7 temas para abordar con tus hijos antes de los 10 años

La pubertad es un momento complicado, en el que se producen numerosos cambios, tanto a nivel físico y hormonal como emocional, y para el que conviene que los niños estén preparados, sobre todo, para prevenir futuros problemas durante la adolescencia.

O, al menos, que estén mínimamente informados, para que sepan que todo lo que les ocurre es normal, y tengan la confianza para compartir con sus padres lo que están sintiendo. Tenemos que tener en cuenta que la cantidad de cambios que van a experimentar puede resultar abrumadora, y que los niños pueden reaccionar a ellos de manera negativa.

Por eso es recomendable anticiparse y ponerles un poco en contexto, teniendo en cuenta que la pubertad, aunque no comienza en todos los niños a la misma edad, suele empezar rondando los 8 o 9 años, y dura, aproximadamente, hasta los 13-15.

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Que en casa reine un ambiente de confianza es fundamental para que las relaciones familiares sean óptimas. Y anticipar y preparar a los niños para lo que va a ocurrir cuando empiezan a hacerse mayores ayudará a fortalecer los vínculos y a que ellos se sientan más seguros, además de ayudarles a sobrellevar la frustración con la que se van a encontrar con frecuencia en esta etapa.

Además, será básico responder a todas sus dudas y preguntas, sin censura, pero adaptando las respuestas a su capacidad de comprensión, y respondiendo de la forma más sencilla y natural posible.

Es una etapa más de la vida

Es muy importante transmitirles que, aunque en la pubertad tienen lugar muchos cambios que pueden desconcertarles, no es más que una etapa del desarrollo, y que todo lo que van a experimentar en su camino para hacerse mayores es normal.

Cambios físicos

Los cambios que tienen lugar en el cuerpo, tanto de niños como de niñas, durante la pubertad, son, quizá, lo más escandaloso para ellos. Avisándoles de lo que pueden esperar ayudaremos a normalizar la situación y a que se sientan seguros y preparados. Temas como la aparición de vello en las zonas íntimas, o la del botón mamario en el caso de las niñas y el posterior comienzo del desarrollo del pecho son básicos.

Es también importante inculcarles que no hay dos cuerpos iguales, y que no todos los niños experimentan lo mismo y en el mismo momento.

Cambios hormonales

Los cambios hormonales son, aunque quizá no los más visibles, los más importantes en esta etapa, y engloban multitud de aspectos con los que los niños se van a encontrar. Principalmente, tres: el olor corporal, algo que desconcierta y puede llegar a acomplejar a muchos niños, la aparición de acné (una de las causas más frecuentes de inseguridad y complejos en la pubertad y la adolescencia), y, en el caso de las chicas, el comienzo de la ovulación y la llegada de la menarquía, la primera regla.

Cambios en la vida social

Por lo general, durante la pubertad el círculo de amigos cobra más protagonismo, y surge el sentimiento de pertenencia a un grupo. También puede ocurrir que haya cambios en el grupo de amigos. Hacerles ver que hay vida más allá de su mejor amigo/a desde educación infantil, del que puede que se esté distanciando (por poner un ejemplo) puede ser muy útil.

Autoestima y seguridad en sí mismos

Con la llegada de la pubertad los niños suelen empezar a sentir inseguridades, ya que algunas de las cosas que daban por hechas en la infancia empiezan a desmoronarse. Conviene explicarles abiertamente que las personas, los valores y las creencias van cambiando y evolucionando, y que no es algo malo, es natural y parte de la vida.

Sexualidad

Si no lo has hecho aún, es el momento de abordar el tema. Tanto los cambios físicos como los hormonales, y tanto para los niños como para las niñas, están muy relacionados con el sexo y la sexualidad, y es mejor que aprendan lo que tienen que saber en casa. Aunque cada padre extenderá la conversación hasta donde crea oportuno, puede ser el momento de abordar temas como la intimidad, la masturbación o las relaciones sexuales, adaptando los mensajes a su edad.