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La boda de Virginia en Málaga y su vestido de novia desmontable con capa y escote asimétrico
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La boda de Virginia en Málaga y su vestido de novia desmontable con capa y escote asimétrico

Rafael y Virginia celebraron una preciosa boda civil al aire libre en Málaga el pasado 6 de mayo que estuvo repleta de detalles personales y con un look nupcial muy romántico

Foto: Virginia, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)
Virginia, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)

La historia de amor de Virginia y Rafael está marcada por las casualidades. "Rafa y yo nos conocimos cuando no estábamos pasando un buen momento, los dos acabábamos de terminar con nuestras parejas de toda la vida, y con relaciones parecidas. Decidimos entrar en Tinder animados por amigos, estuvimos en la app solo unos cuantos días, pero bastaron para conocernos", así comienza el relato de Virginia, la novia protagonista del día.

Todo esto ocurrió mientras en el mundo se desataba una pandemia mundial. "La primera vez que nos vimos fue el 29 de diciembre de 2020, coincidiendo con el 30º cumpleaños de Rafa. Comenzamos como amigos, ayudándonos a pasar página, pero pronto nos dimos cuenta de que nos unía mucho más de lo que compartíamos con cualquier persona que conocíamos. Sentimos una conexión que nunca habíamos vivido. De repente todo encajaba, todo era fácil, era honesto y era de verdad".

placeholder El vestido de novia de Virginia. (Ópalo Photos)
El vestido de novia de Virginia. (Ópalo Photos)

Con esa fecha marcada en su noviazgo y una relación que creció a pesar del confinamiento, llegó la petición de mano. "En el aniversario de ese mágico día en el que nos conocimos por primera vez, Rafa me dio un regalo, en lugar de dárselo yo a él por su cumpleaños. Mientras paseábamos por el Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba, un anillo entró en escena. Cuando lo vi no me pudo parecer mejor momento ni mejor lugar, fue un instante muy emocionante y uno de los días más bonitos de mi vida", recuerda la novia.

Estaban hechos el uno para el otro y sí, una casualidad unió sus vidas para siempre. En lo personal y en lo profesional, "desde principios de 2022, Rafa y yo trabajamos juntos llevando, junto a mi padre, la empresa familiar, ubicada en Lucena y dedicada a la fabricación de cerramientos de terraza".

placeholder Virginia el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)
Virginia el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)

El compromiso era oficial y público. A Virginia y Rafa les tocaba organizar la boda de sus sueños y no lo hicieron solos. Asesorados por Mila, de Mila's Weddings, consiguieron dar vida y forma al gran día de sus vidas. "La boda era compleja de ejecutar porque había pensado muchísimos detalles, tanto decorativos como actividades para los invitados, y muchos proveedores. Me pareció imprescindible contar con la ayuda de una 'wedding planner'. Estuvo al pie del cañón durante el proceso", explica.

En esa planificación, la madre de Virginia también jugó un papel determinante. "Mi madre fue mi apoyo. Ella tiene un gusto exquisito y me asesoró con absolutamente todo, ¡ese día no hubiera sido igual sin ella!".

placeholder Virginia y su padre, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)
Virginia y su padre, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)

Virginia y Rafa fijaron su enlace el 6 de mayo de 2023. "Teníamos claro que queríamos una boda de día y en un mes donde no hiciera mucho calor. ¿El motivo? Queríamos aprovechar al máximo los espacios exteriores". Celebrada en dos actos: primero, una ceremonia civil en torno a un arco original del siglo XVII; y después, banquete y fiesta en un salón de estética mudéjar decorado con flores naturales. La Hacienda la Capilla en Mollina (Málaga) se convirtió en el epicentro del 'sí, quiero' de esta pareja.

"Para mí era muy importante que la boda hablase de nosotros, que reflejase nuestra historia y quiénes éramos. Elegimos un estilo decorativo inspirándonos en el Patio de los Naranjos de nuestra pedida. Por eso, en la decoración tuvieron mucho protagonismo los tonos naranjas y verdes. Incluso colocamos naranjas en varios puntos", cuenta la novia.

placeholder Virginia y Rafael, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)
Virginia y Rafael, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)

Con una preparación exprés en pocos meses -"reconozco que a pesar del poco tiempo que tuvimos, disfruté de la organización"-, llegó el enlace. "Me vestí y me arreglé en casa de mis padres. Desayuné con mi padre y estaba tranquila, hacía un día fantástico. Para esos momentos previos llevé un camisón y una bata bordada de María Lamadrid regalo de mi madre. Cuando estaba lista, mi familia y amigos ya estaban allí, y se emocionaron al verme, recuerdo a mis padres y se me pone la piel de gallina".

