La vuelta a la rutina es más fácil con esta sencilla fórmula

Las vacaciones son momentos de relajación y desconexión, pero a medida que llega la hora de volver a la rutina diaria, puede ser un desafío retomar las responsabilidades habituales. Establecer nuevas fórmulas o rutinas después de las vacaciones puede marcar la diferencia en la forma en que enfrentamos nuestros compromisos y maximizamos nuestra productividad.

Uno de los principales beneficios de establecer este tipo de rutinas es la oportunidad de revitalizar la mente y el cuerpo. Durante las vacaciones, es común romper con los horarios establecidos y sumergirse en actividades placenteras. Sin embargo, al regresar, reintegrarse al trabajo y otras tareas puede generar un choque con la realidad.

Beneficios de establecer rutinas nuevas

Si hablamos de los beneficios que puede tener para nuestra salud y bienestar el crear una nueva rutina, nos referimos a las posibilidades que estas nos brindan en el momento de establecer horarios más realistas y saludables, lo que permite una adaptación más suave y reducir el estrés post-vacacional. Además, las nuevas fórmulas permiten reevaluar las prioridades y objetivos.

Y es que los períodos estivales brindan tiempo para reflexionar y pensar en lo que realmente importa. Por eso, al regresar de este descanso, es el momento adecuado para incorporar estos aprendizajes en la rutina diaria. Esto podría incluir reservar tiempo para actividades recreativas, establecer límites claros en el trabajo o enfocarse en hábitos saludables en nuestra alimentación. Al hacerlo, se puede construir una rutina que esté más alineada con los valores personales y las metas a largo plazo.

Una buena fórmula para tus rutinas

Una vez conocidos los beneficios que puede aportar a nuestra mente y cuerpo el volver al trabajo y al día a día con nuevas fórmulas o pautas, lo importante es tener en cuenta los elementos necesarios para crear nuestra propia rutina.

Recuerda que cada fórmula es única y debe ser perfecta para ti y para nadie más, ya que será reflexionada por ti en función de tus necesidades, tras analizar diversos aspectos de tu vida cotidiana. Por eso, desde la cadena de hospitales Quirónsalud, nos hablan de 5 aspectos en los que nos debemos centrar antes de establecer las nuevas rutinas del curso.

• Alimentación saludable

Es fundamental tener una alimentación saludable y equilibrada durante todo el año, no solo en épocas puntuales, ya que esto aporta multitud de beneficios a la salud, al estado de ánimo y al sistema inmunológico, que suele encontrarse más sensible ante los cambios de estación de verano a otoño. Por eso, la vuelta de las vacaciones puede ser el momento ideal para recuperar una rutina saludable, con alimentación y ejercicio, o incluso comenzar con estos buenos hábitos si es que no se hacían hasta ahora.

• Aporte nutricional

Consumir alimentos de temporada es crucial para proporcionar a nuestro organismo las vitaminas, los minerales y la fibra que va a necesitar en cada estación. Por ejemplo, desde el canal informativo de los hospitales Quirón, señalan que las frutas y verduras de otoño contienen antioxidantes que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico frente a los catarros y permiten llevar mejor los cambios que se producen en esta época, como el descenso de las temperaturas.

• Menú saludable

La falta de tiempo puede boicotear nuestro propósito de llevar una alimentación más sana y variada. Por eso, un truco para combatirlo consiste en planificar y organizar durante el fin de semana lo que comeremos de lunes a viernes. Así, evitaremos recurrir a opciones menos saludables en el último momento.

• Realizar ejercicio de manera continuada

Es fundamental realizar una actividad física que nos resulte agradable, y que podamos incorporar fácilmente a la rutina, como patinaje, yoga, pilates, natación, etc. En este sentido, desde la cadena Quirón nos recuerdan que es un error pensar que la única forma de practicar ejercicio es acudiendo a un gimnasio. Por ejemplo, se pueden organizar planes agradables, como montar en bici, hacer senderismo, caminar, etc.

Y es que, precisamente, existen estudios en los que se han observado efectos muy positivos al practicar ejercicio en grupo, como una mayor regeneración neuronal, una mejora de las relaciones y mayor continuidad con la actividad.

• Duerme las horas que necesite tu cuerpo para descansar

En verano y sobre todo durante las vacaciones, es habitual ir más tarde a la cama, lo que puede repercutir en las horas de descanso y, en consecuencia, disminuir el rendimiento al día siguiente. Es por eso que si estamos reflexionando sobre el hecho de tener una buena vuelta a la rutina, hay que tener en cuenta que para evitar los efectos de no dormir bien hay que acostarse pronto, por muy obvio que parezca. En ese sentido, en otoño, se hace antes de noche, así que podemos aprovechar esta situación para adelantar la hora de la cena y la de acostarnos, beneficiándonos de un mejor descanso.

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Lucía Molina

Elementos a tener en cuenta en tu propia fórmula

La variabilidad en las rutinas también estimula la creatividad y la motivación. La monotonía puede llevar al agotamiento y la falta de inspiración. Al introducir nuevas formas de realizar tareas, se desafía la mente y se previene el estancamiento. Además, las rutinas frescas mantienen el interés y la motivación, lo que se traduce en una mayor productividad y satisfacción en el trabajo y en la vida cotidiana.

Es fundamental recordar que las fórmulas nuevas no deben ser extremadamente rígidas. Flexibilidad es la clave. A medida que se reincorpora a la rutina, es importante permitirse ajustes y adaptaciones según sea necesario. Esto garantiza que la nueva rutina sea realista y sostenible a largo plazo. Por todo esto, establecer nuevas fórmulas después de las vacaciones es esencial para una transición exitosa de la relajación al trabajo.