Los 40 años de Magdalena de Suecia a través de sus looks más icónicos

La que fuera llamada 'la princesa más bella de Europa' cumple 40 años este viernes y para celebrarlo hemos querido rescatar del baúl de los recuerdos algunos de sus momentos más memorables, donde podemos analizar cómo ha ido definiendo su estilo con el paso de los años a través de sus looks más icónicos. Desde que era una joven princesa rubia, cuando posaba con sus hermanos, la princesa Victoria y el príncipe Carlos Felipe, hasta ahora que ha alcanzado la madurez y solemos verla en compañía de su marido, Chris O’Neill, y sus tres hijos en común, Leonore, Nicolás y Adrienne.

En la boda de Federico y Mary Donaldson, en 2004, esa que tan bien podemos recordar gracias al impresionante vestido rojo palabra de honor que lució Letizia acaparando todos los flashes, Magdalena también fue una de las más acertadas. Apostó por el rosa con un diseño de encaje de manga al hombro con escote de pico, que combinó con un chal del mismo tono. Para la ocasión, la princesa sueca lució hasta dos tiaras: una sobre la cabeza, la llamada Cíclope, de estilo art déco, que recibió con motivo de su mayoría de edad; y del cuello llevaba su diadema a modo de collar, la Fringe moderna, que elegiría años después para su boda con Chris O'Neill.

En 2002 podíamos ver a la princesa Magdalena con un traje de chaqueta y falda en rosa para la boda real entre Máxima Zorreguieta y el entonces príncipe Guillermo de Holanda, celebrada en febrero. Un enlace para el que su hermana Victoria optó por el marrón chocolate, pero la pequeña de Suecia quiso ignorar las reglas no escritas sobre el color, a pesar de que fuera invierno, y apostó por un 'total look' en fucsia, que solo rompió con el nude de los zapatos y el sombrero y que le sentaba de maravilla.

La princesa Magdalena no acertó en la boda de su hermana Victoria con Daniel Westling en 2010. De hecho, pasó a la historia de las bodas reales como una de las peor vestidas y todo fue culpa de este diseño azul cielo repleto de minivolantes con un ajustado cuerpo de pedrería.

En la boda de Alberto de Mónaco con Charlène, Magdalena lució un diseño dorado de Dolce & Gabbana con mangas abullonadas y cinturón joya incorporado que combinó con unos peep-toes y el mítico clutch de Bottega Veneta. Magdalena, que acababa de mudarse a Nueva York para empezar una nueva vida, decidió estrenar para la ocasión un nuevo color de pelo más oscuro, dejando el rubio platino en el pasado.

Para darse el 'sí, quiero' con Chris O’Neill, la benjamina de los reyes de Suecia eligió un vestido obra de Valentino. Corría el año 2013 y la ceremonia se celebró en la capilla del Palacio Real de Estocolmo, donde precisamente se maquilló y se peinó la novia. Pero un incidente ocurrió ese día, y es que su diseño de encaje con escote barco y falda rematada con un amplio volante le quedaba grande porque la princesa había adelgazado. Un imprevisto que puso a la princesa de los nervios y que llevó a varios costureros italianos de Valentino a arreglarlo en el último minuto.

En la boda de su hermano, el príncipe Carlos Felipe, Magdalena acudió embarazadísima junto a su marido y a su hija mayor, Leonore. Con motivo de su estado, la princesa eligió un vestido en rosa de manga corta con pedrería en el pecho y muy suelto en la parte de la falda. Para la ocasión, la joven lució una tiara y algunas de sus mejores joyas. A pesar de que al principio de su relación con la princesa Sofía, la menor de los reyes de Suecia se oponía tajantemente, finalmente terminó aceptando a su cuñada como una más en la familia.

La benjamina de la Casa Real Sueca siempre ha deslumbrado con su belleza, como en esta imagen que tenemos de ella de 2016 en la que la familia real acudió a una misa con ocasión de la apertura parlamentaria en Estocolmo. Vestida de lo más solemne, pues había fallecido ese mismo día la condesa Gunilla Bernadotte, Magdalena rescató de su vestidor una chaqueta negra de Alberta Ferretti que coordinó con una falda a juego. Debajo de la chaqueta, llevaba una nueva camisa de encaje blanco con una gran lazada negra en el cuello del diseñador Lorenzo Serafini. Como complementos, la benjamina de los reyes de Suecia eligió unos salones de ante de Gianvitto Rossi y un clutch de Marc Jacobs.

No muy acertado fue el vestido que eligió la princesa sueca para el bautizo de su segundo hijo, Nicolás, que se celebró en la capilla del palacio de Drottningholm. Un vestido de manga larga y corte midi con un arriesgado estampado en diferentes tonalidades. Magdalena sostenía a su bebé luciendo un bonito tocado con una gran flor en color morado, mientras Chris O’Neill cogía en brazos a Leonore, la hija mayor de ambos.

Para el bautizo de su sobrino Alexander, el primogénito de su hermano Carlos Felipe y la princesa Sofía, Magdalena eligió un elegante vestido con estampado de flores en diferentes tonos de azul con manga francesa y cuello blanco. Con un recogido que decoraba con un lazo y pendientes de zafiros, vemos a la pequeña de los reyes de Suecia con su hijo Nicolás en brazos.

Impresionante con un vestido rosa y la tiara Connaught, que en otras ocasiones hemos visto a su hermana Victoria, se mostró Magdalena en los Premios Nobel de 2016. Una joya que ha pasado por distintas reinas y princesas, como Margarita de Connaught, la princesa Sybilla o, por supuesto, la reina Silvia. Realizada con diamantes de diferentes tipos de talla que representa una guirnalda haciendo cinco bucles, su valor podría rondar los 350.000 euros, si bien hay que tener en cuenta que a las tiaras de las monarquías mundiales hay que sumarles el incalculable valor histórico.

Un look muy criticado fue el de la princesa en el bautizo de su sobrino Gabriel, puesto que estaba valorado en más de 20.000 euros. Magdalena fue la madrina del príncipe y apostó por uno de sus diseñadores favoritos, Valentino, al que también confió su traje de novia y los bautizos de sus hijos, Leonore y Nicolas. Se trata de un abrigo de piel de cordero persa rosa valorado en 14.510 euros, y un vestido floral en tono rosa palo con estampados en rojo y verde, mangas abullonadas y cuello bebé en tono coral decorado con relieve a juego cuyo precio es de 5.614 euros.

Para el bautizo de su hija Adrienne, en 2018, la princesa eligió un precioso diseño de Giambattista Valli en blanco con grandes motivos florales. Con cuello redondo y de manga larga, era un modelo de lo más favorecedor. Magdalena estaba especialmente guapa con la corona de flores que eligió para llevar en el pelo suelto con raya al medio.

El año pasado, los príncipes Carlos Felipe y Sofía bautizaban a su tercer hijo, Julian, y para la ocasión Magdalena de Suecia asistía con un vestido vaporoso de manga larga con estampados en tonos azules y volantes. La benjamina de los reyes suecos decidió ir conjuntada con toda su familia, pues todos optaron por distintas tonalidades de azul para el bautizo.

Este 10 de junio, Magdalena de Suecia estará soplando 40 velas y desde Vanitatis queremos felicitarla con esta galería de imágenes con sus mejores looks y desearle que tenga un buen día. ¡Muchas felicidades!