Alberto y Paola de Bélgica separan bienes para 'desheredar' a la supuesta hija de él

El rey Alberto de los belgas y su esposa, Paola, han cambiado su contrato de matrimonio. Así se ha publicado este miércoles en el Boletín Oficial belga, aunque no dan muchos detalles más allá de que han pasado de tener una separación de bienes a estar unidos por lo que en Bélgica se conoce como 'comunidad universal de bienes' (régimen de bienes gananciales en España).

Después de 55 años casados, los reyes eméritos han tomado esta sorprendente decisión que en su país ha provocado que crezca la preocupación por la salud del monarca. La prensa local apunta a que en palacio temen una recaída de Alberto, que padece un cáncer de piel desde hace unos años, y quieren dejar atadas todas las cuestiones relativas a su testamento y a la herencia en caso de fallecimiento.

Con el nuevo régimen adoptado por el matrimonio real, el patrimonio del soberano pasa a ser también de Paola, de modo que ella queda más protegida en caso de que sea él quien muera en primer lugar. De fallecer Alberto, Paola se quedaría con el 50% del patrimonio que ya le corresponde y la mitad del de su esposo (un 75% del total), mientras que la otra mitad (25%) se quedaría para repartir entre los hijos del matrimonio.

Pero es este punto, el del reparto de este 25%, el que ha generado más controversia, ya que están pendientes los resultados de una prueba de paternidad solicitada al rey por parte de Delphine Böel, quien asegura ser su hija biológica después de que su madre, la baronesa Sybille de Sely-Longchamps, mantuviera con el soberano una relación amorosa en 1967.

Si se confirmase que Böel es hija de Alberto –en Bélgica se da por hecho que sí–, el nuevo contrato del matrimonio real apenas le dejaría una mínima parte de la herencia en el reparto. Según informan los medios belgas, en el régimen adoptado por Alberto y Paola se da prioridad a los hijos nacidos dentro del matrimonio sobre los nacidos fuera, de otras relaciones extramatrimoniales. De esta forma, la repentina decisión de los soberanos eméritos no es casual y se trataría de toda una estrategia para dejar a la supuesta hija de Alberto la mínima parte de la herencia.

Sin embargo, este no sería el único motivo que habría animado al rey a hacer este cambio de contrato matrimonial. En Bélgica es de sobra conocida la tensa relación que mantienen los tres hijos de la pareja con sus padres y Alberto querría asegurarse de que, en caso de fallecer él primero, su esposa Paola quedase bien amparada económicamente; es decir, que no tuviese que depender de sus vástagos con los que la relación no es del todo fluida.