¿Qué es ser una persona puente? Las ventajas e inconvenientes de esta figura en las parejas

El concepto está relacionado con aquellas personas que ayudan a pasar de una relación a otra. Por ejemplo, una persona puente empieza a salir con otra que sufrió una ruptura, consigue reparar su corazón roto y este comienza una relación sana más tarde con otra persona, que no es quien le ayudó.

De manera popular, también se puede conocer con la expresión de un “clavo saca a otro clavo”. Es importante decir, que esto no es una manera sana de pasar página y comenzar otra relación, pues siempre hay alguien que se siente usado y perjudicado.

Las ventajas de ser una persona puente

Existe otra visión acerca las personas puente, pues pueden ser unas personas que te ayuden a pasar de una etapa de tu vida a otra, aportando lecciones de vida y haciendo pasar momentos agradables, que ninguno olvidará. De esta forma, las ventajas de serlo en una relación, giran en torno a la actitud de la persona que sea el puente.

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Seguramente, cuente con cualidades muy importantes en relaciones como la empatía y el cuidado por otros. Son personas comprometidas, que acompañan y, normalmente, sin recibir nada sano a cambio. Esto supone, que esta persona sea alguien muy preparado para tener una relación buena y duradera en un futuro, pero con una persona que no la utilice para su propio beneficio para estar con otra persona.

Las desventajas de ser una persona puente

La principal desventaja es que cuando una persona es puente, no se encuentra en la misma situación sentimental que el otro, pues uno está listo para una relación y el otro no. Esto puede llevar a mucha frustración para las personas puente, que sí está lista para la relación, pues ha dado todo su tiempo a una persona que, luego, se lo dará a otra.

Además, en estas relaciones también suele haber falta de honestidad, pues la otra parte de la relación hace creer al puente que sí que quiere una relación con ella, cuando no suele ser cierto. De esta forma, las parejas de este tipo no suelen triunfar, pues aunque las personas puente arreglen el corazón del otro, este normalmente lo quiere para comenzar una relación nueva, en la que ya no le temerán al compromiso.