La boda de Meghan Markle y Harry, censurada por el príncipe Eduardo
El enlace real nos ha dejado a todos un poco saturados: el antes, el durante y el después ha podido con la paciencia de algunos. Entre ellos, la del hijo de Isabel II
La boda de Meghan Markle y el príncipe Harry se nos ha hecho bola. Tanto previo, tanto directo y tanto 'el después' ha acabado por saturarnos, a alguno más a que otros. Y a juzgar por las noticias que nos llegan desde el País Vasco francés, el príncipe Eduardo está ya más que harto del 'temita de marras'.
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El hijo de la reina Isabel II y Felipe de Edimburgo ha pasado unos días por el sur de Francia. Aficionado como es a los deportes de raqueta, se ha acercado hasta la localidad de Urduña para jugar junto a unos amigos en el recinto deportivo de la localidad al 'jeu de paume', un deporte hermanado con la pelota vasca y la valenciana. Un deporte que cada vez está más de moda gracias, precisamente, al empeño del menor de los tres hijos de la reina de Inglaterra por promocionarlo a través del Premio Internacional Duque de Edimburgo.
Después de la jornada deportiva, el conde de Wessex acudía como invitado de honor a la cena que ofrecía el marqués de Arcangues para 60 invitados y que tuvo lugar en el comedor principal de su castillo. El ágape fue servido por el chef español Roberto Ruiz, de la localidad de Tolosa, y como recuerdo de su estancia en tierras vascas, Eduardo de Inglaterra recibió un 'makila' (bastón vasco, símbolo de amistad y respeto).
Eduardo acudió a la cena, pero puso una condición importante: que nadie hablara ni le preguntara por la boda de Meghan Markle y su sobrino, el príncipe Harry, que tuvo lugar el sábado 19 de mayo y que fue el trending topic de la jornada y de las anteriores y posteriores al día señalado. No acaba de quedar claro si el hermano de Carlos está ya hastiado de que todo el mundo le pregunte sobre una boda a la que acudió pero que les dejó a él y a su esposa, Sophie, fuera de la foto familiar y retrato oficial del evento. En esa imagen tampoco estaban ni su hermano Andrés ni su hermana Ana, aunque sí el mayor, Carlos, como padre del novio.
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El duque de Wessex no es el único miembro de la familia real británica afectado, de alguna manera, por la boda de Meghan y Harry. Según publicaba el 'Daily Mail', la princesa Eugenia (hija de Andrés de York y Sarah Ferguson) tenía planeado casarse con su novio, Jack Brooksbank, con el que lleva siete años de relación, en septiembre de este 2018. Sin embargo, su enlace tuvo que ser retrasado al mes de octubre por problemas de agenda de los nuevos duques de Sussex. Es lo que se llama efectos colaterales.
La boda de Meghan Markle y el príncipe Harry se nos ha hecho bola. Tanto previo, tanto directo y tanto 'el después' ha acabado por saturarnos, a alguno más a que otros. Y a juzgar por las noticias que nos llegan desde el País Vasco francés, el príncipe Eduardo está ya más que harto del 'temita de marras'.