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Luces y sombras de Meghan Markle en su primer cumpleaños como duquesa de Sussex
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la esposa de harry cumple 37

Luces y sombras de Meghan Markle en su primer cumpleaños como duquesa de Sussex

La exactriz deberá aplazar la celebración de dicho aniversario ya que tendrá un importante compromiso el mismo día. Así ha sido su trayectoria pública hasta hoy en día

Foto: Meghan Markle durante Wimbledon 2018. (Getty)
Meghan Markle durante Wimbledon 2018. (Getty)

No erramos al afirmar que Meghan Markle ha vivido el año más caótico e intenso de su vida. Tras el anuncio de su compromiso el pasado noviembre con el príncipe Harry, vendrían los preparativos de una boda real, con todos los quebraderos de cabeza que eso conlleva. A su espalda cargaba con la expectativa de ser la nueva integrante de la corte de Isabel II. Un papel al que incluso la persona más organizada del globo temería sin dudar. Sin embargo, la exactriz que se hacía famosa en la ficción ‘Suits’ salía airosa y aprobaba con nota. No sabemos si tirando de sus condiciones de intérprete.

[Lea aquí: Nuevo incidente en la familia de Meghan Markle, su cuñada arrestada]

Tanto sus intervenciones públicas como su actitud, sumadas a un pasado plebeyo, la acercaron de forma inmediata a un pueblo como es el británico que mantiene a la monarquía con unos índices de popularidad muy positivos. Ahora, se enfrenta por primera vez a la celebración de una fecha tan corriente como puede ser un cumpleaños, pero que para un Windsor ha de estar programado hasta el mínimo detalle. Todos sabemos que la naturalidad y la espontaneidad no casan con la vetusta institución, por lo que Markle tendrá que adaptarse como novata que es a dicho protocolo.

La joven no podrá celebrar su 37 cumpleaños el mismo sábado, ya que los duques de Sussex tienen una boda ineludible a la que acudir. El novio es Charlie van Straubenzee, el mejor amigo de la infancia de Harry y Guillermo, que dará el ‘sí, quiero’ a su novia Daisy Jenks. Los jóvenes se conocieron en el prestigioso colegio Ludgrove Prep School, en Berkshire, y desde entonces no se han separado. De hecho, fuentes cercanas afirman que Charlie ayudó de cerca en los preparativos del enlace el pasado mayo. Ahora les toca devolverle el favor aplazando el cumpleaños de Markle para acudir a dicho evento donde, además, Harry será el padrino. En Reino Unido el padrino se limita a acompañar a los novios, hacer un pequeño y emotivo discurso y llevar los anillos.

Así, el protagonismo de la americana tendrá que postergarse hasta más adelante, cuando tire de su lista de amigas, entre las que se encuentran Amal Clooney, Serena Williams o Misha Nonoo, diseñadora que le presentó al príncipe. Entonces, celebrará en privado un año lleno de éxitos que han sido avalados por prensa y expertos reales. Porque sí, la duquesa ha sabido estar a la altura mientras lograba un balance justo entre lo protocolario y lo natural para una chica de su edad.

A las pruebas nos remitimos: sus outfits se venden casi de inmediato en las webs de moda -entre sus marcas favoritas destacan Aquazzura, Ralph Lauren y Veronica Beard-, sus pecas causaron tanto furor que la gente empezó a tatuárselas (no es broma, puedes leerlo aquí) y su filmografía se ha convertido en un material casi de culto para los seguidores de la monarquía. Es decir, todo lo que toca la duquesa se convierte en oro. Hasta la monarca más longeva de la historia, su abuela política Isabel II, con la que mantiene una fantástica relación, se ha rendido a sus pies.

Su peor enemigo, su familia

Solo hay un asunto que ha asediado la felicidad de Markle en estos primeros meses como duquesa. Su penumbra familiar la acosa y ahoga asiduamente. Como mayor representante de sus problemas, su padre, Thomas Markle, el cual dio señales desde el principio de querer aprovecharse de la posición de su hija. Unas fotos falsas en las que vendía una supuesta prueba de vestuario para el enlace y alguna polémica incursión en televisión, donde se iba de la lengua, se sumaron a unas declaraciones recientes que retumbaron en Kensington: “Mi hija está aterrorizada. Lo veo en sus ojos, en su cara y en su mirada. He visto su sonrisa durante años, conozco su sonrisa y no me gusta la que veo ahora”. Esta incómoda tesitura ha puesto entre la espada y la pared a la esposa de Harry, que finalmente tuvo que hacer de tripas corazón y abandonar la comunicación con su progenitor.

A todo esto se le suma la fastidiosa figura de su hermanastra, Samantha Markle. Aunque no tiene trato con Meghan desde la infancia, no ha dejado de hacer declaraciones de este calibre: “¿Qué tal si atendieras a tu padre? Ya está bien. Sé humanitaria, compórtate como una mujer. Si nuestro padre muere, tú serás la responsable”. Otro jaleo con el que lidiar y que los medios estadounidenses no han dudado en rentabilizar a base de portadas sensacionalistas.

Su primer regalo

Embrollos genealógicos aparte, no tenemos duda de que la lista de regalos que recibirá la duquesa este año será ligeramente destacable a otros aniversarios. Su primer agasajo, que ya ha trascendido a la prensa, ha sido un bolso vegano y 100% libre de maltrato animal, obsequio de la ONG Peta, que ha visto en Meghan el mejor de los ejemplos públicos para despertar conciencia. La firma es Alexandra K y el precio son 329 euros.

[Lea aquí: ¿Tiene Meghan Markle una estilista a distancia?]

Finalmente, después de la mencionada boda, la pareja desaparecerá durante unas semanas para comenzar lo que serán sus vacaciones privadas estivales. Aún no se conoce el destino y se prevé que sea una elección íntima y sin demasiados detalles. Distinto al pasado año, cuando aún no eran marido y mujer, que festejaron los 36 de la duquesa en un safari por Botswana. Luego, vendrán con las pilas cargadas para comenzar una gira por Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga. Compromiso que nos mantendrá informados de sus pasos de forma casi diaria.

No erramos al afirmar que Meghan Markle ha vivido el año más caótico e intenso de su vida. Tras el anuncio de su compromiso el pasado noviembre con el príncipe Harry, vendrían los preparativos de una boda real, con todos los quebraderos de cabeza que eso conlleva. A su espalda cargaba con la expectativa de ser la nueva integrante de la corte de Isabel II. Un papel al que incluso la persona más organizada del globo temería sin dudar. Sin embargo, la exactriz que se hacía famosa en la ficción ‘Suits’ salía airosa y aprobaba con nota. No sabemos si tirando de sus condiciones de intérprete.

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