Estas son las claves para mejorar tu memoria a corto plazo

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Conocida como 'memoria operativa', la memoria a corto plazo retiene una cantidad limitada de información por un período breve. Muchas veces, ante épocas de altos niveles de estrés y ansiedad, problemas para dormir o, también, debido a enfermedades como la depresión, nuestra memoria a corto plazo puede verse afectada.

Aunque existen personas con una memoria a corto plazo excepcional, la realidad es que estos casos no son los más mayoritarios, ya que nuestra capacidad para recordar depende de la relevancia que esa determinada información tenga para nosotros.

La plasticidad cerebral nos permite mejorar y crear nuevas conexiones neuronales constantemente. Por ejemplo, memorizar números de teléfono o recordar citas mentalmente ayuda a ejercitar la memoria, además, incorporar o mantener el hábito de la lectura mejora la conexión entre la memoria operativa y la memoria a largo plazo.

Otro ejercicio interesante para mejorar la memoria a corto plazo es el de realizar movimientos oculares horizontales, ya que promueven la interconexión entre los hemisferios cerebrales. Cabe resaltar que contra más usemos y ejercitemos nuestra memoria a corto plazo, más se fortalecerá y más eficientes serán esas conexiones neuronales.

Incluso se ha demostrado que la meditación también ayuda a fortalecer la memoria a corto plazo, al incrementar el flujo sanguíneo en el cerebro. Sobre todo, la meditación de atención plena, nos ayuda a vivir el momento de forma consciente, prestando atención a lo que sucede a nuestro alrededor. Dormir bien también ayuda a mejorar nuestra memoria, por lo que es fundamental que garanticemos un buen descanso nocturno a nuestro cerebro cumpliendo con horarios fijos y horas mínimas de descanso.

Respecto a los ejercicios que podemos llevar a cabo para entrenar nuestra memoria, encontramos algunos tan útiles como el de las palabras encadenadas y el de los campos semánticos, que ayudan a ejercitar la memoria verbal y la rapidez de recuperación de la información, además de reforzar la capacidad de recordar y organizar la información en la memoria a corto plazo.

No debemos olvidar que el cerebro es un órgano y necesita entrenamiento, a través de pequeños ejercicios de memoria como el de tratar de memorizar números de teléfono o el de resolver pequeñas operaciones matemáticas sin necesidad de recurrir a la calculadora, hará que lo ejercitemos diariamente, mejorando así nuestra memoria operativa.