La noche de gala de Máxima de Holanda para celebrar los 60 años del Ballet Nacional

Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda han sido dos invitados de lujo de la gala de este jueves en el Het Muziektheater. El Teatro de la Música de Ámsterdam es el lugar elegido para celebrar los 60 años del Ballet Nacional Holandés. Un evento que marca el final de la temporada de conciertos con un acto solemne, música y danza al que han asistido los reyes de los Países Bajos enfundados en estilismos elegantes y acordes a la ocasión. Pocas horas después de verla enfundada con un conjunto de Zara y mostrando su destreza para el bordado en el Museo Textil de Tilburgo, la reina consorte se enfundó en un vestido llamativo y accesorios que se adaptan perfectamente a su estilo.

El evento contó con la participación de cientos de personas cercanas a la institución y celebridades holandesas. Todos ellos pasaron por la alfombra roja y respondieron a las preguntas de la prensa. Los flashes se centraron en la pareja real cuando entraron, como no podía ser de otra forma, y el estilismo de Máxima Zorreguieta se convirtió en el centro de atención durante unos minutos. Después de las fotografías reglamentarias, fue hora de seguir adelante con el esquema de la noche.

La gala se inaugura tradicionalmente con un desfile en el que se presenta al público a todos los bailarines del Ballet Nacional Holandés, los de la Compañía Junior y todos los estudiantes de la Academia Nacional de Ballet. Esta primera parte fue acompañada por las notas de la Orquesta de Ballet bajo la dirección del maestro Matthew Rowe y es una forma de "recordar todos los logros del pasado año y celebrar el futuro prometedor que se avecina".

Una vez finalizada la presentación de todos los artistas, los espectadores que ocuparon todos los asientos del teatro contemplaron solos de danza de los coreógrafos del Ballet Nacional Holandés y unos tantos que fueron invitados al evento. Finalmente, una vez las actuaciones cortas llegaron a su fin, Guillermo Alejandro y Máxima tuvieron un "encuentro informal" con los artistas. Esta última parte de la gala se celebró a puertas cerradas, sin que la prensa pudiera inmortalizar imágenes o anécdotas del encuentro de los bailarines y músicos con la pareja real.

Tal como suele ser costumbre siempre que Máxima de Holanda se viste de gala, uno de los detalles más relevantes de la noche ha sido su elección de vestuario. La reina hizo un viaje en el tiempo al decantarse por esta vestido estampado de Etro, que estrenó en un viaje oficial a las Antillas en noviembre de 2013. Es decir, la argentina esperó casi una década para volver a enfundarse en uno de los diseños que, cuando llevaba menos de un año siendo reina, fue el abreboca perfecto para que los medios y críticos reales se fueran acostumbrando a su estilo tan original, llamativo y colorido.

En lo que va de año, la consorte ha recuperado varias prendas de su fondo de armario. Si bien el efecto que tiene este diseño con estampado de flores y aves no se compara con el impacto que tuvo su collar de mejillones, su elección de la propuesta de la firma italiana no deja de ser llamativa. Estamos ante un vestido elegante de corte griego con hombro descubierto y talle recto al ras del suelo que probablemente jamás le veríamos a sus homólogas europeas. Esto último es algo a lo que, sin embargo, nos hemos acostumbrado con el paso del tiempo. Máxima es mucha Máxima.

En lo que respecta a los complementos, el único de ellos que pasa desapercibido es el calzado, ya que combinó su vestido con print tropical con unas sandalias de tira negras y minimalistas. De resto, lo lució con un chal verde que cubría su hombro descubierto, un bolso clutch a tono con borlas y flecos, y unos impactantes maxipendientes metálicos de color verde que enmarcaban su rostro y fueron, sin duda, los protagonistas absolutos de su outfit de gala.

Tratándose de un evento formal en el Teatro de la Música de la capital y, especialmente, si lo comparamos con su look de gala en Viena de hace solo tres días, puede que este conjunto de Máxima no sea tan elegante y sofisticado. No obstante, es cierto que llevábamos un tiempo sin ver a la reina de Holanda con uno de sus looks característicos. Si hay algo que no podemos negar con respecto a su elección para celebrar el 60 aniversario del Ballet Nacional, eso es que acudió siendo absolutamente fiel a su estilo transgresor, alegre y atrevido.