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Máxima de Holanda, costurera por un día, con un vestido de Zara y sus pendientes preferidos
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Máxima de Holanda, costurera por un día, con un vestido de Zara y sus pendientes preferidos

La reina consorte de los Países Bajos ha optado por un conjunto de la firma de Inditex que estrenó el año pasado para sus compromisos del día en Tilburgo

Foto: Máxima de Holanda, en su visita al Museo Textil de Tilburgo. (Cordon Press)
Máxima de Holanda, en su visita al Museo Textil de Tilburgo. (Cordon Press)

La reina Máxima se ha desplazado desde La Haya hasta Tilburgo para visitar el Museo Textil de la ciudad, donde se están confeccionando unas nuevas cortinas para el Salón Chino del Palacio Huis Ten Bosch. La consorte ha acudido a la cita enfundada en un estilismo low cost de su fondo de armario que estrenó el año pasado en una videollamada de trabajo. Además de su estilismo, completado con unos pendientes con una historia curiosa, el talento de Máxima para bordar y su alegría han llamado especialmente la atención en esta cita a más de 100 kilómetros de su hogar.

La visita de Máxima de Holanda al laboratorio textil giró en torno a todo el proceso de confección de las piezas artesanales que se elaboran en el taller. La argentina hizo un recorrido por las instalaciones de la fábrica, donde le informaron de cuestiones como el diseño de las cortinas, el funcionamiento de las máquinas, los controles de calidad y los desafíos del proceso de producción. Una vez concluyó esta primera parte de la cita, llegó la hora de que Máxima comprobara por sí misma cómo se bordaban cada uno de los patrones que decorarían en un futuro próximo una de las estancias de su palacio. La reina no lo dudó y se puso manos a la obra junto al resto de bordadores.

placeholder Máxima de Holanda, en el Museo Textil de Tilburgo. (EFE/Jumelet)
Máxima de Holanda, en el Museo Textil de Tilburgo. (EFE/Jumelet)

Si hay algo que ha demostrado la reina consorte de los Países Bajos desde sus inicios, eso es que no tiene problema con sumarse a los trabajos manuales. Si hace solo unos meses la vimos haciendo de granjera y después de costurera en un intenso fin de semana, esta vez se ha dejado la pala en casa y hemos tenido la fortuna de ver qué tal se le da el bordado. De hecho, en aquella cita de mediados de marzo la argentina visitó por primera vez el Museo Textil para charlar con los artesanos que estaban dando forma a las cortinas del Salón Chino. Casi tres meses después ha vuelto al taller.

El diseño que se está confeccionando es una nueva versión moderna de las cortinas originales de seda del siglo XVIII, ya que estas son demasiado frágiles para el uso diario. Se elaboran en una máquina de bordar de alta tecnología en el laboratorio y luego más de un centenar de personas le agregan los bordados. Se prevé que estén terminadas en unos meses y el resultado se podrá ver el próximo otoño, junto a los visillos históricos y las historias de artesanos, en la exposición 'Bordados reales. Cuentos y artesanía'.

placeholder Máxima de Holanda, en su visita al Museo Textil de Tilburgo. (Cordon Press)
Máxima de Holanda, en su visita al Museo Textil de Tilburgo. (Cordon Press)

A lo largo de toda su visita Máxima se mostró feliz y conversó con todos los artesanos, de quienes escuchaba anécdotas y consejos para bordar con arte y pericia las delicadas piezas de decoración. En las imágenes podemos ver que fue haciendo un tour por las distintas mesas para saludar a todos los presentes y que se tomó su labor muy en serio. Eso último lo podemos notar por el ceño fruncido, casi preocupado, que tiene mientras sostiene su bordado y contempla otro, como si quisiera asegurarse de que lo hace bien. Una vez más, la espontaneidad se afianza como uno de los puntos positivos de algunos miembros de la realeza europea.

La elección de indumentaria para convertirse en bordadora por un día también es un punto en común con esa primera visita que hizo al laboratorio textil del museo de Tilburgo. Si en marzo se decantaba por un look donde el protagonista absoluto fue un chaleco largo de lana de Massimo Dutti, esta vez optó por un conjunto de dos piezas de otra firma de Inditex que estrenó el año pasado y que no supera los 60 euros.

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Máxima de Holanda, en su visita al Museo Textil de Tilburgo. (Cordon Press)

En abril de 2021, Máxima Zorreguieta fue la encargada de pronunciar el discurso para la inauguración de la UK Fintech Week 2022 de forma telemática. En la videollamada la vimos luciendo un vestido y un chaleco largo de punto de Zara cuyo precio no llegaba a superar los 60 euros, demostrando así que se puede triunfar en un acto oficial en clave low cost. Si en ese entonces hablábamos de unas de la piezas más discretas de sus últimas citas de trabajo, ahora que ha vuelto a enfundarse en ellas podemos dar por sentado que es uno de los looks minimal más asequibles de su fondo de armario.

Aunque es cierto que estas prendas de la firma española entran en esa categoría económica, especialmente al hablar de una de las reinas mejor pagadas del mundo, Máxima de Holanda no dudó en combinarlas con unos accesorios lujosos. Los pendientes pueden parecer sumamente sencillos y, por ende, asequibles, pero lo cierto es están entre las preferidas de su joyero y son obra de una prestigiosa casa de joyería alemana.

La historia detrás de sus pendientes

placeholder Máxima de Holanda, en su visita al Museo Textil de Tilburgo. (Cordon Press)
Máxima de Holanda, en su visita al Museo Textil de Tilburgo. (Cordon Press)

Estos pendientes marrones enmarcaron el rostro de la madre de Amalia, Alexia y Ariane por primera vez en 2017 y durante mucho tiempo pensamos que se trataba de un complemento asequible de alguna firma low cost, pero nada más lejos de la realidad. Esta joya tiene el sello de Hemmerle, un estudio de joyas únicas cuyas piezas ascienden hasta los 50.000 euros, pero que, a simple vista, jamás pensaríamos que tienen un valor tan elevado. Los materiales inusuales y los diseños atrevidos de las piezas las hacen pasar desapercibidas ante el ojo de los expertos en joyas tradicionales.

Estamos convencidas de que estos son uno de los pendientes preferidos de Máxima, pues los ha lucido en cientos de ocasiones. Sin embargo, más allá del cobre, se desconoce el tipo de piedra marrón con tintes rojizos que da forma a este diseño. De apariencia austera, pero hechos por manos expertas, es una de las prendas más curiosas del joyero real.

La reina Máxima se ha desplazado desde La Haya hasta Tilburgo para visitar el Museo Textil de la ciudad, donde se están confeccionando unas nuevas cortinas para el Salón Chino del Palacio Huis Ten Bosch. La consorte ha acudido a la cita enfundada en un estilismo low cost de su fondo de armario que estrenó el año pasado en una videollamada de trabajo. Además de su estilismo, completado con unos pendientes con una historia curiosa, el talento de Máxima para bordar y su alegría han llamado especialmente la atención en esta cita a más de 100 kilómetros de su hogar.

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