Sin excusas: hacer deporte a pesar del calor se te hará más sencillo si lo haces de esta manera

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• Caroline Idiens, entrenadora de 52 años: "Si no tienes tiempo de hacer ejercicio, haz esta rutina de cuerpo completo de 15 minutos"

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la pereza puede apoderarse de nuestra rutina de ejercicio. Sin embargo, mantenerse activo es crucial para la salud, y el calor no tiene por qué ser una excusa. Con una planificación inteligente y algunos cambios en nuestros hábitos, es totalmente posible seguir disfrutando del deporte sin poner en riesgo nuestra salud. Aquí te ofrecemos algunas claves para que el calor no te frene.

1. El madrugón, tu mejor aliado

Una de las estrategias más efectivas para combatir el calor es adelantar tu rutina. Las primeras horas de la mañana, justo al amanecer, son el momento en que las temperaturas son más suaves y el ambiente más fresco. Salir a correr, caminar a paso ligero, montar en bicicleta o incluso practicar yoga al aire libre antes de que el sol apriete te permitirá disfrutar de una sesión de ejercicio mucho más confortable y segura. Además, empezar el día activo te llenará de energía y te ayudará a mantenerte despejado.

2. Sumérgete en los deportes acuáticos

¿Qué mejor forma de refrescarse y hacer ejercicio al mismo tiempo que con los deportes acuáticos? La natación es la opción por excelencia: un ejercicio completo que trabaja todo el cuerpo y apenas tiene impacto en las articulaciones. Pero las posibilidades van más allá: la aquagym, el paddle surf, el kayak o incluso el buceo son excelentes alternativas para mantener la actividad física mientras te refrescas en piscinas, ríos, lagos o el mar. No solo te ayudarán a mantener la forma, sino que también son una excelente manera de combatir el estrés.

3. Busca la sombra y el aire libre al atardecer

Si las mañanas no son lo tuyo, el final de la tarde, cuando el sol comienza a caer y las temperaturas descienden, también puede ser un buen momento. Busca parques con árboles frondosos o zonas sombreadas para tus entrenamientos. Es vital evitar las horas centrales del día (entre las 12:00 y las 18:00 horas), cuando la radiación solar es más intensa y el calor más agobiante.

4. Vístete adecuadamente y mantente hidratado

La ropa es fundamental. Opta por prendas ligeras, transpirables y de colores claros que reflejen la luz solar en lugar de absorberla. Los tejidos técnicos son ideales, ya que ayudan a evaporar el sudor y mantener la piel seca. Pero, sin duda, el consejo más importante es la hidratación. Bebe agua antes, durante y después del ejercicio, incluso si no sientes sed. Las bebidas isotónicas pueden ser una buena opción si la actividad es intensa y prolongada, ya que ayudan a reponer electrolitos. Evita las bebidas azucaradas o con alcohol.

5. Modera la intensidad y escucha a tu cuerpo

Durante los días de calor, es fundamental ser consciente de tus límites. Reduce la intensidad y la duración de tus entrenamientos si sientes que el calor te afecta demasiado. No es momento de buscar récords personales. Escucha las señales de tu cuerpo: mareos, náuseas, calambres o debilidad son signos de alerta que indican que debes parar inmediatamente y buscar un lugar fresco. No dudes en hacer pausas frecuentes para hidratarte y refrescarte.