Para el peinado, Virginia recurrió a su peluquera de confianza. "Llevé un recogido bajo sencillo para no recargar más el look". En cambio, para el maquillaje, "conté con Julián de Mac. Quería un 'make up' sencillo y muy yo", cuenta Virginia.

placeholder Detalle de la boda en Málaga. (Ópalo Photos)
Detalle de la boda en Málaga. (Ópalo Photos)

Es el momento de hablar del traje nupcial de Virginia, un atuendo desmontable a cargo de Marcela Mansergas, una de las diseñadoras más solicitadas de Madrid. "Encontré a Marcela buscando inspiración. Me topé con el vestido de una novia que me enamoró por su escote y cuerpo drapeado. Empecé a conocer más su trabajo y me encantó, su estilo es único y original, crea escotes imposibles y sabe trabajar tejidos muy laboriosos con elegancia. Fuimos a conocerla y terminé de decidir que ella sería la que haría mi vestido a pesar de la distancia, captó mi idea y tuvimos una bonita conexión. Marcela Mansergas dio forma e hizo realidad todas las ideas que tenía en la cabeza", relata.

Con un batiburrillo de inspiraciones, Virginia llegó al taller de la diseñadora. "Había que unirlas todas para crear un vestido elegante que no fuese recargado. Quería los hombros al descubierto y un escote asimétrico. Manga larga y unos puños con personalidad. También era indispensable que el vestido fuera desmontable, para estar cómoda en el baile y en la fiesta. Además de aunar todas estas ideas, otras nuevas fueron surgiendo durante el proceso. Un vestido de novia que reflejaba totalmente mi estilo", explica.

placeholder Virginia, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)
Virginia, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)

Marcela Mansergas presentó varios bocetos a la novia en los que combinaba entre sí todos esos rasgos que Virginia imaginaba en el atuendo para su boda. "Con la premisa de que fuera desmontable, acabamos de decidir que la cola fuese parte de una capa de gasa cerrada al cuello, una pieza que dejaba intuir el escote con los hombros descubiertos. El efecto, al quitarla, dejaría todo el protagonismo al vestido y sorprendería con una imagen más femenina y atrevida. De esta forma, el look iría evolucionando, dando lugar a varios estilismos en un solo vestido, desde la ceremonia inicial hasta el baile, y siempre adaptándolo a cada momento".

En la manipulación de los materiales elegidos por la modista, encontraron algo de dificultad. "Recuerdo como punto de inflexión la complejidad de trabajar bien el cuerpo en tul drapeado haciendo nudos durante las pruebas. Marcela, su equipo, mi madre y yo fuimos introduciendo varios elementos que veíamos que funcionaban: la pedrería de la cintura, esos maravillosos puños de bambula y pedrería, el nido de abeja para el cuello de la capa, las borlas de parte de atrás la capa… En resumen, un trabajazo".

placeholder El vestido de novia de Virginia. (Ópalo Photos)
El vestido de novia de Virginia. (Ópalo Photos)

Conformado por dos prendas, la capa superior con el cuello subido, costura fruncida y silueta fluida, y el vestido base, un modelo con escote Bardot, manga larga semitransparente con puños de farol, bordados de pedrería en forma de flores y falda en línea 'A', en palabras de la novia, "el resultado me encantó: un vestido de novia cargado de detalles, muy cuidado y elaborado, pero dentro de la una línea sencilla y con personalidad".

Turno para analizar los accesorios con los que la novia aderezó el vestido desmontable de Mansergas. Sobre el recogido bajo, un velo de tul clásico, ligero y con movimiento, y salpicando el cabello, un casquete joya. "Le di un toque original al look con una capota sobre la cabeza, también de perlitas pequeñas y estrellas que me hizo para la ocasión Conchita de Bambary".

placeholder Virginia y Rafa, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)
Virginia y Rafa, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)

Unos pendientes largos acabados en perla de M de Paulet y unos zapatos de salón de Just-Ene en un tono dorado a juego con la pedrería plata y oro del resto del vestido culminaron el estilismo de novia de Virginia.

