Kate Middleton se atreve con el descenso de barrancos y la bicicleta en su última cita
La duquesa de Cambridge ha vivido hoy una de sus jornadas institucionales más variadas y emocionantes. Dos actos con dos exigencias estilísticas que nada tenían que ver
Cita doble para la duquesa de Cambridge. Ha costado que retomara sus compromisos oficiales tras el verano, pero parece haberlo hecho con mucha energía. Por lo menos es lo que se ha visto este martes en el Distrito de los Lagos, una zona en el noroeste de Inglaterra. Desde luego, era imposible que hubiera más actividades concentradas en una misma jornada. Porque Kate Middleton se ha atrevido con el descenso de barrancos y la bicicleta de montaña en su última cita, que ha rematado con un paseo en barco, más relajado físicamente, pero muy intenso en el plano emocional.
Su primera cita era con los cadetes de la RAF, la Real Fuerza Aérea, responsable también de que la semana pasada diera por finalizadas sus vacaciones. La idea era conocer las instalaciones de un nuevo centro de entrenamiento, además de mostrar los beneficios del deporte al aire libre. Y qué mejor que predicar con el ejemplo. Kate Middleton se ha colocado arneses de seguridad, cuerda, casco, y no ha dudado en probar con el descenso de barrancos, dejándose guiar por las indicaciones de los monitores y sin perder la sonrisa.
Por si fuera poca actividad, tampoco ha rechazado la propuesta de dar un paseo con la bicicleta de montaña por los numerosos caminos de la zona y que sirven como campo de entrenamiento para los cadetes de la RAF, de los que ella es comandante honoraria. Solo ha hecho falta un cambio de casco y despojarse de los arneses de seguridad para ponerse a pedalear.
Y, claro, para poder practicar todas estas actividades hacía falta ropa muy cómoda. Por eso, Kate Middleton ha optado por unos pantalones extraajustados, con una cazadora acolchada en verde militar y sus botas fetiche para este tipo de citas. Se trata de un modelo de la firma francesa See By Chloé, realizadas en gamuza marrón, con cordones, suela de montaña y algún centímetro extra en la parte del tacón, perfectas para andar por el campo, escalar rocas y montar en bicicleta.
Pero tras esta primera cita, la duquesa de Cambridge tenía otra, mucho menos intensa físicamente, pero mucho más en lo emocional. En el mismo Distrito de los Lagos, Kate Middleton ha tenido oportunidad de dar un paseo en barco con dos miembros de los llamados Niños de Windermere, un grupo de 300 niños de origen judío y supervivientes del Holocausto que llegaron a la zona en 1945 para recuperarse tras las duras vivencias que tuvieron que pasar y sufrir en los guetos de diferentes ciudades europeas o incluso en los campos de concentración.
Y es un tema con el que la esposa del príncipe Guillermo se ha vinculado mucho en los últimos tiempos, puesto que el año pasado formó parte de un proyecto fotográfico con motivo del 75º aniversario de la liberación de Auschwitz, gracias al que tuvo la oportunidad de retratar a dos supervivientes del Holocausto. Además, las imágenes que realizó en ese momento se pueden ver actualmente en una exposición en el Imperial War Museum de Londres. Tuvo ocasión entonces de escuchar la experiencia de los protagonistas de sus fotos, algo que ha podido repetir este martes.
Y, por supuesto, este segundo compromiso requería un atuendo algo más formal. Así que Kate Middleton ha tirado de practicidad y ha preferido no cambiarse de vestuario, simplemente ha sustituido la cazadora acolchada por una americana armada, con grandes bolsillos y cinturón. Un modelo 100% british, ya que, además del diseño, su estampado era de cuadros. Su precio es de 540 euros y se puede adquirir en la página de la firma Really Wild, toda una declaración de intenciones de lo que esperaba a la duquesa de Cambridge en esta jornada tan aventurera.
Cita doble para la duquesa de Cambridge. Ha costado que retomara sus compromisos oficiales tras el verano, pero parece haberlo hecho con mucha energía. Por lo menos es lo que se ha visto este martes en el Distrito de los Lagos, una zona en el noroeste de Inglaterra. Desde luego, era imposible que hubiera más actividades concentradas en una misma jornada. Porque Kate Middleton se ha atrevido con el descenso de barrancos y la bicicleta de montaña en su última cita, que ha rematado con un paseo en barco, más relajado físicamente, pero muy intenso en el plano emocional.