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Jesús Rollán, el waterpolista que enamoró a la infanta Cristina
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Jesús Rollán, el waterpolista que enamoró a la infanta Cristina

Quince años después de su boda en la catedral de Barcelona, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina no viven su mejor momento. El deterioro de imagen

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Jesús Rollán, el waterpolista que enamoró a la infanta Cristina

Quince años después de su boda en la catedral de Barcelona, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina no viven su mejor momento. El deterioro de imagen por la imputación del duque, de la suya y por extensión mediática también de la de su mujer, ha hecho mella en la vida cotidiana de la pareja. Por eso no habrá fiesta para celebrar el aniversario más allá de la cena íntima con los cuatro hijos y algunas de las hermanas Urdangarin. Los duques de Palma siguen el consejo de los asesores de mantener un perfil bajo. Barcelona sigue siendo el referente de la pareja, porque fue aquí donde vivieron su historia de amor sin que nadie ajeno a su círculo íntimo (Alexía de Grecia, Vicky Fumadó...) estuviera al corriente de este noviazgo.

Pero, como sucede en muchas ocasiones, Urdangarin no era el elegido en un principio por la hija de los Reyes, sino otro deportista, un campeón olímpico de waterpolo. Jesús Rollán, que fallecería trágicamente años después, fue quien presentó a los futuros duques de Palma en los Juegos Olímpicos de Atlanta, una vez que él prefirió la amistad al amor. En aquel momento, Iñaki era novio de Carmen Camí, una joven que se ha caracterizado por su discreción absoluta, a pesar de que en su momento Urdangarin simultaneó las dos relaciones.

A la ex novia, que rehizo su vida a pesar del shock que supuso enterarse por la prensa de que su novio lo era también de la infanta, le llegaron a ofrecer cheques en blanco por contar su historia. No lo hizo, demostrando que la lealtad  no tiene precio.

La infanta llegó encantada de Atlanta y, como Iñaki también vivía en Barcelona, empezaron a salir en un grupo al que también pertenecía Jesús Rollán. Los amigos organizaban fines de semana en masías de la zona del Ampurdán, cenas en casa de los más íntimos y muy pocas salidas a lugares de moda. De aquella primera época era la frase de la infanta a su prima: “Alucino, estoy colada por un jugador de balonmano y no se qué hacer”.

Se filtró la noticia y fue la infanta doña Pilar, duquesa de Badajoz y hermana del Rey, la que muy a su pesar lo confirmó pensando que ya la Casa Real había enviado comunicado. Un año después, los enamorados se daban el “sí, quiero”.

Una muerte trágica

Pero antes de esa entregada afirmación, la infanta se había fijado en Rollán como posible pareja. Jesús Rollán se licenció como ingeniero agrónomo, pero su verdadera pasión era el waterpolo. Fue portero de la selección española que se alzó con la medalla de plata en los JJOO de Barcelona 92 y medalla de oro en Atlanta 96.

Murió trágicamente el 11 de marzo de 2006, a los 37 años de edad, en un balneario del municipio de la Garriga (Barcelona), en el que se recuperaba de sus adicciones, de las cuales se confesó ante la prensa. Dicha dependencia le convirtió en un hombre depresivo, que acabó separándose de su mujer y alejado de su única hija.

Quince años después de su boda en la catedral de Barcelona, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina no viven su mejor momento. El deterioro de imagen por la imputación del duque, de la suya y por extensión mediática también de la de su mujer, ha hecho mella en la vida cotidiana de la pareja. Por eso no habrá fiesta para celebrar el aniversario más allá de la cena íntima con los cuatro hijos y algunas de las hermanas Urdangarin. Los duques de Palma siguen el consejo de los asesores de mantener un perfil bajo. Barcelona sigue siendo el referente de la pareja, porque fue aquí donde vivieron su historia de amor sin que nadie ajeno a su círculo íntimo (Alexía de Grecia, Vicky Fumadó...) estuviera al corriente de este noviazgo.

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