La insólita imagen de la reina Isabel a caballo (¡con 94 años!)

Sana como una manzana es como está la reina Isabel II después de pasar más de dos meses y medio -y lo que queda- confinada en el castillo de Windsor. Y eso que ha estado en contacto con varias personas que han dado positivo en coronavirus, entre ellos su hijo, el príncipe Carlos, o el primer ministro, Boris Johnson. Con cada noticia que teníamos de alguien que se había contagiado y había estado en contacto con ella, las informaciones oficiales y tranquilizadoras no tardaban en salir, afirmando que se encontraba bien y sin síntomas. Pero nada como una imagen tan elocuente para comprobarlo.

Y qué imagen. Buckingham ha decidido distribuir unas fotografías de la reina Isabel a lomos de Fern, uno de los 30 caballos que posee. Y no olvidemos que tiene nada menos que 94 años. Pero está claro que la edad no le impide disfrutar de la que ha sido, y sigue siendo, una de las grandes pasiones de la monarca. Eso sí, estos días tiene que montar sin la que suele ser su compañía favorita, Sophie de Wessex, su nuera, quien solía ir los fines de semana a visitarla y compartir paseos a caballo. Una costumbre que tardarán en retomar, ya que la intención de la reina es estar confinada en Windsor de forma indefinida, hasta que sea totalmente seguro salir o recibir visitas y el coronavirus sea prácticamente una anécdota.

Precisamente, este mes de junio se celebran las carreras de Ascot, toda una tradición para los Windsor. Cada año, la familia real llega en coche de caballos hasta el recinto con sus mejores tocados, ya que los sombreros de las damas invitadas suelen ser la gran atracción. Pero la pandemia ha hecho que la celebración de este año sea completamente diferente, sin público y, por supuesto, sin la presencia de ningún miembro de la familia real, incluida la reina Isabel, quien además tiene en estas carreras un interés que va mucho más de la simple afición, ya que muchos de sus caballos compiten en las diferentes pruebas.

Durante los últimos años, la reina Isabel ha visto cómo sus rocines le han hecho ganar cerca de 8 millones de euros con sus victorias, tanto en Ascot como en otras competiciones del Reino Unido. Aunque no lo hace por el dinero que pueda ganar, ya que lo que invierte en los propios caballos y el coste de mantenimiento es mucho mayor que los beneficios que luego obtiene, cada posible victoria es un aliciente para presidir las carreras de Ascot. Y ya que este año no podrá asistir, se consuela con montar a sus caballos favoritos por los terrenos de Windsor, donde está completamente sana y a salvo del coronavirus.