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Ana Ibáñez, neurocientífica: "La autoestima está muy ligada, cerebralmente, a que tengamos éxito"
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Ana Ibáñez, neurocientífica: "La autoestima está muy ligada, cerebralmente, a que tengamos éxito"

Sigue a Vanitatis en Google para enterarte de todas las noticias​Ana Ibáñez, neurocientífica: "La ansiedad es sinónimo de miedo, el cerebro es como un niño"La idea

Foto: La neurocientífica Ana Ibáñez (Youtube)
La neurocientífica Ana Ibáñez (Youtube)

La idea de valía personal suele construirse de forma silenciosa desde la infancia. Así lo sostiene la neurocientífica Ana Ibáñez, que en un vídeo reciente plantea un proceso de “reprogramación” dividido en tres frentes para fortalecer la autoestima sin recurrir a consignas vacías, que parte de lo que el cerebro aprende, de cómo lo repite y de cómo puede desaprenderlo.

Ibáñez invita a comparar pasado y presente con lupa. Pide revisar qué “sinónimos” adoptamos de niños para sentirnos queridos. “¿Portarme bien? ¿Estudiar bien? ¿Estar calladito?” Esas fórmulas pudieron funcionar entonces, señala, pero toca preguntarse si siguen siendo reales ahora. Identificarlas permite empezar a “romper estos sinónimos” para que el valor propio no dependa de los viejos condicionamientos.

La especialista subraya la asociación automática entre éxito y valía. “La autoestima está muy ligada, cerebralmente, a que tengamos éxito. Si hago las cosas bien, tengo valor. Si fracaso no tengo valor.” Su propuesta pasa por introducir un mensaje nítido en el sistema nervioso. “El que te quieran o no no está relacionado con que tú hagas las cosas bien o no.” El error deja de ser sentencia para volverse palanca. De las crisis se aprende, dice, y permiten “verse con otros ángulos y abrir caminos de cambio y de comprensión hacia ti.”

La investigadora pide revisar el equilibrio entre la voz crítica y la voz compasiva. La crítica es útil cuando empuja a mejorar con objetividad. Lo dañino es mirar solo lo que sale mal y olvidar la empatía hacia uno mismo. Ahí ofrece un atajo práctico: “¿Cuál es el camino más directo para tener empatía? Ríete de ti.” Ese gesto, explica, genera un desajuste beneficioso en el sistema. “Tu cerebro empieza a chirriar un poco. Yo noto los músculos de la risa, estoy viendo que la electricidad cerebral me está cambiando.” Reírse de los propios fallos no trivializa el aprendizaje.

placeholder Empatía, necesaria para que la otra persona sepa que la entendemos. (Pexels)
Empatía, necesaria para que la otra persona sepa que la entendemos. (Pexels)

El trabajo interior que propone Ibáñez pasa por revisar las creencias antiguas que aún determinan cómo nos vemos. Se trata de cuestionar esas normas invisibles que vinculan el valor personal con el resultado, para que el error no se viva como una amenaza, sino como una parte natural del aprendizaje. La clave está en mantener el deseo de mejorar sin perder la compasión, en aceptar que la autocrítica puede convivir con la empatía y que ambas, equilibradas, sostienen una autoestima sana.

La idea de valía personal suele construirse de forma silenciosa desde la infancia. Así lo sostiene la neurocientífica Ana Ibáñez, que en un vídeo reciente plantea un proceso de “reprogramación” dividido en tres frentes para fortalecer la autoestima sin recurrir a consignas vacías, que parte de lo que el cerebro aprende, de cómo lo repite y de cómo puede desaprenderlo.

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