Mohamed VI: 80M en un palacete en París mientras la pandemia asola Marruecos
La compra se produjo, en secreto, el 28 de julio. Al día siguiente, el rey instaba a los marroquíes a aunar esfuerzos para hacer frente al desafío del covid-19
El rey Mohamed VI de Marruecos resaltó el 29 de julio, en su discurso del Trono, que el país padecía "los efectos negativos generales de esta crisis, no solo en lo concerniente a la sanidad sino en materia económica y social". "Sus repercusiones (…) afectan profundamente sobre los ingresos de las familias (…)", añadió. Instó a los marroquíes a aunar esfuerzos para "hacer frente a los próximos desafíos". En su última alocución, el 20 de agosto, advirtió de la precariedad del sistema sanitario y del riesgo de colapso hospitalario. Para evitarlo, recalcó, "cada ciudadano ha de observar una conducta cívica ejemplar y responsable".
[LEA MÁS: Lalla Salma, el espectro de una princesa que vuelve a desvanecerse]
La víspera del discurso del Trono, el 28 de julio, el monarca alauí adquirió en París un palacete, frente a la Torre Eiffel, de mil metros cuadrados a los que se añade un jardín, valorado en 80 millones de euros, según reveló el viernes la publicación francesa 'Africa Intelligence' que aporta numerosos datos sobre la transacción inmobiliaria.
La coincidencia de esta compra con la pandemia, que ha sumido a Marruecos en su mayor crisis económica y social, apenas paliada por unas ayudas sociales ínfimas comparadas con las que se otorgan en Europa, no será resaltada por la prensa marroquí cuyo margen de libertad es escaso. La adquisición del palacete sí empezó el mismo viernes a suscitar todo tipo de comentarios indignados en las redes sociales.
Los datos oficiales, cuya fiabilidad algunos expertos ponen en duda, señalan que hasta el jueves 126.044 personas se habían contagiado en Marruecos y el número de muertos se elevaba a 2.229. 19.679 marroquíes estaban siendo tratados del covid-19 de los que 437 se encontraban en estado grave.
La propiedad parisina pertenecía a Khaled bin Sultan bin Abdulaziz al Saoud, un miembro de la familia real saudí que fue viceministro de Defensa. Se la vendió a SCI Deschanel, una sociedad inmobiliaria francesa creada a principios de julio y propiedad en un 99,9% del soberano marroquí. Mounir Majidi, secretario particular del rey, y Hicham Naciri se encargaron de la negociación con el dueño del inmueble construido en 1912.
El rey tuvo hace años otro palacete en París, en la explanada de los Inválidos, en el mismo lujoso barrio que el recién adquirido, pero lo vendió en 2011. Su madre, Lalla Latifa Amahzoum Alaoui, que reside en París junto con su nuevo esposo, Mohamed Mediouri, que fue el jefe de los guardaespaldas del anterior rey, Hassan II, también posee varias propiedades en la capital francesa. Otro tanto sucede con las tres hermanas del monarca que también pasan allí temporadas y son propietarias de varios pisos.
La familia real marroquí es dueña además del castillo de Betz, a 75 kilómetros al noreste de París, que adquirió Hassan en 1972. Es allí donde el rey pasaba hasta ahora más tiempo durante sus prolongadas estancias en Francia aunque, a veces, también se alojaba en hoteles de la capital. Ahora podrá hacerlo en su nueva mansión frente a la Torre Eiffel.
La afición de Mohamed VI por el lujo suele revelarse en verano. En julio de 2018 inauguró, por ejemplo, su nuevo velero, el Badis 1, de 70 metros de eslora, anclado cerca de su residencia real de Rincón, junto a Ceuta. Se desconoce su precio, pero el semanario Tel Quel de Casablanca indicó que su anterior propietario, el millonario estadounidense Bill Duker, lo había puesto en venta por 88 millones de euros. Dos meses después, el monarca fue visto con un reloj Philippe Patek en su muñeca cuyo valor superaba el millón de dólares, según la evaluación de la cuenta Insane Luxury Life en Instagram.
Aquel año 2018, cuando el soberano alauí enseñaba el Badis 1, se batió el récord de inmigración irregular hacia España —llegaron 64.298 "sin papeles"— y la mayoría relativa (22%) eran marroquíes. Con las fronteras cerradas ahora desembarcan muchos menos, pero todos los días hay jóvenes marroquíes de Castillejos que se arriesgan a nadar hasta los espigones de Ceuta —algunos se han ahogado— huyendo de la devastación económica que asola al noroeste de Marruecos.
[LEA MÁS: El supervelero del rey Mohamed VI valorado en casi 100 millones de euros]
Este año Mohamed VI empezó sus vacaciones de verano poco después de ser operado con éxito, el 14 de junio, de una arritmia cardiaca en el quirófano del palacio real de Rabat. Dos semanas después ya estaba en su residencia real de Rincón donde permaneció hasta mediados de agosto. Entonces se desplazó a Alhucemas, también al borde del Mediterráneo, y allí permanece hasta ahora. Aún se le puede ver paseando por la playa de Bouskour. En total, lleva tres meses de vacaciones interrumpidas para pronunciar dos de sus tres discursos anuales.
La nueva Constitución de Marruecos, aprobada en referéndum en 2011, sigue, sin embargo, otorgando el grueso del poder ejecutivo al rey y no al Gobierno que el monarca nombra.
El rey Mohamed VI de Marruecos resaltó el 29 de julio, en su discurso del Trono, que el país padecía "los efectos negativos generales de esta crisis, no solo en lo concerniente a la sanidad sino en materia económica y social". "Sus repercusiones (…) afectan profundamente sobre los ingresos de las familias (…)", añadió. Instó a los marroquíes a aunar esfuerzos para "hacer frente a los próximos desafíos". En su última alocución, el 20 de agosto, advirtió de la precariedad del sistema sanitario y del riesgo de colapso hospitalario. Para evitarlo, recalcó, "cada ciudadano ha de observar una conducta cívica ejemplar y responsable".
- Golpe en palacio: Mohamed VI, víctima de un robo millonario de joyas (hay 25 detenidos) J. Díaz
- El rey Felipe: “Ministro, me acaba de llamar el rey de Marruecos, la Guardia Civil le ha detenido" Silvia Taulés
- Mohamed VI y Lalla Salma, indignados: desmienten juntos el secuestro de su hija Ignacio Cembrero