El toque final de Kate en el Caribe: su armario arcoíris de la gira, al completo

Ha sido una intensa semana para Kate Middleton y el príncipe Guillermo. La pareja comenzaba su viaje oficial al Caribe el pasado 19 de marzo en Belice y este sábado ponen punto y final a esta gira en la que la duquesa ha dado toda una lección de elegancia.

Como suele ser habitual cada vez que la esposa del príncipe Guillermo realiza una aparición pública, los looks escogidos han sido esperados con entusiasmo por los fanáticos de la realeza y de la moda.

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R. R.

Kate Middleton ha hecho toda una exhibición de colorido en el Caribe. En este último día de gira, ha vuelto a sorprender, esta vez luciendo un estilismo en color rosa mientras visitaba con su marido la isla principal de Ábaco. Allí los Cambridge se han informado sobre el impacto que el huracán Dorian tuvo en esta zona y han comprobado cómo las comunidades aún se están reconstruyendo más de dos años después. Ambos han acudido a Iglesia Evangélica Daystar, que sufrió daños terribles durante el huracán Dorian en 2019 y que fue posteriormente rehabilitada.

Para esta ocasión, Kate Middleton ha escogido un vestido midi en color rosa de la firma Rixo, con cuello abotonado y un sutil diseño de estampado animal, que ha combinado con un clutch a juego de Emmy London y alpargatas de cuña en color Camel de la marca española Castañer.

Por la noche, los Cambridge se han despedido definitivamente de sus anfitriones antes de coger el avión rumbo a Reino Unido. A pie de pista, ambos han agitado sus manos a modo de despedida. La duquesa lo ha hecho luciendo un vestido de una de sus diseñadoras favoritas, Alessandra Rich, una pieza en color amarillo con cinturón que ciñe la cintura de Alessandra Rich y mangas abullonadas. Un midi muy femenino inspirado en los 80 que ha combiando con zapatos de tacón blancos de Gianvito Rossi y un bolso de mano blanco a juego.

El rosa y el amarillo son dos de los muchos colores que, como decíamos, ha lucido Kate Middleton durante este viaje. El blanco, el azul celeste, el verde menta, el fucsia, el azul hielo, entre otros, también han aportado elegancia y frescura al armario de la duquesa durante estos días.

A continuación, hacemos un repaso por todo el armario de Kate en el Caribe.

Ya en su primera aparición, el pasado sábado, Kate no decepcionó y no quiso faltar a esa tradición de homenajear a sus anfitriones a través de su look, por lo que escogió un conjunto de Jenny Packham compuesto de falda y blusa, ambos con estampado jacquard y en un vibrante azul, el mismo que vemos en la bandera de Belice y que estuvo muy presente durante su bienvenida oficial.

Una de las escenas que más llamó la atención de los fanáticos de los Cambridge fue la que protagonizó la pareja cuando acudió a la recepción que se les ofreció al llegar a la pintoresca localidad de Hopkins, en la costa de Belice. Allí Kate y Guillermo bailaron al son de los tambores junto a la comunidad garífuna. En esta ocasión, Kate estrenó un vestido de flores con la parte superior de nido de abeja, manguitas farol y largo midi con volante, de Tory Burch, aderezado con sus cuñas de esparto en color marrón de Stuart Weitzman. Además lució unos pendientes en azul de talla XL formados por bolas de diferentes tamaños en forma de aro, de la marca Sézane, con un precio muy asequible: 50 euros. También llevaba uno de sus bolsos más originales, de fibras naturales en forma de abanico y firmado por Anya Hindmarch, que pertenece a su armario desde 2011.

Tras varios eventos de carácter informal, llegó el gran momento y tocó sacar del armario la ropa de fiesta. Kate Middleton apostó por el brillo en su primer gran look de largo en Belice al lucir un vestido en color rosa, con mangas de volantes, cuerpo ceñido, cuello caja y falda con ligero vuelo confeccionado a medida por The Wife’s Vampire y basado en otro modelo de la firma, el Light Sleeper Organza maxidress, que tiene un precio aproximado de 2.000 euros. Lo combinó con unas sandalias metalizadas de Jimmy Choo y un clutch blanco con bordados mayas en negro.

Durante el tercer día de su gira caribeña, el hermano y la cuñada del príncipe Harry visitaron las ruinas mayas de El Caracol, un poblado precolombino situado en la parte más profunda del Parque Nacional de Chiquibul. Ambos se convirtieron en dos auténticos Indiana Jones. Kate vistió un pantalón en color verde militar y una camiseta de algodón blanca. Como calzado, optó por sus zapatillas de deporte favoritas, las Superga 2750 en color blanco, un modelo clásico que la duquesa de Cambridge ha lucido ya muchísimas veces y que también conquistó hace años a la mismísima Lady Di.

