"Los protectores solares que uso (la mayoría de farmacia)", la directora de Belleza 'dixit'
La cosmética de farmacia nos ofrece unas garantías sin parangón. Y este verano se convierte en algo más necesario que nunca
Sí, yo fui una de aquellas locas que tomaba el sol sin protección, de aquellas que quería estar morena desde que el primer rayo amenazaba en mayo. Y sí, ya no soy esa. Después de años viviendo en mi propia piel los estragos de haberla expuesto, ya no soy la que era.
Ahora, soy una señora de mediana edad (43), como nos llama mi suegra, que no concibe salir de casa cada día sin su dosis de protección solar en la cara. Soy esa que por primera vez se ha quitado unas manchas del rostro con su dermatólogo de referencia, el Dr. Ricart, dermatólogo del Instituto Médico Ricart.
Y aunque ya lo hacía, desde que han desaparecido, cubro más mi piel. Soy de las que tienen la teoría de que envejecen más las manchas que las arrugas, debo confesar que esta es mi debilidad, que cada una tenga la suya, que es muy sano. De hecho, leí hace poco que es lo que más nos preocupa, o por lo menos están en el número uno en el ranking de motivos que más preocupan a las mujeres españolas en lo que a estética se refiere. Nos quitan luminosidad, como la misma palabra dice, manchan... Y nosotras otra cosa no, pero limpias somos un rato (guiño, guiño, por favor esto es broma).
Hace unos meses, sentada junto a mi madre, se me quedó mirando y me dijo: "Por tu cumpleaños te regalo quitarte esas manchas...". Y yo pensé: "Malo...". No tuvo que regalármelo, lo hice, solita que para algo una es ya una cuarentona independiente económicamente.
A lo que íbamos, quizá por mi profesión, porque leo mucho sobre piel o porque he visto de cerca los estragos de un melanoma, de un tiempo a esta parte ha aumentado mi concienciación con la protección solar (hará ya unos quince años, pero hice mucho el burro en la adolescencia). Y a tal punto he llegado que tengo varios productos. Según la circunstancia, no uso lo mismo para el rostro que para el cuerpo, ni en la ciudad que en la playa... porque sé que mi piel tiene necesidades diferentes. Además de cosas obvias que no nos cansamos de repetir las periodistas como que la piel de la cara es más fina, más sensible y siempre está expuesta al sol, no como el cuerpo, que lo suelo proteger con ropa de forma natural.
Y es que es uno de los principios básicos que debemos tener en cuenta para cuidar bien nuestro cutis, evitar las arrugas y las manchas solares, todas provocadas por el astro rey y que a medida que pasan los años nos tienen más preocupadas.
Así que he venido a presentarte a mis aliados de este verano, esos productos específicos para la piel que me protegerán con todas las garantías. Debo confesar que tengo debilidad por los más vendidos en el canal farmacia… pero si quieres conocer algo de alguna marca más específica o lo que sea, escríbenos un mensaje directo en la cuenta de Vanitatis de Instagram y de la mano de los expertos que nos rodean, que son muchos -porque recuerda, no soy dermatóloga, soy periodista-, te ayudaremos en lo que podamos.
Pero, bueno, vamos a lo que nos interesa:
Faciales
Este es mi fotoprotector facial para el día a día. Formulado con la base de textura Fusion Water, añade una triple acción antifotoenvejecimiento. Protege tu piel del sol gracias a su alta protección SPF50, repara el daño solar acumulado a nivel celular gracias a los DNA Repairsomes® y revierte los signos visibles del fotoenvejecimiento gracias al Li-Q10, al CollagenBooster Peptide y a su contenido en ácido hialurónico.
Gel facial fotoprotector para la exposición solar intensa. ¿Esos días de playa eternos donde no hay sombrilla ni chiringuito? Ahí actúa como ninguno. Su textura ligera no comedogénica de rápida absorción es perfecta para todo tipo de pieles, especialmente mixtas o grasas. No reseca la piel ni deja residuo blanco o efecto máscara. Protección muy alta formulada con Fernblock®, filtros solares y activos reparadores y antioxidantes, que protege, neutraliza y repara el daño solar. Ideal para pieles claras.
Suelo llevar este a principios de verano cuando mi piel no está acostumbrada a estar expuesta al sol y como la tengo un poco sensible me protege genial. Muy alta protección solar del rostro para pieles sensibles de normales a mixtas con protección de amplio espectro UVB-UVA, con la exclusiva combinación de ingredientes activos, Sunsitive® protection, y protección celular gracias a un complejo antioxidante. Por supuesto, también contiene agua termal de Avène, reconocida por sus propiedades calmantes, antiirritantes y suavizantes. Es de tacto seco y sin aceites.
Otra opción que llevo usando muchísimos años y que tiene mucho en común con las anteriores, y es que son para todo tipo de pieles: sensibles, fotoalérgicas o en situaciones de extrema e intensa exposición solar. Además, también puede ser aplicado en la zona del contorno de los ojos. Su protección de amplio espectro frente a UVA, UVB, IR-A y polución abarca hasta los veranos más urbanitas, muy cómodo por su acabado invisible y es ultrarresistente.
Siempre llevo uno en el bolso, este stick protector de protección muy alta de Clarins (26,75 euros) posee numerosas ventajas: su formato bolsillo permite llevarlo siempre contigo y máxima protección para aquellas zonas más delicadas y sensibles del rostro (labios, nariz, orejas, párpados y manchas). Además, protege de los radicales libres y deja una sensación de 'piel desnuda' muy agradable e invisible, protegiendo las zonas del rostro más sensibles.
Corporales
Ya te he hablado de los aceites y debo reconocer que tengo debilidad por las fórmulas bifásicas, una de mis favoritas es Isdin HydroOil. Un fotoprotector que te ayudará a proteger tu piel de los rayos UV de una forma extrasensorial. Este bifásico tiene doble acción: ofrece una alta protección UVB/UVA SPF 30 y potencia el bronceado natural de la piel gracias a la tecnología Pro-Melanin. Se puede usar incluso en pieles sensibles, es resistente al agua y se seca de manera inmediata. Además, notarás tu piel perfectamente hidratada (19,53 euros).
Las fórmulas en spray me parecen la revolución, ha sido el argumento perfecto para que a nadie le dé pereza ponerse al sol. Recuerda que es fundamental extenderlas luego con la mano, que es algo muy típico nuestro, un par de psst y fuera. Y no, amiga, no... Siempre he sido fan de una firma clásica en solares, Lancaster, y esta me gusta especialmente porque mi marido no pone un pero por su textura y le protege del sol las mil horas que pasa en el agua y resiste al sudor. Cooling Invisible Body Mist Sun Sport, de Lancaster(16,40 euros).
Cuando noto mi piel más desnutrida, recurro a alguno en fórmula de leche solar, me gusta mucho Sunissime, de Lierac (16,30 euros). Leche protectora revitalizante antiedad para cuerpo, tiene una textura ultraligera y acabado invisible que protege la piel del fotoenvejecimiento y la revitaliza.
O también en esta misma línea, por ejemplo, Waterlover Sun Milk, de Biotherm, porque tiene una textura superagradable y además respetuosa con los océanos (24,50 euros).
Sí, yo fui una de aquellas locas que tomaba el sol sin protección, de aquellas que quería estar morena desde que el primer rayo amenazaba en mayo. Y sí, ya no soy esa. Después de años viviendo en mi propia piel los estragos de haberla expuesto, ya no soy la que era.