La reina Máxima cumple con una promesa muy especial (y lo hace con este mono de Michael Kors)

La reina Máxima y el rey Guillermo prometieron el pasado Día del Rey, celebrado en Maastricht, que regresarían a la ciudad de Valkenburg cuando volvieran tiempos mejores, y así lo han hecho. Los reyes holandeses no han acudido de manera oficial; de hecho, la visita no fue anunciada con antelación, por lo que fue toda una sorpresa para los vecinos de la ciudad. Por este motivo hemos podido ver a unos reyes vestidos de manera bastante informal, charlando amablemente con los locales e interesándose por su situación tras las inundaciones.

Máxima de Holanda se puso de lo más cómoda con un mono de Michael Kors en color azul marino de manga larga y pantalón largo, con bolsillos en el pecho. Un jumpsuit que ya tiene diez años y que le pudimos ver en noviembre de 2012. En esta ocasión, Máxima lo ha utilizado con un pequeño cinturón diferente al que llevaba el mono original, y que le vimos hace casi una década. Si entonces lo lucía con el cinturón de Michael Kors, en marrón oscuro y bastante estrecho, con el detalle de una doble hebilla, ahora ha preferido darle un toque algo más informal con uno de color marrón claro y trenzado para enmarcar su cintura.

En cuanto a los complementos, Máxima ha optado por la comodidad y se ha calzado unos mocasines planos de piel de la firma Tod’s con detalles dorados en el empeine que ya le hemos visto en alguna otra ocasión. En cuanto al bolso, también repitió y optó por uno pequeño que llevaba colgado del hombro de Marina Raphael. El modelo Doina, que utiliza materiales veganos, orgánicos y reciclados. Moda sostenible que cada vez está preocupando más a royals como Máxima de Holanda o incluso la reina Letizia. Sobre el mono, la reina lucía un abrigo de corte étnico de lo más original con diferentes dibujos geométricos en diferentes tonalidades de azul y con detalles en beis.

Por su parte, el rey Guillermo también optaba por la comodidad y podíamos verle con pantalón y camisa abierta, sin corbata; a los que sumaba un abrigo. Un atuendo que indicaba que la cita de este domingo no era ninguna visita oficial, sino que los reyes simplemente habían querido cumplir con la promesa que habían hecho. Junto a ellos se encontraba el alcalde de la ciudad, Daan Prevoo, que además de explicarles todos los detalles de las inundaciones del verano pasado en la zona, les acompañaba a almorzar. “Tuve que reservar una mesa para tres personas a nombre del municipio de Valkenburg”, decía Ferry Philippi, encargado de tomar nota de la reserva en un restaurante del centro de la ciudad. Lo que menos se podía esperar es que en su mesa se sentaran los mismísimos reyes de Holanda junto al alcalde.

“El alcalde Prevoo comió un sándwich, la reina una ensalada vegana y el rey tocino y huevo”, confesaba el hostelero, que aún se encontraba de lo más sorprendido con la visita. “Fue muy especial, la pareja real pagó la cuenta ellos mismos”, decía Philippi, que además estuvo charlando con ellos porque “estaban muy interesados en cómo van las cosas ahora”. También estuvieron hablando de cómo podían “prevenir una inundación en el futuro”.

El alcalde de la ciudad confesó que había sido “fantástico” que la pareja real hubiera podido cumplir su promesa de visitar la ciudad nuevamente. “Su extraordinario compromiso con los residentes y negocios afectados es conmovedor”, aseguró Prevoo en un comunicado. “Tuvieron conversaciones impresionantes y especiales. Tan espontáneas, en una terraza en el centro de nuestra hermosa ciudad”.

El año pasado, Valkenburg se vio muy afectada por las fuertes lluvias y los reyes se calzaron sus botas de agua para ver de primera mano cómo estaba la zona. Dieron un paseo por la zona inundada y hablaron con empresarios, vecinos y cooperantes. Valkenburg fue el lugar más afectado en el sur de Limburg, con casi 200 mililitros de lluvia que cayeron allí en poco tiempo.