Tras esta aventura, a los Cambridge les esperaba una visita a la localidad jamaicana de Trench Town. Aquí Kate Middleton volvió a sorprender con un diseño de estreno, sostenible, vintage y lleno de color que, aunque no replicaba exactamente la bandera del país, sí tenía como protagonistas el rojo y el amarillo. Se trató de un vestido multicolor de una nueva firma en su armario: Willow Hilson. Confeccionado en algodón y de corte años 50, destacaba en él una maravillosa paleta de rayas azul turquesa, coral y amarillo con un patrón de filigrana negra. Su precio era de 453,95 euros y el diseño fue modificado especialmente (no es la primera vez) para la duquesa de Cambridge.

Lo combinó con unos salones de tacón sensato y destalonados de Russel & Bromley, en color beis, de un precio de 235 euros.

Para despedirse de Belice, Kate eligió los colores rojo y blanco, luciendo una chaqueta vintage de Yves Saint Laurent que compró durante sus años universitarios. Un pequeño bolso de mano a juego con los zapatos, de la firma Aquazzura, completaba el look.

Dos horas después, los Cambridge aterrizaban en Jamaica en la cuarta jornada de este viaje. Kate mantenía los zapatos que lució en la despedida de Belice, pero había cambiado de look y bajó del avión luciendo un llamativo vestido de la firma Roksanda, ya conocida en su armario, vaporoso y con un original lazo al cuello. Una vez más, con el color, amarillo vibrante, hacía un guiño a la bandera de sus anfitriones.

Los Cambridge comenzaron esta segunda jornada de su visita al país acudiendo a la residencia del mandatario en Kingston, la capital, donde los esperaba Andrew Holness y su esposa Juliet. Para esta reunión, la esposa del príncipe Guillermo optó por un outfit bastante discreto, con un traje de chaqueta blanco combinado con una blusa en color caldero y un bolso del mismo color.

Tras una ajetreada jornada en Kingston, los duques de Cambridge asistían a una cena de Estado celebrada en su honor en King's House. Para la ocasión, Kate Middleton confió en un nuevo vestido al más puro estilo princesa de cuento: un diseño de Jenny Packham en verde, uno de los colores de la bandera jamaicana, con un precio de 4.800 euros. Se trató de un vestido escote de honor con volantes de tul de glitter que recorría toda la pieza, corpiño ajustado y falda de vuelo. Sorprendió también luciendo joyas prestadas por Isabel II: unos pendientes en oro amarillo y diamantes que formaban un nudo del que caían tres cadenas terminadas por esmeraldas, junto a una pulsera a juego.

Prendido del vestido de Jenny Packham, llevaba su insignia de la Orden de la Familia Real. Le fue concedida por Isabel II en 2017 y con ella la reina quiso elogiar el trabajo de su nieta política.

En el tercer y último día de los Cambridge en Jamaica, antes de partir unas horas más tarde hacia Bahamas, la pareja asistió a un desfile militar por parte del personal que ha completado el programa de formación de oficiales en la Academia Militar. Una cita para la que Kate Middleton lució un look de estilo nupcial, con un diseño en blanco radiante de Alexander McQueen, la pulsera con tres hileras de perlas separadas por diamantes que perteneció a Lady Di y uno de esos característicos tocados, en este caso de un tamaño grande.

Los Cambridge abandonaron Jamaica y Kate Middleton lo hizo luciendo un vestido en color verde firmado por Emilia Wickstead que ya lo lució el pasado julio, cuando asistió a uno de los encuentros del campeonato de Wimbledon. En el mismo, prendió un broche muy especial y simbólico de Isabel II, ya que fue un regalo que el país entregó a la monarca en uno de los numerosos viajes que ha realizado allí desde que asumió el trono en 1952.

Un 'total look' turquesa fue lo que escogió Kate Middleton al aterrizar en Bahamas el 24 de marzo, optando así por la tonalidad principal de la bandera del archipiélago.

Kate bajaba del avión deslumbrante, luciendo este precioso vestido de Emilia Wickstead, perteneciente a la colección de otoño 2022, con un original cuello barco con dos pequeñas solapas vueltas, manga larga y falda midi de vuelo. Lo combinó con una cartera de mano, tipo sobre, en el mismo tono y unos salones beis de ante firmados por el italiano Gianvito Rossi, que también eran de estreno. Llamaron la atención especialmente sus pendientes, de Sézane.

Tras su llegada, a la pareja le esperaba una visita a la escuela primaria Sybil Strachan, en Nassau, donde conocieron a un grupo de alumnos y al personal del centro. En esta visita, Kate cambió el azul por el verde menta de la firma Self Portrait, con tela de gasa, detalles de botones y falda midi fluida. Para las joyas se decantó por la diseñadora bahameña Nadia Irena, según comentó ella misma mientras caminaba sosteniendo un paraguas bajo la lluvia y sin perder la sonrisa en ningún momento.

Como broche de oro, Middleton acudió a una cena de gala en Jamaica junto al príncipe Guillermo y volvió a dejar a todos boquiabiertos con su estilo. La duquesa lució un espectacular vestido azul hielo de estilo griego confeccionado a medida para ella por la diseñadora de bodas británica Phillipa Lepley, que combinó con un bolso de mano de satén azul, de Lulu Guinness, tacones de aguja plateados y joyas de nácar a juego de la lujosa marca francesa Van Cleef & Arpels.