Liz Hurley, en plena crisis sentimental

El matrimonio de Liz Hurley pende de un hilo. Eso es por lo menos lo que asegura la prensa británica, donde la veterana modelo no sale muy bien parada. Al parecer, su marido Arun Nayar, con el que se casó hace apenas dos años, está cansado del genio de su mujer, de sus exigencias y de su falta de compromiso respecto a determinadas decisiones. Además, critica a la maniquí porque sólo le interesaría mantener su estatus social.

 

“Ella es más como un jefe que como una esposa. Está atrapado por una esposa que puede ser fría, agresiva y mandona”, ha dicho una amistad en la prensa. Arun, un adinerado empresario textil, no comparte además muchas de las ideas de su esposa. No está de acuerdo con su decisión de comenzar una granja orgánica, que será filmada para realizar un reality show. “Arun es un hombre de familia adinerada y considera que hacer un reality sobre una granja orgánica es bastante desagradable”, añade.

 

Por otro lado, Arun está cansado de la vida glamourosa que pretende siempre llevar su esposa. Considera que su amor por las fiestas es “tedioso”. A ésta hay que sumar la amistad de Hurley con su ex novio Hugh Grant. Su relación va más allá que la de un mero contacto telefónico para felicitarse las fiestas, lo que parece que no le sienta muy bien al empresario indio. De hecho, en diciembre Hurley y Grant se fueron juntos de vacaciones con el hijo de la modelo, fruto de su relación con el americano Steven Bing. Días después llegó el despechado marido.

 

La boda de Liz Hurley y Arun Nayar fue una especie de sueño oriental. La pareja se dio el ‘sí quiero’ en el lujoso hotel Umaid Bhawan Palace, en la ciudad rajastaní de Jodhpur. Alrededor de 250 famosos la acompañaron en esta cita que costó alrededor de dos millones de dólares. Además, los padres del empresario se sintieron muy defraudados con la ceremonia y acusaron a Hurley de humillarlos y tratarlos como “unos parientes pobres”. Días antes, la pareja se había casado también en un castillo inglés. Si todo sigue así, no celebrarán su segundo aniversario de boda.