La historia del vestido de boda de María: la novia que se casó en invierno con una capa de flecos y un lazo negro

Todavía quedan parejas de toda la vida. Novios que se conocieron durante la adolescencia y que terminan en boda. Esta es la historia de María y Pablo, los protagonistas del día. Aunque para protagonista, el look nupcial que esta abogada escogió para entonar el 'sí, quiero', el verdadero motivo por el que hemos seleccionado su enlace.

María tenía 16 años cuando su familia decidió trasladarse de Toledo a Madrid. "Comenzaba bachiller en un nuevo colegio y una nueva ciudad, y a una edad que puede resultar complicada a la hora de hacer nuevos amigos. Sin embargo, me recibieron con los brazos abiertos, el grupo de amigos que mantengo a día de hoy, y entre ellos estaba Pablo", cuenta la novia.

Un año después, Pablo y María pasaron de amigos a novios. "Más tarde llegó la universidad. Estuvimos cinco años a distancia por trabajo y vuelta a coincidir en Madrid", relata. Hasta que, 15 años después de comenzar su relación, Pablo le lanzó la gran pregunta. Un momento mágico que contó "con la participación de los Reyes Magos, ya que me pidió matrimonio al despertar la mañana del 6 de enero".

El ingeniero industrial y la experta en asesoría jurídica estaban comprometidos y dispuestos a celebrar su boda. "Estuvimos dudando entre esta fecha, el 23 de diciembre de 2023, o la primavera de 2024, y finalmente nos seducía la idea de una boda navideña, además permitió que familiares que viven en el extranjero pudieran acompañarnos aprovechando el típico viaje por estas fechas".

En invierno y en Toledo, así es como la pareja planeó su enlace. "Escogimos mi ciudad natal. Para la ceremonia religiosa, Santiago el Mayor, una iglesia del siglo XII, de estilo mozárabe. Después, la celebración tuvo lugar en el Cigarral de las Mercedes, una finca tradicional toledana con unas vistas increíbles del casco histórico a nuestros pies", detalla.

María y Pablo tenían un deseo: "Queríamos que fuera una boda íntima, con familiares directos y amigos cercanos, lo que nos permitió pasar más tiempo con ellos".

Con el día marcado en el calendario y los dos enclaves fijados, María podía dedicar todo su tiempo al vestido de novia. Como muchas mujeres, buceó por las redes sociales en busca de ideas: "Buscando inspiración en Instagram di con un traje que me encantó. Era sencillo, elegante, con bordados en color y lo firmaban los diseñadores de From Lista With Love".

La abogada se refiere a Macarena Gaviera y Javier Zumárraga, el dúo de creadores detrás de una de las firmas nupciales más solicitadas. Con el lema 'Arquitectura en movimiento', dan vida a unos diseños increíbles.

"Tras probarme varios vestidos y visitar distintos diseñadores, terminé por decantarte por ellos, por Macarena y Javier", confiesa.

Cuando los tres empezaron a trabajar juntos, María le contó lo que tenía en mente. "Quería un vestido de novia de invierno, sencillo pero a la vez especial, y que resultara cómodo de llevar, sin largas colas o grandes volúmenes. Consiguieron crear exactamente lo que buscaba".

María acudía al taller de From Lista With Love con las dos mujeres de su vida. "A cada prueba del vestido iba acompañada de mi madre y mi hermana, y desde el primer momento encajamos a la perfección con Macarena y Javier".

"Durante la primera visita comentamos cómo sería la boda y el tipo de vestido que tenía en mente. Macarena, Javier y mi madre aportaban las ideas y yo escogía aquellas con las que me sentía más cómoda. Desde los bocetos iniciales el diseño del vestido había quedado bastante claro, y aunque faltaba concretar la forma y tejido de la capa, habíamos decidido que sería corta".

Unas premisas que dieron como fruto un atuendo nupcial de dos prendas: un vestido base sencillo, depurado y minimalista, y encima, una capa corta decorada con un lazo negro y flecos por todo el corte.

Así lo cuenta la abogada: "Macarena y Javier diseñaron un traje recto en crepé, de costura impecable, con corte a la cintura y pinza hueca en la falda, sin cola y con abertura en la parte trasera. Para el diseño de la capa se barajaron varios largos y tejidos, todos ellos muy especiales. El diseño definitivo fue una capa corta repleta de flecos y cerrada en la espalda con un lazo negro".

Lo cierto es que la capa logró el efecto que María deseaba. "La capa daba el toque especial que buscaba, ligera, cómoda y poco habitual, tanto por el largo como por el tejido".