Mención especial para el ramo. "Puso el toque de color. Compuesto por rosas anaranjadas y salmón, rosas véndela, plumeritos y olivo, todo flor de temporada, fue elaborado por la Floristería El Galeón de Lucena. Los conocemos de hace tiempo e hicieron un trabajo extraordinario. La empuñadura, en terciopelo verde y naranja con la medalla que siempre llevaba mi abuela y que yo quería llevar en su honor", explica la novia.

placeholder El ramo de novia de Virginia para su boda en Málaga. (Ópalo Photos)
El ramo de novia de Virginia para su boda en Málaga. (Ópalo Photos)

Virginia ya estaba lista para encontrarse con Rafael y pronunciar ese 'sí, quiero' común para siempre. "De la ceremonia, oficiada por una amiga de la familia y concejala, Toñi, destaco dos instantes. Uno, llegar hasta el altar del brazo de mi padre, que estuvo recuperándose de un accidente muy grave, fue increíble. Y dos, contemplar a Rafa, que pretende dárselas de hombre de hielo delante de todos, emocionarse al verme y sentir cada palabra que nos dedicaron las personas que nos quieren, no tiene precio. Mi padre removió el corazón de todos los que estábamos allí con su discurso y es uno de los momentos de ese día que guardaré siempre conmigo.", rememora.

placeholder La boda de Virginia en Málaga. (Ópalo Photos)
La boda de Virginia en Málaga. (Ópalo Photos)

"La decoración fue espectacular, había mucha flor colocada con un gusto exquisito, una barra con bebidas frías para hacer más soportable el calor y un sofá blanco precioso donde nos sentamos nosotros pudiendo ver a todos. Otro detalle muy bonito de la ceremonia fue que hicimos el rito de la arena, pero a nuestra manera. Mi madre y mi suegro hicieron un bonito y divertido discurso donde explicaban que cada bote de arena de color representaba a nuestras familias, y la unión de todos los colores simbolizaba nuestra unión. Fue una forma muy bonita de crear esa unión", señala.

Hablando de la decoración de la ceremonia, Virginia nos revela cuál y cómo fue la temática que envolvió todo el enlace. "La casualidad que nos unió. Alrededor de esto creamos el seating plan que eran galletitas de la suerte con un mensaje personalizado para cada invitado y con la que además descubrirían su mesa. También varios puntos decorativos y un photocall que reflejaban esta idea e incluso una dinámica para que los invitados se animaran a disfrazarse y bailar como dioses del amor".

placeholder El vestido de novia de Virginia sin la capa. (Ópalo Photos)
El vestido de novia de Virginia sin la capa. (Ópalo Photos)

Aunque en realidad la novia admite que para los invitados el momento del postre fue el mejor. "El Catering Rabanal fue el encargado de la comida que gustó a todos destacando la calidad del producto. Les pedimos que en lugar de hacer el habitual postre en mesa preparasen un buffet en el patio de la hacienda para hacer la boda más dinámica y reducir el tiempo en mesa. Fue un exitazo, la mesa ya saciaba solo con mirarla y los invitados no pararon de decir la maravilla de catering que habíamos elegido", destaca.

Echando la mirada atrás y tras meses de matrimonio, Virgina señala que "no sé si es algo que nos pasa a todos, pero la boda superó mis expectativas. Habíamos organizado la celebración para que todos nuestros invitados disfrutaran y sintieran que habíamos pensado en cada uno de ellos, pero la realidad fue mucho mejor. Había un ambiente muy bonito, veía a la gente pasárselo bien y disfrutar el día con mucha ilusión"

placeholder Virginia y Rafa, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)
Virginia y Rafa, el día de su boda en Málaga. (Ópalo Photos)

Como recomendaciones para futuras novias, ella lo tiene claro: "El consejo más importante es que disfruten tanto del proceso como del día. Es un momento en la vida de mucha ilusión, no solo por el día en sí, sino por ese paso tan bonito que decidimos dar. También les diría que hagan la boda que le apetezca, que hable de ellos y que refleje quiénes y cómo son, creo que es lo que hace cada boda especial. Por eso creo que todo lo que se haga debe hacerse con un sentido y para disfrutarlo. Si vais con esa mentalidad y el día de la boda algo falla, no pasa nada, porque será un hecho insignificante dentro de todo el proceso que habéis ido viviendo. Las mejores bodas a las que he ido ha sido las de novios disfrutones, novios que trasmitían esa energía a todos sus invitados".

La historia de amor de Virginia y Rafael está marcada por las casualidades. "Rafa y yo nos conocimos cuando no estábamos pasando un buen momento, los dos acabábamos de terminar con nuestras parejas de toda la vida, y con relaciones parecidas. Decidimos entrar en Tinder animados por amigos, estuvimos en la app solo unos cuantos días, pero bastaron para conocernos", así comienza el relato de Virginia, la novia protagonista del día.

Vestido novia Bodas
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