Walter Riso, psicólogo: "El amor sin límites puede tener estas consecuencias"
Amar sin límites puede parecer una muestra de entrega absoluta, pero en realidad puede tener efectos dañinos en la relación y en la autoestima personal, por lo que es necesario poner límites claros para que el amor sea sano y equilibrado
Walter Riso, psicólogo: "El amor sin límites puede tener estas consecuencias" (EFE)
El amor suele asociarse con entrega total, generosidad y disposición constante hacia la otra persona. Sin embargo, cuando esta entrega se convierte en ausencia de límites, el vínculo puede dejar de ser sano. Decir siempre que sí, justificar comportamientos dañinos o renunciar a proyectos propios son algunas de las señales que indican que la relación está entrando en un terreno poco equilibrado.
El psicólogo y escritor Walter Riso advierte que este tipo de actitudes, aunque se confundan con amor, en realidad favorecen la pérdida de identidad. Según explica, cuando uno de los miembros se anula para sostener la relación, lo que surge no es mayor cercanía, sino un desgaste que mina tanto la autoestima como la calidad del vínculo.
Una de las conductas más frecuentes en este contexto es ceder de manera automática por miedo a perder al otro. Aunque pueda parecer una muestra de compromiso, en realidad genera una dinámica de dependencia que no beneficia a ninguna de las partes. También resulta habitual buscar excusas para justificar aquello que duele, lo que termina por normalizar lo que no debería aceptarse.
Otro aspecto relevante es el abandono de valores o de metas personales. Sacrificar sueños propios para sostener la relación no fortalece el amor, sino que abre la puerta al resentimiento y a la frustración. Riso subraya que la pareja debe ser un espacio donde ambos puedan crecer, no un escenario en el que uno de los dos se quede atrás.
Las relaciones de pareja que se muestran no corresponden a lo que deberían ser. (Pexels)
Establecer límites no significa imponer barreras frías ni rechazar la cercanía. Los límites permiten que cada persona conserve su identidad sin dejar de compartir su vida con la otra, lo que en la práctica se traduce en una relación más sana y duradera. Aprender a decir no cuando corresponde, cuidar los proyectos individuales y mantener el respeto por uno mismo son, según el psicólogo, pasos imprescindibles para que el amor no se convierta en una forma de renuncia.
No se trata de darlo todo sin medida, sino de construir un vínculo donde haya espacio para el cuidado mutuo y también para la autenticidad de cada miembro de la pareja. Solo así, señala Riso, es posible disfrutar de una relación que sume bienestar en lugar de restarlo.
El amor suele asociarse con entrega total, generosidad y disposición constante hacia la otra persona. Sin embargo, cuando esta entrega se convierte en ausencia de límites, el vínculo puede dejar de ser sano. Decir siempre que sí, justificar comportamientos dañinos o renunciar a proyectos propios son algunas de las señales que indican que la relación está entrando en un terreno poco equilibrado.