Una novia con capa para una boda de invierno, era fácil de presagiar que, con su outfit, María llamaría la atención en las redes sociales y ahora será ya la que sirva de inspiración para otras.

La marca de calzado española que llevan todas las novias para caminar hacia al altar también fue la elegida por María: "Los zapatos los elegí rápidamente. Tenía en mente varios diseños de Flordeasoka. Me probé uno de los modelos que más me gustaban, con talón al aire, tacón ancho de 6 cm y terciopelo azul grisáceo, y cambié de idea con el color al instante, me quedé con los zapatos azules, que por cierto fueron especialmente cómodos".

Su anillo de pedida y unos pendientes de su abuela Carmen, una perla rodeada de diamantes, cerraron el capítulo de las joyas.

Además del lazo negro que cerraba la capa, María sumó más color con el ramo: "Aunque todos los arreglos florales los contratamos en Maua de Toledo, el ramo de novia lo encargué en Madrid, en María Arte Floral. Les enseñé varias fotos de inspiración, y el resultado me encantó, flores de invierno, en tonos azules y granates, entre las que destacaban las proteas"

El 23 de diciembre llegó y la novia se preparó en la finca. "Pese a que en la prueba beauty no había acabado de concretar lo que quería, ese día salió todo perfecto. Tanto la maquilladora como la peluquera consiguieron dar con lo que quería, el maquillaje natural y un moño pulido, muy sencillo".

Con un cambio de última hora: "A tres días de la boda decidí que no llevaría velo. En su lugar, apenas 24 horas antes de la boda, pregunté al estudio floral que había decorado la iglesia, Maua, por alguna pequeña flor que pudiera acoplar fácilmente en el moño. Entre varias opciones escogí unas pequeñas flores secas en blanco que encajaban a la perfección con el estilo sencillo y elegante del vestido. Un cambio de última hora que resultó un acierto".

María recuerda que "en los preparativos estaba sorprendentemente relajada, sola con mis padres, mis hermanos y mis sobrinas antes de que todo comenzara. Fue un momento que disfruté especialmente. Los nervios llegaron en la entrada a la iglesia; sin embargo, en cuanto me senté junto a Pablo frente al altar, poco a poco fueron desapareciendo, y volví a una sensación de paz que me permitió disfrutar de la ceremonia"

"La preparación fue en el propio Cigarral de las Mercedes, allí dormí la noche anterior, lo que supuso que los preparativos fueran muy ágiles, tanto que incluso tuvimos que hacer tiempo para no coincidir con Pablo a la entrada de la iglesia. Las fotos de los preparativos fueron en una de las villas de la finca, donde más tarde pasaríamos la noche. Todos los preparativos estaban organizados a la perfección y en la misma finca, evitando contratiempos, traslados y nervios. Tras las últimas fotos, salimos del Cigarral de las Mercedes rumbo a la iglesia de Santiago el Mayor, donde entré del brazo de mi padre tras mis sobrinas, Martina y Julieta".

Con María y su padre en la iglesia, dio comienzo la ceremonia religiosa. "Queríamos que ambos padres estuvieran involucrados, de modo que aunque Pablo entrara con su madre y yo con mi padre, los cuatro estuvieran con nosotros junto al altar".

Convertidos en marido y mujer, arrancaron los festejos. "Disfrutamos mucho del resto del día, rodeados de familiares y amigos, y aunque apenas probamos el cóctel entre fotos y saludos, sí que pudimos disfrutar de la comida y de mi parte favorita, la tarta árabe. Ya en la fiesta, dudé de mis dotes de baile; sin embargo, me dejé llevar por Pablo y resultó ser la mejor versión hasta el momento".

Para ese momento, "hicimos nuestro baile con la canción 'La Mer', una versión de estilo swing de un clásico francés. Aunque, en realidad, la canción que quedará en nuestro recuerdo es 'Young and Beautiful' de Lana del Rey, con la que entramos al convite y que no nos cansamos de escuchar".

En cuanto a la fiesta, "decidimos cambiar el típico photocall por algo que a Pablo, como amante de los coches, le encantó en cuanto surgió la idea: un simulador de Fórmula 1. Fue todo un éxito. Incluso organizó una competición, de manera que hizo entrega de premios a los 3 primeros basándose en los tiempos y, aunque quedó segundo, cedió su puesto como buen anfitrión".

Cerramos con el consejo de María para futuras novias, una recomendación que apunta a los momentos previos: "El hecho de que todos los preparativos tuvieran lugar en la misma finca, habiendo dormido allí la noche de antes, hizo que la organización fuera muy sencilla y evitó grandes madrugones, posibles retrasos y, por lo tanto, nervios innecesarios".