Cinco puntos clave que debes tener en cuenta a la hora de aplicarte protección solar (y que puedes haber olvidado)
Es la temporada de sol, así que no nos cansaremos de darte trucos para que tu exposición solar sea lo más segura posible
¿Ya te has comprado tu protector solar? Porque recuerda que si tienes el del año pasado y está abierto ni se te ocurra intentar vivir de sus restos. Las fórmulas solares expuestas al calor de la playa y tras los meses sin uso se estropean y oxidan, así que ya es hora de hacerte con unos que protejan tu piel este año, porque sobre todo te hablamos de salud.
No te queremos repetir lo de siempre, pero lo vamos a hacer, tu piel tiene memoria, y más allá de que el sol envejece y si quieres menos arrugas debes protegerte de su acción con cremas, lo más importante es la huella que deja en tus células, así que es el momento de recurrir a tu solar de confianza. Recuerda cómo nos recuerda el dermatólogo Pedro Rodríguez en sus redes sociales, el cáncer de piel afecta al 50% de españoles.
Pero esta nueva temporada te queremos recordar algunos puntos fundamentales a la hora de ponerte bajo el astro rey para que puedas absorber esa vitamina D tan necesaria de una forma segura.
Elige un SPF de amplio espectro que te proteja de los rayos UVA y UVB, y también de la luz azul. Es un error pensar que solo debemos protegernos del sol en la playa. Es el día a día, esa hora en una terraza o caminando al mediodía, la forma en la que se acumula con los daños. El amplio espectro es realmente crucial para bloquear los rayos UVA diarios que están presentes todo el año. Este tipo de rayos atraviesan el vidrio y forman la mayor parte de la luz UV que nos llega. El daño por UVA afecta a las arrugas, las típicas líneas más finas, pigmentación, textura desigual de la piel, poros grandes, engrosamiento de la piel y pérdida de colágeno – todo lo malo. “Las vacaciones en la playa no son tanto el problema.
Elige de la mano de un experto para acertar con lo que le vaya mejor a tu piel. Los protectores solares se dividen en dos categorías: químicos, que tienen ingredientes como octinoxato y oxibenzona que actúan como filtros solares, absorbiendo la luz UV para prevenir daños en la piel; y físicos, que son a base de minerales y comúnmente contienen óxido de zinc y dióxido de titanio para proteger físicamente la piel y reflejar la luz, además de absorberla. A cada piel, le va uno, los químicos son ideales si quieres que no te deje rastro. Pero si tienes rosácea o la piel sensible tienes que elegir uno mineral.
Siempre con SPF de amplio espectro y alta protección que te proteja de los rayos UVA y UVB, y también de la luz azul. Es un error pensar que solo debemos protegernos del sol en la playa. Es el día a día, esa hora en una terraza o caminando al mediodía, la forma en la que se acumula con los daños. El amplio espectro es realmente crucial para bloquear los rayos UVA diarios que están presentes todo el año. Este tipo de rayos atraviesan el vidrio y forman la mayor parte de la luz UV que nos llega. El daño por UVA afecta a las arrugas, las típicas líneas más finas, pigmentación, textura desigual de la piel, poros grandes, engrosamiento de la piel y pérdida de colágeno – todo lo malo. “Las vacaciones en la playa no son tanto el problema. Desde los laboratorios Isdin nos lo cuentan: "deberías utilizar protección solar cada vez que te expongas a los rayos solares, al menos 30 minutos antes de la exposición". Es fundamental, según cuenta el Dr. Rodríguez, que tu protector supere los 15, pero claro, mejor 30, y muchísimo mejor una protección total, 50. Y, "usar protección física como ropa, gorro y gafas de sol".
No creas en la protección de tu maquillaje o de tu crema hidratante: es un concepto erróneo, muy común pensar que el SPF en tus fórmulas de cuidado serán suficientes. Además, es poco probable que no apliques suficiente hidratante con color o maquillaje en cada área de tu piel para ofrecer protección.
Aplica la cantidad necesaria: "Para la piel del rostro, la cantidad adecuada son dos líneas extendidas en dos dedos. En cuanto al cuerpo, un truco orientativo para saber cuánto producto echarse es usar el equivalente al contenido de un vaso de chupito o de dos cucharadas (unos 30 ml) para toda la piel que se vaya a exponer al sol". Y añaden: No se olvide de las orejas, las manos, los pies, los hombros y detrás del cuello. Protege los labios usando una manteca de cacao con un FPS de 30. Sé generoso al aplicar el protector solar: los dermatólogos recomiendan aplicar la medida de un chupito para cada una de las áreas de la piel que se vayan a exponer al sol".
¿Ya te has comprado tu protector solar? Porque recuerda que si tienes el del año pasado y está abierto ni se te ocurra intentar vivir de sus restos. Las fórmulas solares expuestas al calor de la playa y tras los meses sin uso se estropean y oxidan, así que ya es hora de hacerte con unos que protejan tu piel este año, porque sobre todo te hablamos de salud.