La nueva casa de Helen Lindes en Lanzarote tras una gran reforma

Helen Lindes lo ha anunciado emocionada: “Después de una importante reforma, estoy por fin disfrutando de mi nueva casa en Lanzarote, que es la de siempre, pero diferente”. Invitando a todos sus seguidores a acompañarla en esta nueva aventura en la que se ha embarcado, una reforma completa cuyo resultado es la casa de sus sueños. Un refugio en el que desconectar, recordar y disfrutar.

Desde los cinco años, Lanzarote ha sido su hogar, por eso para la modelo es tan importante poder recuperar esta parte de su infancia y adaptarla a su vida actual. Siempre que puede, se escapa unos días para recargar pilas, reencontrarse con sus seres queridos y disfrutar del mar, una experiencia que comparte con su marido, Rudy Fernández, si los compromisos del jugador de baloncesto así se lo permiten, y con la bonita familia que han formado juntos.

La casa de ensueño de Helen Lindes

La modelo ha puesto muchas ilusiones, ganas y esfuerzo en conseguir que esta casa luzca exactamente como ella quiere. El resultado es un sueño hecho realidad para ella, como asegura cada vez que comparte algún detalle extra de la decoración de su vivienda. Una casa donde la piedra tiene un protagonismo especial, por lo menos en la estructura, creando una vivienda tradicional que se adapta al espacio en el que se levanta.

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Uno de los puntos más favorables de la casa es su estupenda iluminación, potenciada al máximo por la decoración que han seleccionado. Una casa con espacios amplios, ideal para que los niños jueguen, pero también para que los adultos disfruten. Los rincones, decorados con mimo y con estilo, están también pensados para ser disfrutados al máximo, para proporcionar el máximo confort y resultar agradables a la vista, pero también cómodos.

Grandes sofás, sillones mullidos, alfombras que suman calidez a los suelos de baldosa, ideales para una zona en la que la arena es imposible de evitar. Nada más traspasar la puerta doble de madera oscura que da paso a la casa, un gran recibidor, en tonos blancos y con baldosas geométricas en colores azules nos recibe, un espacio cargado de luz y con grandes plantas, que hacen el espacio un poco más acogedor. El resto de la casa mantiene esa pasión por las plantas, ya sea con grandes maceteros o con papel pintado en las paredes.

Techos de madera siempre que es posible, paredes blancas y detalles en negro, como los marcos de las ventanas y las puertas, añaden personalidad a una casa en la que la estructura destaca, formando parte de la esencia de la vivienda. Estas pinceladas de detalles en negro las vemos también en algunos detalles de la decoración, haciendo que destaquen más, como las mesas de centro redondas que encontramos en la zona de estar. Un detalle de color sobre una mullida alfombra en color claro.

Toda la vivienda apuesta por los tonos neutros, presentando contrastes interesantes y potenciando la luz natural de una zona ya de por sí luminosa. El contraste lo vemos en algunos complementos, como los cojines en tonos azules, o los elementos de materiales naturales, donde la tonalidad de la madera se convierte en la conexión perfecta entre la naturaleza pura (que se atisba desde las ventanas) y la mano del hombre.

Los verdes son los elegidos para el dormitorio, donde también destaca el papel pintado al que hacíamos referencia antes. Una estancia en la que predominan los colores antiestrés, que ayudan a encontrar la paz, algo que también sucede en otras de las estancias de la vivienda, como el cuarto de estar con cojines en tonos tierra o con destacadas alfombras de yute. Esta vivienda es una clara oda a la relajación y la naturaleza. Esto se puede ver tanto en la elección de colores y textiles como de formas, las curvas toman el control y nos presentan espacios orgánicos y tranquilos.

A lo largo del recorrido por la casa podemos ver rincones donde el blanco y la madera conviven en armonía, como las zonas en las que se aprecian estanterías de obra con las baldas de madera, una armonía que rompe con detalles en negro, como sucede en los baños, con grandes mamparas de cristal con marcos negros. La cocina continúa con esta elección de colores, escoge las maderas para los muebles y las encimeras, las ha seleccionado en un elegante color negro.

Mención aparte merece la zona de comedor, un espacio abierto con el salón, lo que aporta una mayor sensación de amplitud a la casa. Sobre una alfombra de yute se aprecia una gran mesa de madera, con sillas a juego, el lugar perfecto para reunir a toda la familia y disfrutar de un divertido rato todos juntos, recordando anécdotas, riendo y creando nuevos recuerdos. Una casa que forma parte del pasado de Helen y que ahora también le acompañará en su futuro.