Esta es la técnica para dejar de sobrepensar en tres pasos, según una psicóloga
Dormir mal, sentirse bloqueado o vivir en constante alerta son algunas de las consecuencias más comunes del sobrepensamiento. Aprender técnicas para frenarlo puede marcar un antes y un después en el bienestar diario
Sobrepensar demasiado también puede aumentar la ansiedad de esa persona (Anna Shvets / Pexels)
Darle vueltas a todo, anticiparse a escenarios que no han ocurrido o repetir mentalmente la misma preocupación una y otra vez. El sobrepensamiento puede convertirse en una trampa agotadora que interfiere en la concentración, el descanso e incluso el estado de ánimo.
Ante esto, una psicóloga ha compartido una técnica en tres pasos pensada para romper con ese ciclo mental de forma sencilla y efectiva.
El primer paso es tomar conciencia del bucle mental. Detectarlo a tiempo es clave para poder interrumpirlo. La profesional sugiere decirse a uno mismo algo tan simple como “estoy entrando en bucle otra vez”. Identificar el momento exacto en que la mente comienza a dar vueltas ayuda a tomar el control de la situación.
Una vez reconocida la dinámica, el segundo paso consiste en ponerle un nombre al pensamiento, sin juzgarlo. Puede ser algo como “esto es preocupación por el futuro”, “esto es miedo al rechazo” o “esto es necesidad de control”.
Un truco para dejar a tu ansiedad fuera de juego. (Freepik)
El tercer paso invita a llevar la atención al presente a través de una acción concreta. No hace falta hacer nada complicado, realmente haceer cosas sencillas como beber un vaso de agua lentamente, estirarse, caminar un minuto, observar cinco cosas del entorno y nombrarlas mentalmente, o repetir una frase que transmita calma. Estos gestos sencillos sirven para anclar la mente en el aquí y ahora, cortando la rumiación de raíz.
La ansiedad continuada puede desencadenar problemas más graves. (Pexels/ Nataliya Vaitkevich)
Aunque el sobrepensamiento puede parecer inevitable en momentos de estrés o incertidumbre, aplicar este tipo de técnicas permite generar un espacio mental más sano. Con práctica, es posible reconocer cuándo la mente está entrando en bucle y redirigirla de forma amable, sin necesidad de luchar contra cada pensamiento.
Darle vueltas a todo, anticiparse a escenarios que no han ocurrido o repetir mentalmente la misma preocupación una y otra vez. El sobrepensamiento puede convertirse en una trampa agotadora que interfiere en la concentración, el descanso e incluso el estado de ánimo.