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El sencillo truco para limpiar los radiadores: quedan como nuevos
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EN SOLO DOS PASOS

El sencillo truco para limpiar los radiadores: quedan como nuevos

Poco a poco el frío va entrando a nuestras casas y debemos tener preparados nuestros radiadores. Por ello, los expertos aconsejan limpiarlos antes de usarlos

Foto: Cómo limpiar los radiadores. (iStock)
Cómo limpiar los radiadores. (iStock)

Cuando llega el frío, encendemos la calefacción casi sin pensarlo. Pero pocas veces reparamos en que, antes de hacerlo, conviene darle un repaso a los radiadores. Con el tiempo, el polvo y la suciedad se acumulan en su interior, afectando no solo la estética del hogar, sino también su eficiencia. La buena noticia es que mantenerlos limpios no requiere esfuerzo: hay un truco tan simple como efectivo que los deja relucientes en minutos.

Los expertos coinciden en que limpiar los radiadores antes del invierno mejora el rendimiento energético y evita malos olores. El polvo actúa como una capa aislante que impide la correcta difusión del calor. Además, al calentarse, esas partículas pueden circular por el aire y causar molestias, especialmente a personas con alergias o sensibilidad respiratoria.

placeholder Un simple secador de pelo podría ser nuestro mejor aliado.  (iStock)
Un simple secador de pelo podría ser nuestro mejor aliado. (iStock)

El método más eficaz consiste en utilizar el secador de pelo. Sí, ese mismo que usamos a diario. Solo hay que colocarlo en la parte superior del radiador y dirigir el aire hacia dentro. El chorro de aire caliente hace que el polvo acumulado salga por la parte inferior en cuestión de segundos. Eso sí, conviene colocar una toalla o una bandeja debajo para recoger la suciedad expulsada y evitar que caiga al suelo. Si el radiador lleva años sin limpiarse, los especialistas recomiendan un repaso más a fondo. Un plumero flexible o un cepillo especial para radiadores permite alcanzar las zonas internas. También se puede recurrir a un aspirador con boquilla fina o incluso a vapor, siempre y cuando el aparato lo permita. Un paño húmedo con unas gotas de jabón neutro será suficiente para la parte exterior. Evita los productos abrasivos o metálicos que puedan dañar la pintura.

Dedicar unos minutos a esta tarea puede parecer insignificante, pero tiene un impacto real: mejora la calidad del aire, reduce el consumo energético y prolonga la vida útil del sistema de calefacción. Y, por supuesto, mantiene el hogar más limpio y acogedor, justo lo que necesitamos cuando el invierno llama a la puerta.

Cuando llega el frío, encendemos la calefacción casi sin pensarlo. Pero pocas veces reparamos en que, antes de hacerlo, conviene darle un repaso a los radiadores. Con el tiempo, el polvo y la suciedad se acumulan en su interior, afectando no solo la estética del hogar, sino también su eficiencia. La buena noticia es que mantenerlos limpios no requiere esfuerzo: hay un truco tan simple como efectivo que los deja relucientes en minutos.

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