Más allá de la crema de sol: otros trucos que te ayudarán a proteger la piel este verano
Proteger la piel de la radiación es esencial para mantener una piel saludable y que no genere manchas y enfermedades
La crema de sol es inevitable para proteger la piel del sol, y no solo en verano. Los expertos recomiendan usar protector solar todo el año, ya que la piel tiene memoria y va acumulando los daños de quemaduras anteriores. Es importante usar uno que proteja contra los rayos UVA y UVB, ya que si no cubre ese espectro te puedes quemar igual. Sin embargo, a veces la crema no es suficiente y hay que usar otros métodos para proteger la piel, especialmente cuando se está mucho tiempo bajo el sol.
El primero y más básico es limitar la exposición al sol en medida de lo posible, especialmente en las horas centrales del día, cuando la radiación es mayor. Los días que esté el cielo nublado el riesgo es el mismo, así que se debe salir al sol progresivamente. Y para cuando no haya otro remedio, las gorras, los sombreros, y las sombrillas son excelentes aliados para paliar el efecto del sol.
En verano hay que tener especial cuidado a la hora de usar cosméticos como colonias y perfumes que contengan alcohol en su composición, ya que es muy abrasivo para la piel y puede generar manchas. Además, hay que cuidar la piel desde dentro. Es esencial mantenerse hidratado bebiendo dos litros de agua al día y usando cremas hidratantes antes de exponerse al sol.
Una opción no tan conocida es tomar suplementos orales para protegerse del sol. Estas píldoras ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de manchas. Se toman 15 días antes de que empiece la exposición solar y durante el resto del verano como recomendación general, pero es importante leer el prospecto del producto para más instrucciones.
Aunque consigamos no quemarnos, también viene bien aliviar la piel después de estar un rato largo bajo el sol. Si se nota que nos hemos puesto morenos es porque el sol ha afectado a la piel y esta se ha protegido generando melamina, que oscurece la piel. Ante la agresión, se debe limpiar la piel con agua tibia y refrescarla con cremas hidratantes o aloe vera.
Por otro lado, el uso de ropas ligeras y de colores claros que no absorban la luz que cubran la mayor parte de la superficie del cuerpo son la mejor protección para la piel. En todo caso, hay que extremar la precaución y no dejar de protegerse ante la luz intensa, reaplicar la protección y buscar la sombra todo lo posible.
La crema de sol es inevitable para proteger la piel del sol, y no solo en verano. Los expertos recomiendan usar protector solar todo el año, ya que la piel tiene memoria y va acumulando los daños de quemaduras anteriores. Es importante usar uno que proteja contra los rayos UVA y UVB, ya que si no cubre ese espectro te puedes quemar igual. Sin embargo, a veces la crema no es suficiente y hay que usar otros métodos para proteger la piel, especialmente cuando se está mucho tiempo bajo el sol.
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