Esto es lo que pasa cuando no has recibido cumplidos siendo niño, según la ciencia

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Durante la infancia, tienen lugar numerosas interacciones que destacan por influir en la construcción de la personalidad de los niños. Los niños que no reciben cumplidos o muestras de reconocimiento durante su desarrollo pueden experimentar ver afectada su autoestima y la calidad de sus relaciones. Según Yasmine Liénard, psicoterapeuta cognitivo-conductual consultada por la revista francesa 'Le Journal des Femmes', los halagos que reciben los más pequeños les hace sentir valorados: “Los cumplidos de los padres muestran que están atentos y se sienten entusiasmados con respecto a los logros de sus hijos”. La ausencia de estos estímulos emocionales puede derivar en inseguridades que persisten hasta la adultez.

La falta de refuerzos positivos se manifiesta en conductas como la búsqueda constante de atención o el desarrollo de sentimientos de inutilidad. Mientras que algunos niños intentan destacar, otros pueden presentar síntomas similares al TDAH o caer en estados depresivos. Este vacío emocional afecta también a la forma en que los menores construyen sus vínculos afectivos y se relacionan con su entorno.

Así, los vínculos afectivos positivos se erigen como un pilar fundamental para su desarrollo. Según un artículo publicado en la revista 'Padres y Madres' por la psicóloga Pepa Horno, un vínculo positivo es "una relación afectiva que le proporciona la seguridad necesaria al niño para llegar a ser autónomo”. Este tipo de relaciones provoca que los niños se sientan queridos y, a su vez, les permite ser capaces de establecer relaciones saludables en el futuro.

Cuando los vínculos son inadecuados, los menores pueden desarrollar patrones emocionales que perjudiquen su salud mental; ya que pueden ver alterada su percepción del mundo y su lugar en él. Mientras que un modelo seguro fomenta la confianza y la curiosidad, los modelos ambivalentes o evitativos pueden generar inseguridades, dependencia emocional o aislamiento.

Opinión

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La calidad de los vínculos afectivos y el reconocimiento recibido durante la infancia dejan una gran huella durante la edad adulta. Según Pepa Horno, las relaciones pueden influir en sus sentimientos con respecto a los demás: “Los vínculos actúan como unas gafas que les hablan de quiénes son ellos, de si son dignos o no de ser amados”.

Los cumplidos y las muestras de afecto van más allá de construir una infancia feliz; también preparan a los niños para enfrentar los retos de la vida con mayor confianza. En cualquier caso, si tienes dudas sobre cómo fomentar una relación positiva con tu hijo, lo mejor es que acudas a un profesional de salud para que pueda ayudarte a resolver todas tus preguntas, teniendo en cuenta tus circunstancias concretas.