguida destaca entre los que acuden a esa cena para trabajar.

“¡Qué guapa! ¡Está espectacular!” Los piropos, aunque entre susurros, no se hacen esperar. Sin pretenderlo, la actriz adquiere un protagonismo más digno de una primera dama o de la propia Reina Letizia.

“Simplemente era una invitada más a la cena que presidían los Reyes y Juan Manuel Santos, el presidente de su país (Colombia)”, dicen a Vanitatis desde su entorno.

Pero ¿cómo ha llegado Juana Acosta a atravesar este momento tan dulce que la ha llevado incluso a cenar en el Palacio Real?

Pareja desde hace once años de Ernesto Alterio, empezó a hacerse conocida en España por su relación amorosa con el actor argentino, más allá de los papeles que interpretaba en algunas series de nuestro país. La mayoría haciendo de colombiana, unos papeles que, tal y como ella ha declarado, eran casi siempre de prostitutas o drogadictas.

Cansada de ese rol, Juana decidió perder su acento de Cali para hablar en un perfecto castellano que le abriese las puertas de nuevos retos interpretativos y voilà. Aprovechando su parón profesional por el embarazo de su hija Lola, que ahora tiene ocho años, la colombiana acudió a un logopeda y dijo adiós a ese acento latino tan marcado. Gracias a ello empezó a ampliar sus fronteras en el mundo del cine y poco a poco se fue haciendo un rostro conocido en algunas series españolas.

Duelo de estilo con Paula Echevarría

Sin embargo, aquello era hace casi una década y ahora Juana Acosta ya es un personaje por sí mismo y no le hace falta ir del brazo de Ernesto Alterio para que la reconozcan. Personaje fijo de photocall, la colombiana es cada año una de las mejores vestidas en los Goya y su estilismo nada tiene que envidiar al que lucen otras conocidas it girls. Si en la ficción rivalizaba con Paula Echevarría por el amor de Miguel Ángel Silvestre, su duelo también se lleva a la alfombra roja muy a su pesar. “No me gusta hacerle sombra a nadie. Además, a Paula es imposible hacerle sombra”, decía Acosta a Vanitatis cuando debutó en Velvet allá por el mes de noviembre.

Juanita, como la llaman cariñosamente en su país natal, contó entonces a este medio que entrena tres días por semana y “realiza 100 abdominales en cada entrenamiento”. Unas prácticas que la han llevado a tener a sus 38 años una figura espectacular.

A esa figura se referían precisamente los que quedaron boquiabiertos con su belleza en la cena de gala del Palacio Real. Y los que suspiraron al verla desnuda en algunas escenas de Velvet, o los que se quedaron prendados por su elegancia en la alfombra roja de los Goya…