Es noticia
Menú
Carlos Huéscar: "No es cierto que eche a mi hermana Eugenia de su casa"
  1. Noticias
la polémica herencia de la duquesa de alba

Carlos Huéscar: "No es cierto que eche a mi hermana Eugenia de su casa"

Desde que murió la duquesa de Alba, mucho se ha escrito y dicho de su herencia y, sobre todo, de la relación entre los hermanos. El primogénito de la casa aclara la relación con su hermana pequeña

Foto: Huéscar, entre Alfonso Díez y su hermana Eugenia (Gtres)
Huéscar, entre Alfonso Díez y su hermana Eugenia (Gtres)

Desde que murió la duquesa de Alba, mucho se ha escrito y dicho de su herenciay, sobre todo, de la relación entre los hermanos y de estos con el viudo Alfonso Díez. En este caso y justo cuando se cuestionaba que el tercer marido de la duquesa había quedado en una situación precaria y que no iba a ser capaz de enfrentarse a la hipoteca de la casa de Sanlúcar de Barrameda resultó que la historia tenía otro final diferente. Era el propio Carlos Huéscar el que explicaba a Vanitatis que a “Alfonso nunca le va a falta nada. Siempre le estaré agradecido por cómo se portó con mi madre y lo que le corresponda lo tendrá”. Además, añadeel dato bomba: “La hipoteca de Sanlúcar la estoy pagando yo”. Hasta ahora, ese era uno de los flecos que quedaban sueltos y no se entendía que la duquesa hubiera dejado desatendido a su marido.

Igual que se supo esta información por el propio duque de Huéscar, ahora ha sido él mismo el que ha confirmado a Vanitatis que “no es cierto que vaya a echar a Eugenia de la casa en la que vive desde hace 15 años como han publicado. Se ha dicho que el piso junto al palacio de Liria que su hermana ocupa iba a ser alquilado por Huéscar, su propietario desde que la duquesa donase a su hijo todo el inmueble en el que se encuentra. Él lo niega rotundamente: "¿En qué cabeza cabe que yo pueda hacer eso?Es mi hermana pequeña a la que quiero, protejo, cuido y favoreceré siempre. Me quieren pintar como el ogro del cuento y no lo soy. No entiendo de dónde salen esas historias y a quién beneficia presentar una imagen totalmente distorsionada de mí. Soy una persona que vive discretamente, nunca he formado parte del panorama mediático y no tengo ningún interés en ser personaje público más allá de lo que significa ser titular y primogénito de la Casa de Alba. Eugenia se ha llevado un disgusto tremendoigual que yo”.

Eugenia, que en estos momentos se encuentra en Marbella pasando la Semana Santa, leyó la información en la que se aseguraba que, por orden de su hermano, tendría que desalojar el piso en el que vivía con su hija al pertenecer el edificio completo a Huéscar. Según esa regla, una vez fallecida la duquesacada uno de los Alba debería buscarse la vida. Según cuentan desde su entorno, la pequeña de los Alba “está muy enfadada y dolida. Fue impactante porque tiene una relación magnifica con Carlos. Se preocupa por ella. La llama por teléfono, le pregunta si necesita algo y cómo se encuentra. Es como un padre para ella. No entiende por quéquieren perjudicar a la familia y aún más al hermano, que se está comportando de una manera absolutamente generosa. Otras cosa bien distinta es quesi Cayetano tiene su casa, no tenga sentido que siga viviendo en el palacio de Liria, que ya esel domicilio de Huéscar. Quizá esté molesto, peroél ya sabía que esto sucedería cuando muriera la madre”, aseguran.

Desde que murió la duquesa de Alba, mucho se ha escrito y dicho de su herenciay, sobre todo, de la relación entre los hermanos y de estos con el viudo Alfonso Díez. En este caso y justo cuando se cuestionaba que el tercer marido de la duquesa había quedado en una situación precaria y que no iba a ser capaz de enfrentarse a la hipoteca de la casa de Sanlúcar de Barrameda resultó que la historia tenía otro final diferente. Era el propio Carlos Huéscar el que explicaba a Vanitatis que a “Alfonso nunca le va a falta nada. Siempre le estaré agradecido por cómo se portó con mi madre y lo que le corresponda lo tendrá”. Además, añadeel dato bomba: “La hipoteca de Sanlúcar la estoy pagando yo”. Hasta ahora, ese era uno de los flecos que quedaban sueltos y no se entendía que la duquesa hubiera dejado desatendido a su marido.

El redactor recomienda