Discreta, solidaria y madraza: así es Sandra Ortega, la mujer más rica de España
La primogénita de los Ortega ha vuelto a ocupar el primer puesto de las mujeres con mayor fortuna en nuestro país
Es la mujer más rica de España y la segunda de la lista de las mayores fortunas de nuestro país. Sandra Ortega ha pasado a ocupar el cuarto puesto de las personas con mayor fortuna de España que cada año elabora la revista 'Forbes'. Sin embargo, poca gente conoce cómo ha sido su vida ya que, al contrario que su hermana Marta, ella no aparece habitualmente en las crónicas de sociedad y, de hecho, estaba más unida a su madre, la fallecida Rosalía Mera, que a su padre.
La que fuese mujer de Amancio Ortega y una de las cabezas visibles de Inditex fallecía el 15 de agosto de 2013 de forma repentina. Cuatro años más tarde, su hija Sandra parece, a juzgar por la discreción y sigilo con los que lleva su patrimonio, ser la más clara heredera de sus formas. Su patrimonio ronda, según 'Forbes', los 7600 millones ¿El secreto de su éxito? Su reciente incorporación al mundo inmobiliario, en el que ha invertido de forma considerable en los últimos dos años a través de su compañía Rosp Corunna.
Ortega heredó de su madre un 5% de Inditex y otro tanto de PharmaMar (Zeltia), la otra compañía de su progenitora. La revalorización de las acciones de Inditex (un 59% desde ese agosto en el que murió Rosalía) han hecho que su patrimonio se dispare hasta los 7.600 millones de euros, cifra en la que está valorada su impresionante fortuna. Sin embargo, Sandra no ha heredado únicamente dinero y patrimonio de su madre. Su afecto por ella parece inmarchitable desde que era una niña. Cuando sus padres se separaron, teniendo ella apenas 16 años, siempre se mantuvo al lado de su progenitora.
"Sandra era una adolescente cuando los padres se separan y apuesta por la madre. Como en todos los divorcios hay daños colaterales. La relaciones con el padre siempre han sido tibias", aseguraba el autor de 'Rosalía Mera, el hilo suelto', Xabier R. Blanco. El autor también afirmaba a Vanitatis que "Sandra es de carácter fuerte como el de su madre, y sabe mandar e intenta pasar desapercibida a pesar de llevar el pelo rojo".
Una heredera discreta
Nacida en julio de 1969, Sandra Ortega nunca podría imaginar que la aparición de su nombre en varias de esas listas como la de 'Forbes' la convertiría en un personaje conocido. La primogénita de Amancio vive en una finca situada en Oleiros, una localidad de A Coruña. De vida bastante austera, aseguran que cada mañana sigue llevando a sus hijos al colegio en su viejo Renault, que acude puntual a su trabajo en la Fundación Paideia, dedicada al voluntariado europeo y que no hace grandes alardes de su dinero. Lo mismo se puede decir de Pablo Gómez, su marido, que trabaja en la sede principal de Inditex situada en Sabón.
Muy familiar, amante de los caballos y unida especialmente a su madre, Sandra siempre ha llevado una vida alejada del lujo y los excesos. Estudió en el colegio religioso Esclavas del Sagrado Corazón de A Coruña y fue a un instituto público, por expreso deseo de su madre. Tanto es así que incluso quiso apoyar el movimiento 15-M en una entrevista. Su prudencia lo acabó impidiendo.
Los rescoldos de su madre aún pesan en su vida. Contaba el biógrafo de Rosalía Mera que la relación entre Sandra y su mucho más popular hermana Marta es bastante fría y cordial. "Marta y Sandra no se tratan como hermanas. La pequeña no fue a la boda de la mayor y tampoco al entierro de Rosalía". Esa ausencia fue quizá un escollo entre hermanas que ha hecho que, con el tiempo, Sandra sea mucho más Mera que Ortega y que muchos la consideren, dado su hermetismo y discreción, la genuina heredera del imperio Inditex.
Es la mujer más rica de España y la segunda de la lista de las mayores fortunas de nuestro país. Sandra Ortega ha pasado a ocupar el cuarto puesto de las personas con mayor fortuna de España que cada año elabora la revista 'Forbes'. Sin embargo, poca gente conoce cómo ha sido su vida ya que, al contrario que su hermana Marta, ella no aparece habitualmente en las crónicas de sociedad y, de hecho, estaba más unida a su madre, la fallecida Rosalía Mera, que a su padre.