Mindful eating, el método de Helen Lindes para una alimentación saludable

Helen Lindes es conocida por su amplia trayectoria profesional, pero también porque a través de sus redes sociales comparte trucos de belleza, consejos de vida, detalles sobre las obras de su nueva casa, recetas y algunos tips de alimentación que para ella son esenciales a la hora de llevar una vida equilibrada.

Para la modelo, el mindful eating es la mejor solución para conseguir que su alimentación sea más saludable. “Porque una alimentación equilibrada es tener una vida sana asegurada”, explica a través de algunas de sus publicaciones, en las que detalla los principios de este sistema, que nos enseña una nueva manera de entender la alimentación y nuestra forma de acercarnos a ella.

En pocas palabras, y tal y como nos dice, el mindful eating es “el arte de aprender a escuchar nuestras emociones y sensaciones para comer de forma equilibrada. Hacer caso a lo que te pide tu cuerpo”. Un principio sencillo, pero que no siempre somos capaces de llevar a cabo, pues vivimos en un mundo en el que la mayor parte de las veces dependemos de factores externos y no siempre nos escuchamos a nosotros mismos. Por eso apostar por el mindful eating es una decisión consciente.

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Así, uno de los aspectos más importantes del mindful eating que Helen practica es escuchar a nuestro cuerpo. Esto es clave a la hora de evitar comer de más, al hacerlo de una manera relajada seremos más conscientes de cuando estamos llenos y pararemos de comer cuando nuestro cuerpo se sienta saciado.

También será él quien nos informe de cuándo es el momento de comer, evitando así comer por ansiedad o aburrimiento. Si estamos en equilibrio con nuestro cuerpo y escuchamos nuestras necesidades, comeremos cuando tenemos hambre o cuando sentimos que nuestros niveles de energía no son los adecuados.

Otro indispensable de esta forma de afrontar la alimentación es dedicarle toda nuestra atención al momento de comer, evitando dispersarnos con dispositivos electrónicos -no confundir con tener que comer en soledad, la compañía siempre es buena. “Una de las claves más importantes del mindful eating es comer con sentido”, destaca Helen en sus redes. “Las combinaciones entre sentidos pueden hacer que descubras sensaciones únicas en cada comida: los sonidos, la presentación, los olores, los sabores o comer con las manos”, añade.

Para quienes practican mindful eating lo que comemos es clave. Aunque hasta ahora la atención se ha centrado en cómo lo comemos, también debemos prestar atención a los alimentos que forman parte de nuestra dieta, intentando que estos sean nutritivos, equilibrados y saludables. “Comer de forma segura implica conocer el origen de la producción, cómo es el cuidado animal del que proceden los alimentos, y un etiquetado donde poder seguir la trazabilidad y controles que garanticen la máxima calidad de los alimentos”, señala Helen.

Con este sistema buscamos una forma más segura de alimentarnos, pero también de ser más conscientes de nuestro entorno, más cuidadosos con él y más respetuosos con la naturaleza. Escogiendo productos de calidad, pero también de temporada y de cercanía, consiguiendo que nuestras recetas sean equilibradas, saludables y también deliciosas. Esto resulta de una importancia mayor si tenemos en cuenta que parte de los beneficios que obtenemos son físicos, pero también mentales.

“Practicar el mindful eating, con una dieta equilibrada y con alimentos 100% naturales, nos sirve para cuidar no solamente nuestro cuerpo, sino también nuestra mente”, aclara en sus redes sociales. “Lo que comes, se nota por fuera… y por dentro”, subraya haciendo referencia al estado de ánimo. Escuchar nuestras sensaciones puede ayudarnos a sentirnos sacadas física y emocionalmente.

A pesar de estar relacionado con la alimentación, no se trata de una dieta que busca perder peso o ayudarnos a adelgazar; de hecho, es un concepto que se acerca más a la meditación, nos insta a dedicar nuestra atención a esta actividad mientas la estamos realizando, a disfrutar el momento con todos nuestros sentidos y, de esta forma, dedicarnos también un momento a cuidarnos a nosotros mismos. Un sistema con el que Helen parece más que satisfecha.