SPF layering: ¿es mejor superponer productos con protección solar?
Más allá del protector solar, cada vez más cremas, maquillajes y prebases incorporan SPF. La cuestión es si juntos intensifican el escudo frente a la radiación
Si a un bizcocho le añadimos ingredientes que de por sí llevan azúcar (por ejemplo, chocolate), el resultado será un dulce mucho más dulce. ¿Aplicamos la misma ecuación para la protección solar? Es decir, si nuestro fotoprotector es un SPF 30 y la crema de tratamiento tiene un SPF 15, ¿el resultado será la suma de ambos o nos quedaremos con el más alto?
El SPF layering se refiere a una de tantas modas que airea TikTok este verano: superponer capas de factor de protección con el fin de potenciarlo. Pero tenemos dudas, así que consultamos con expertos.
El SPF no cubre todo
Antes que nada, parece clara la importancia de una buena protección solar; lo que a veces resulta pelín lioso es entender qué es el SPF: multiplica el tiempo que una persona aguanta expuesta al sol sin quemarse. Eso sí, hablamos de protección frente a los rayos ultravioleta B solamente. Sin pasar por alto que una crema antiedad, aunque añada protección, tendrá como función principal suavizar arrugas o corregir la flacidez, igual que un fondo de maquillaje pretenderá aportar un tono y cobertura ideales antes que otra cosa.
Como explica la dermatóloga Tania Salas, miembro del GEDET y colaboradora de las clínicas Dermamurcia y Belaneve, “las cremas hidratantes u otros productos cosméticos que añaden SPF están diseñados para otros fines, no para protegernos del sol.
Por ejemplo, el objetivo de una crema hidratante con SPF es hidratar y además le han añadido protección frente a la radiación UVB, pero le faltará protección frente a UVA, luz visible, etc”. Y ahora vamos a la cuestión clave: la superposición de SPF no supone la suma de sus protecciones. “La cifra no es acumulativa; si nos aplicamos un producto con SPF 30 y otro con SPF 20 no vamos a obtener un SPF50, alcanzaríamos únicamente la cifra más alta aplicada, es decir, SPF30”, aclara la Dra. Salas.
¿Cuestión de marketing?
Sí, eso parece. “En mi opinión muchas veces se trata de estrategias comerciales; aplicar muchos productos puede hacer pensar que estás cuidando mejor tu piel y no necesariamente es así, se trata de utilizar únicamente los productos necesarios y adecuados para nuestro tipo de piel y el objetivo que queramos conseguir”, dice la dermatóloga del GEDET.
Hay matices. Debra Jaliman es dermatóloga y consultora de Paula´s Choice. Según la experta, numerosos estudios demuestran que cuanto mayor es la cantidad de crema solar en la piel, más protegida estará. En esto hay consenso, por la simple razón de que nunca nos aplicamos la cantidad adecuada. Parece lógico que cuanta más cantidad de producto con protección nos pongamos, mejor.
Y dado que nos quedamos cortos, dice Jaliman, “debemos asegurarnos de que al menos uno de los protectores tenga un SPF 30 o superior y hacerlo de manera uniforme y generosa. En cuanto al orden, siempre y cuando la protección no sea de maquillaje, la recomendación es ir de la textura más fina a la más densa”, aconseja.
De menos a más textura
Tania Salas establece un orden tipo: sérum, crema hidratante, protector solar y por último maquillaje. “Pero no siempre necesitaremos todos esos pasos, puede que con la hidratación y la protección solar sea suficiente”, puntualiza. Lo que no debemos hacer, dicen los dermatólogos, es mezclar diferentes protecciones y aplicarlas a la vez: cada producto debe extenderse habiendo dejado un tiempo de absorción respecto al anterior para que sea efectivo.
“Por ejemplo, no se debe fusionar la crema hidratante con el protector, ya que al hacerlo aplicaríamos menos cantidad de este y, por lo tanto, estaríamos menos protegidos”, cuenta la Dra. Salas. Lo mismo ocurre con el maquillaje, ya que nadie extiende más cantidad que la que considera necesaria para resultar favorecida, ni de lejos los dos dedos completos necesarios de fotoprotector.
¿Física o química?
Esta es otra duda en el SPF layering “bien entendido”, es decir, en la superposición de capas de SPF habiendo entendido que no suman índices, pero podrían suponer que estamos más protegidos por el hecho de añadir más cantidad de producto con protección. ¿Podemos escoger por ejemplo un tratamiento hidratante que tenga una fotoprotección química, como la avobenzona, y ponernos después un SPF de filtros minerales o físicos, como el óxido de zinc?
Aunque hay firmas naturales que dicen que podría ser tóxico (hablan de la mezcla de ambas fórmulas para luego extenderlas a la vez), no se ha demostrado y la solución estaría, de nuevo, en esperar entre la aplicación de uno y otro. Así que probablemente con el SPF layering estemos asistiendo a la enésima tendencia de las redes y todo sea una cuestión de sentido común: protegernos con un SPF de al menos 30 como recomienda la AAD (Academia Americana de Dermatología), si es verano no menos de 50 y reaplicarlo generosamente cada 2 horas. Para rematar, como revela Tania Salas, una recomendación en la línea: lo único que garantiza mayor protección solar es la aplicación de dos capas de nuestro protector solar.
Si a un bizcocho le añadimos ingredientes que de por sí llevan azúcar (por ejemplo, chocolate), el resultado será un dulce mucho más dulce. ¿Aplicamos la misma ecuación para la protección solar? Es decir, si nuestro fotoprotector es un SPF 30 y la crema de tratamiento tiene un SPF 15, ¿el resultado será la suma de ambos o nos quedaremos con el más alto?
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