El Banco de Luxemburgo se querella contra Arantxa Sánchez Vicario y su marido
Les acusan de un delito de alzamiento de bienes. Ha sido admitida a trámite y ampliada contra Josep Santacana y varias empresas. La extenista declarará por videoconferencia
El Banco de Luxemburgo se ha querellado contra Arantxa Sánchez Vicario por un presunto delito de alzamiento de bienes. La querella fue admitida a trámite en el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona y ampliada hace unos meses contra Josep Santacana, marido de la tenista, y contra varias empresas, tal y como ha podido confirmar Vanitatis.
“Lo tiene difícil”, comentan fuentes cercanas al caso. “Si un banco de esta entidad te demanda, tienes que tenerlo todo muy bien preparado porque suelen ir a por todas y tienen recursos muy potentes para seguir hasta el final”, añaden. La tenista, afincada en Miami con su marido y sus hijos, deberá declarar por videoconferencia, lo que está retrasando el proceso judicial más de lo esperado.
El caso se remonta a los años más turbulentos en la vida de Sánchez Vicario. Ya retirada del deporte, la excampeona se enfrentó a sus padres y parte de sus hermanos por cuestiones económicas. En 2012 publicó un libro 'Arantxa, ¡vamos!' (La Esfera) en el que culpaba a sus padres de haberse aprovechado de ella y llevarla a la ruina.
Contra todos
Por este motivo, se querelló contra sus padres y los que habían sido sus gestores. Ante el juez, la extenista declaró: “Estoy en la ruina. Mi padre me explicaba que estuviera tranquila, que lo que había ganado me daba para vivir a mí, a mis hijos y dos generaciones más”.
Pero, según dijo en la vista, vivía con 1.500 euros al mes que sus padres le daban y que no fue hasta 2008, cuando se casó, que supo lo que había ingresado a lo largo de su carrera. Y lo supo, insistió, porque Hacienda la requirió por haber declarado que vivía en Andorra, lo que la dejó “anulada”. Por este motivo, su salud psíquica se vio tocada y necesitó tratamiento “psicológico y psiquiátrico”.
Declaró que vivía en Andorra
Durante ese tiempo, Arantxa había acumulado una deuda de 5,2 millones de euros con Hacienda por el impago de impuestos durante los años 1989 y 1993. Había declarado su residencia en Andorra y un juzgado decidió que no era cierto, por lo que debía abonar los impuestos impagados. Para hacer frente a esa deuda con Hacienda, pidió un aval al Banco Sadadell, un aval que fue contraavalado por un dinero que tenía depositado en el Banco de Luxemburgo.
La querella que Arantxa presentó contra sus padres no fue admitida a trámite en un primer momento, aunque la Audiencia de Barcelona la reabrió tras investigar los hechos. Pero el padre, Emilio Sánchez, era inimputable por padecer alzhéimer. Arantxa perdió el juicio (también el proceso que inició en Andorra por los mismos motivos) y, finalmente, padres e hija llegaron a un acuerdo extrajudicial por el que la tenista les permitía disfrutar de su casa hasta la muerte de uno de ellos.
Un funeral de película (mala)
El padre falleció en febrero de 2016 y en su funeral se vivieron escenas propias de película mala de sobremesa. Hubo insultos, casi agresiones y hasta un desmayo, el de su madre, que tuvo que ser atendida por una ambulancia. Marisa Vicario tiene un año y medio para buscarse otra casa porque su hija, según el acuerdo al que llegaron, la desalojará vencida la fecha.
Las turbulencias familiares han empañado todas las relaciones y madre e hija han roto por completo. Hace poco Marisa admitía que no ve a su hija desde el funeral de su marido y que no sabe nada de ella. La voluntad de Arantxa, mientras tanto, es permanecer lo más alejada posible de los suyos, por lo que no tiene intención siquiera de presentarse en los juzgados para defenderse en la querella del Banco de Luxemburgo.
Enorme patrimonio inmobiliario
La cuestión es que durante el tiempo que duró el enfrentamiento con sus padres decidió abandonar su residencia española (vivía en Esplugues de Llobregat, casi delante de la casa de Shakira y Piqué). Y vendió sus propiedades o, al menos, así considera el Banco de Luxemburgo, que la acusa de deshacerse de sus inmuebles y no saldar la deuda que contrajo con ellos hace años.
El patrimonio inmobiliario que contabilizó Vanitatis hace un tiempo era enorme: un ático en Sant Cugat, un adosado en Andorra, dos apartamentos en Port Ginesta, dos apartamentos y un solar en S’Agaró, un apartamento y plazas de aparcamiento en Sant Just Desvern, tres locales comerciales en Premià de Mar, una casa en Puigcerdà, un chalé con terreno en Formentera, el piso de avenida Diagonal donde sigue viviendo su madre y una soberbia mansión de tres plantas y 750 metros cuadrados en Ciudad Diagonal. Un patrimonio que ya no consta a su nombre y que ha desaparecido de sus cuentas.
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El Banco de Luxemburgo se ha querellado contra Arantxa Sánchez Vicario por un presunto delito de alzamiento de bienes. La querella fue admitida a trámite en el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona y ampliada hace unos meses contra Josep Santacana, marido de la tenista, y contra varias empresas, tal y como ha podido confirmar Vanitatis.