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El mal de cadera que une a los Borbón
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El mal de cadera que une a los Borbón

Hace tan sólo unas horas, el Rey abandonaba el quirófano del hospital madrileño USP San José tras ser sometido a una nueva intervención de cadera. Ahora,

Hace tan sólo unas horas, el Rey abandonaba el quirófano del hospital madrileño USP San José tras ser sometido a una nueva intervención de cadera. Ahora, Su Majestad descansa en la habitación de la clínica, donde se encuentra constantemente vigilado por el equipo médico. Dicha intervención fue realizada la tarde de este viernes por el doctor Ángel Villamor, una eminencia en traumatología, quien ya lo había operado en tres ocasiones anteriores en los últimos 17 meses. Una de ellas de la cadera: el mal que une a los Borbón. Tanto el monarca como sus dos hermanas, las infantas Pilar y Margarita, y su madre, la fallecida condesa de Barcelona, han tenido que ser tratados quirúrgicamente debido a la artrosis que sufren en la articulación donde se une el hueso del muslo con el de la pelvis. La salud no entiende de sangre azul.

Tan sólo unos meses antes de esta nueva operación de cadera a la que ha sido sometido, Don Juan Carlos volvía a ingresar de urgencia en el mismo centro médico San José: se había partido la cadera en tres fragmentos, tras tropezar con un escalón durante su polémico viaje a Botsuana, por el que tuvo que pedir disculpas públicas. En el entorno del Rey hay preocupación por la enfermedad degenerativa que sufren los Borbón. "Es un tema hereditario. Mi hermana y yo también nos hemos tenido que operar de la cadera", afirma la duquesa de Badajoz, en conversación con Vanitatis al ser preguntada por este problema de salud familiar. “Lo que no quiere decir que no estemos bien de la cabeza”, bromea doña Pilar.

Las dos hermanas de don Juan Carlos también han sido intervenidas de la cadera. En el caso de la duquesa de Badajoz, ha pasado por quirófano en dos ocasiones para someterse a dos intervenciones de cadera. "Andamos de una manera rara y yo creo que la artrosis se provoca con eso", apunta ésta en conversación con este portal. Pilar de Borbón tuvo que tratarse por primera vez de la cadera en noviembre de 1999. Tiempo después se enfrentó de nuevo al bisturí. Por su parte, la infanta Margarita fue sometida en el año 2001 a una operación de implantación de cadera. La intervención fue realizada por el doctor Rafael Cruz-Conde en la clínica Asepeyo de la capital.

La artrosis, enfermedad familiar

Pero, la artrosis no es algo que solo hayan sufrido Su Majestad y sus dos hermanas. María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias, su madre, que falleció en el año 2000, pasó los últimos años de vida marcados bajo la sombra de dos episodios médicos. En 1982 se fracturó la cadera derecha. Tres años más tarde, el fémur izquierdo. Dos accidentes que le hicieron tener que utilizar una silla de ruedas el resto de su vida, hasta que falleció en la Residencia Real de La Mareta, en la isla canaria de Lanzarote, donde había acudido toda la Familia Real al pleno para disfrutar de unos días de descanso en Año Nuevo.

Los problemas de cadera de la rama de los Borbón no sólo afectan a los más longevos. Es un problema hereditario, que se manifiesta sin tener en cuenta la edad. En febrero de este mismo año, María Zurita, sobrina de don Juan Carlos e hija de la infanta Margarita, duquesa de Soria, tuvo que ser intervenida de la cadera. La sobrina preferida del Rey, según cuentan fuentes cercanas, ha heredado el "mal de huesos" de la familia. A sus 37 años, Zurita entiende perfectamente las dolencias de su tío carnal, quien se recupera en estos momentos de su última intervención de cadera en un hospital de Madrid.

Su Majestad, récord en intervenciones

Aunque, sin duda alguna, nadie en la Familia Real y sus colaterales gana al Rey en número de intervenciones. Hasta diez operaciones ha afrontado Su Majestad desde los años 80. A esta nueva intervención de cadera y la anterior, que tuvo lugar durante su viaje a Botsuana, se unen otras ocho visitas más al quirófano. En 2010, para la extirpación y estudio de un nódulo pulmonar. En 2001, para que le eliminaran unas varices. A su vez, en 1981, el jefe del Estado chocó con una puerta de cristal que da al jardín del Palacio de la Zarzuela después de jugar un partido de squash, lo que le provocó heridas en varias partes del cuerpo (tórax, muslo, antebrazo izquierdo, manos y nariz). Tuvo un mes el brazo izquierdo escayolado porque un cristal le había cortado el nervio radial.

Dos años después, sufrió una caída en la estación suiza de esquí de Gstaad que le provocó una fisura de pelvis. Tuvo que guardar cama un mes y llevó muletas durante semanas. Además, como consecuencia del percance, se le detectó una fibrosis que le extirparon en la clínica San Josep de Barcelona en 1985. Un segundo accidente practicando esquí le llevó al quirófano el 30 de diciembre de 2001. Un esquiador le había derribado involuntariamente mientras esquiaba en Baqueira Beret y Don Juan Carlos fue operado en el hospital madrileño Puerta de Hierro de una lesión en la rodilla derecha que le había afectado al platillo tibial externo. Tuvo que usar muletas hasta abril de 1992.

Al margen de estas operaciones, el Rey ha tenido algún otro percance sin gravedad. En 1980, se cayó al bajar de un tanque tras unas maniobras militares en Zaragoza. En 1988 se golpeó con una rama en un ojo durante una cacería en Suecia y en 1995 se hizo una fisura en la zona próxima a la muñeca derecha tras resbalar en una placa de hielo en la estación de esquí de Candanchú (Huesca).

Hace tan sólo unas horas, el Rey abandonaba el quirófano del hospital madrileño USP San José tras ser sometido a una nueva intervención de cadera. Ahora, Su Majestad descansa en la habitación de la clínica, donde se encuentra constantemente vigilado por el equipo médico. Dicha intervención fue realizada la tarde de este viernes por el doctor Ángel Villamor, una eminencia en traumatología, quien ya lo había operado en tres ocasiones anteriores en los últimos 17 meses. Una de ellas de la cadera: el mal que une a los Borbón. Tanto el monarca como sus dos hermanas, las infantas Pilar y Margarita, y su madre, la fallecida condesa de Barcelona, han tenido que ser tratados quirúrgicamente debido a la artrosis que sufren en la articulación donde se une el hueso del muslo con el de la pelvis. La salud no entiende de sangre azul.