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Máxima de Holanda: su gesto 'muy humano' hacia una madre desesperada
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Máxima de Holanda: su gesto 'muy humano' hacia una madre desesperada

Asus 47 años, la mujer de Guillermo de Holanda sigue demostrando que no solo la simpatía es uno de los rasgos más acentuados de su carácter, también su empatía y cercanía

Foto:  Máxima de Holanda, a su llegada al acto. (Cordon Press)
Máxima de Holanda, a su llegada al acto. (Cordon Press)

De sobra es conocida la simpatía y la cercanía de la reina Máxima de Holanda, pero hay gestos que más allá de como reina, la definen como ser humano. Esa es la conclusión que podemos sacar después de lo que ha ocurrido esta semana en la ciudad de Schiedam, al sur de Holanda, donde acudió a un acto de la Fundación Yets, a través de la cual se proporciona gracias al deporte ejemplos de conducta saludables y positivos a jóvenes que están en situaciones desfavorecidas.

[LEE MÁS: Máxima de Holanda, dos cualidades que sus hijas han heredado de ella]

placeholder  Máxima, descalza. (Cordon Press)
Máxima, descalza. (Cordon Press)

Máxima, quien no se caracteriza por la rigidez o por ceñirse a los guiones protocolarios, no lo pensó dos veces y se quitó sus taconazos para jugar al baloncesto con los niños allí presentes.

La mujer de Guillermo de Holanda, que se metió a la gente en el bolsilllo no solo con este gesto sino también con su discurso en la entrega de premios, tenía deparada una sorpresa que, a priori, no parecía agradable (e incluso inquietante). Una mujer corrió hacia ella con una carta en la mano que a toda costa quería entregarle. En la misiva le explicaba la dramática situación que vivía su hijo discapacitado. Al parecer, ya había intentado anteriormente, sin éxito, hacerle llegar mensajes de este tipo a la Casa Real.

Los guardias de seguridad evitaron que se acercara más a la reina, según gritaba "ha estado en casa durante once meses", forcejeando y en alusión a la situación de su hijo, pero finalmente fue la propia reina quien dejó que la mujer llegara hasta donde estaba y habló con ella, además de llevarse la mencionada carta.

Al igual que Chenoa cantaba, 'Soy humana', podemos decir lo mismo de la argentina, quien en menos de un año ha perdido a su padre, Jorge Zorreguieta, quien fuera un alto cargo de la dictadura de Videla, y su hermana, Inés Zorreguieta, el golpe más terrible que ha sufrido en su vida, por las circunstancias de su fallecimiento.

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placeholder La reina, charlando con madres y abuelas. (Cordon Press)
La reina, charlando con madres y abuelas. (Cordon Press)

Una situación muy delicada para la reina, quien hace unos días, en su reaparición después de las vacaciones estivales, en un acto militar, no lograba reprimir las lágrimas. Sin embargo, está cumpliendo con todos y cada uno de los compromisos de su agenda. El más esperado, su visita al Reino Unido con su marido, invitados por la reina Isabel II a Buckingham. La cita es lo días 23 y 24 de octubre.

De sobra es conocida la simpatía y la cercanía de la reina Máxima de Holanda, pero hay gestos que más allá de como reina, la definen como ser humano. Esa es la conclusión que podemos sacar después de lo que ha ocurrido esta semana en la ciudad de Schiedam, al sur de Holanda, donde acudió a un acto de la Fundación Yets, a través de la cual se proporciona gracias al deporte ejemplos de conducta saludables y positivos a jóvenes que están en situaciones desfavorecidas.

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