Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda alquilan su antigua casa por 10.000 euros

Era enero de 2019 cuando Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda dejaban Villa Eikenhorst para mudarse al palacio de Huis ten Bosch. Tras más de cinco años de reformas, valoradas en más 60 millones de euros, el matrimonio y sus hijas se trasladaban al fin al recinto que ha sido desde hace siglos la residencia de los monarcas holandeses. Una de las preguntas que quedó en el aire fue qué sucedería con la bonita casa que dejaban en Wassenaar, cerca de La Haya.

Ahora, siete meses después, conocemos la respuesta. Los reyes de Holanda han decidido alquilar Villa Eikenhorst y lo han hecho por 10.000 euros mensuales. Una cantidad que pocos se pueden permitir, a no ser que seas el embajador de Kuwait en los Países Bajos, que es quien finalmente ha decidido desembolsar esta cifra para vivir en la misma casa que Guillermo Alejandro y Máxima y convertirlos en sus caseros.

Villa Eikenhorst está dentro de la finca De Horste. Se trata de una mansión rodeada por 12 kilómetros de bosque y cuya superficie es de más de 600 metros cuadrados. Posee cerca de 50 estancias repartidas en tres pisos. Además de una gran galería, tiene una terraza cubierta que la reina Máxima adornó con plantas y flores argentinas. Guillermo Alejandro y Máxima se instalaron en 2003 y allí han vivido los años más felices de su vida, con los nacimientos de sus tres princesas, Amalia, Alexia y Ariane.

Pero los primeros habitantes de Villa Eikenhorst no fueron los actuales reyes. Fue la princesa Cristina, hermana de la otrora reina Beatriz y tía de Guillermo Alejandro, la que la mandó a construir para que fuera su vivienda familiar en 1985. Las obras terminaron en 1987, año en el que la princesa, invidente de nacimiento, se mudó junto a su marido, el cubano Jorge Guillermo, y sus tres hijos: Bernardo, Nicolás y Juliana.

En 1996 la abandonaron y cuando Guillermo Alejandro y Máxima la eligieron tras su boda, la remodelaron de arriba a abajo. Se desconoce por cuánto tiempo está firmado el contrato de alquiler, pero los medios holandeses especulan con que es posible que en un futuro Villa Eikenhorst sea la residencia oficial de la heredera al trono, la princesa Amalia, y que la historia se repita. Es decir, viva allí hasta su investidura y después se mude a Huis ten Bosch siguiendo los pasos de sus padres.

Una vez 'jubilados', Guillermo Alejandro y Máxima tienen bastantes opciones palaciegas donde elegir. Por ejemplo, la ahora princesa Beatriz se decantó tras su abdicación por el castillo de Drakensteyn, un pequeño palacete de planta octagonal rodeado de agua.