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La boda del príncipe Alberto relanzará la economía de Mónaco
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La boda del príncipe Alberto relanzará la economía de Mónaco

Si el reciente anuncio del compromiso del hijo de Rainiero y Grace Kelly, que dejará de ser el soltero de oro de la realeza europea, tiene

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La boda del príncipe Alberto relanzará la economía de Mónaco

Si el reciente anuncio del compromiso del hijo de Rainiero y Grace Kelly, que dejará de ser el soltero de oro de la realeza europea, tiene una segunda lectura, sólo en la familia Grimaldi lo saben, pero lo cierto es que el enlace relanzará a buen seguro la economía monegasca; un paraíso fiscal que sufre su primera crisis económica.

La revista Vanity Fair le dedica al Principado un reportaje especial en su número de julio, pero éste, escrito antes del anuncio oficial de Alberto II, no apunta la gran repercusión económica que supondrá la boda para el estado más pequeño del mundo, que tendrá lugar el verano próximo.

“En 2009, los ingresos de Mónaco sufrieron una caída de entre un 10 y un 15 por ciento y el pasado mes de noviembre 5.000 trabajadores encolerizados salieron a las calles. Algunos millonarios italianos, inquietos por sus ahorros, cerraron sus cuentas en el Principado con el fin de beneficiarse de la amnistía fiscal acordada por Berlusconi en su país. Cerca de 3.000 millones de euros podrían haber salido de la caja fuerte de Mónaco”, recuerda VF. Los monegascos ya comienzan a poner en duda la capacidad de gobernar de los hijos Grimaldi.

Con Grace Kelly en vida, todo era diferente. Cualquier asunto económico espinoso pasaba a un segundo plano con ella protagonizando una portada. Los flashes convertían en glamour cualquier escándalo financiero, como el que en su día estuvo a punto de hacer abdicar a Rainiero.

Ahora, coincidiendo con la inclusión de Mónaco en la lista negra de los paraísos fiscales de la OCDE junto con las Islas Caimán, Bahamas o la República de Vanuatu, la gran boda monegasca arrojará luz a la oscuridad que envuelve al principado.

Al igual que para la boda de Rainiero y la actriz de Hollywood acudieron hasta allí 1.800 periodistas (más que para la coronación de la reina de Inglaterra, que tuvo lugar tres años antes), se espera que -a otra escala, claro está- la repercusión de tan esperado enlace (Alberto tiene ya 52 años) beneficie al estado.

Se incrementarán los activos en sus 120 establecimientos financieros, que alojan 350.000 cuentas bancarias (diez veces más que su número de habitantes), el pueblo creerá más en su soberano… y todo, coincidiendo con la campaña de comunicación internacional que, encargada por Alberto, se lanzará a finales de año.

Yates de nuevo relucientes, calles impecables, áticos de lujo a 40.000 metros cuadrados disponibles para tan reales invitados… A un año del gran día, Mónaco vuelve a soñar.

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Si el reciente anuncio del compromiso del hijo de Rainiero y Grace Kelly, que dejará de ser el soltero de oro de la realeza europea, tiene una segunda lectura, sólo en la familia Grimaldi lo saben, pero lo cierto es que el enlace relanzará a buen seguro la economía monegasca; un paraíso fiscal que sufre su primera crisis económica.