S'Agaró, el pequeño enclave de la Costa Brava en el que veranean los famosos
Joan Laporta, Xavi Hernández o el cocinero Carlos Torres son algunos de los rostros conocidos enamorados de este pueblicito
Ni Marbella ni Ibiza. La burguesía catalana prefiere S'Agaró para sus vacaciones. Este pequeño enclave de la Costa Brava se convirtió, desde mediados del siglo XX, en el refugio favorito de industriales, aristócratas, políticos y famosos. A escasos minutos del centro de Platja d'Aro y de Sant Feliu de Guíxols, donde reside Tita Cervera, es un lugar idóneo en el que descansar y disfrutar de las magníficas calas que hay en su famoso 'camí de ronda'.
De Ava Gardner a Joan Laporta
S'Agaró adquirió fama internacional cuando la actriz Ava Gardner se hospedó La Gavina, el único hotel cinco estrellas superior que hay en Cataluña, junto a Frank Sinatra. Ellos fueron los primeros vips internacionales que se enamoraron de la localidad. Años después les seguirían otros grandes del cine como Sean Connery y su mujer o John Wayne. La popularidad de la zona creció como la espuma y grandes nombres del momento empezaron a frecuentarla. Ese fue el caso de Dalí, que finalmente se instalaría en Figueres, o Luis Miguel Dominguín, que pasó muchas noches en la terraza de La Gavina, su hotel preferido en la zona.
El privilegiado Camí de Ronda
Comprar o alquila una casa en S'Agaró puede resultar imposible para la mayoría de las familias. Las mansiones construidas a lo largo del 'camí de ronda' están levantadas en impresionantes parcelas que superan con creces el millón de euros. Es por ello que no todos los bolsillos pueden permitirse mantener una segunda residencia en la zona.
En general, quien quiere comprar una vivienda allí debe desembolsar más de dos millones de euros. Por esta cantidad podrá disfrutar de una urbanización privada, con seguridad las 24 horas del día, una tranquilidad excepcional en todo el recinto y una privacidad que no podría conseguir en otro tipo de destinos.
Ni Marbella ni Ibiza. La burguesía catalana prefiere S'Agaró para sus vacaciones. Este pequeño enclave de la Costa Brava se convirtió, desde mediados del siglo XX, en el refugio favorito de industriales, aristócratas, políticos y famosos. A escasos minutos del centro de Platja d'Aro y de Sant Feliu de Guíxols, donde reside Tita Cervera, es un lugar idóneo en el que descansar y disfrutar de las magníficas calas que hay en su famoso 'camí de ronda'.