Máxima de Holanda, repleta de diamantes y rubíes en una cena de gala
Los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de los Países Bajos han ofrecido un banquete en el Palacio Real de Ámsterdam para 150 representantes extranjeros
Tras recibir en La Haya a Federico y Mary de Dinamarca, los reyes de los Países Bajos retomaron sus compromisos oficiales con total normalidad este miércoles. El encuentro de Guillermo Alejandro y Máxima Zorreguieta con los herederos daneses dejó unas cuantas anécdotas reseñables, como el gesto de máximo respeto que le dedicó Mary a la consorte argentina. Superada la gracia de ese particular momento, los reyes retomaron sus agendas, que este miércoles estaban marcadas por un evento ampliamente esperado por todos los holandeses: la cena de gala con el Cuerpo Diplomático.
La Casa Real anunciaba, dos semanas antes de la cita, que el miércoles 22 de junio Guillermo y Máxima ofrecerían un banquete en el Palacio Real de Ámsterdam a representantes nacionales e internacionales. El tema, que atrae a unos 150 diplomáticos esta vez, con los que se busca afianzar y mantener las relaciones internacionales de Holanda con el resto de países, es la política y la gobernabilidad. Se trata de una importante cita para la cual los miembros de la realeza y el resto de asistentes se engalanan con sus mejores alhajas, pero que no se había podido celebrar desde 2019 por la pandemia. Además, este año la princesa Beatriz y su hermana, la princesa Margarita, no se quisieron perder la esperada cena de gala.
"La reina y yo estamos encantados de darles la bienvenida al Palacio Real de Ámsterdam", eran las palabras con las que el rey Guillermo Alejandro comenzaba a dirigirse a sus invitados. Durante unos minutos, el monarca abordó los principales acontecimientos que han amenazado al mundo en estos tres años y que, por tanto, habían preocupado a cada uno de los representantes de los distintos países. Las vidas que se han perdido por la pandemia, la invasión "injustificable" de Ucrania con todas las víctimas de la guerra, la pobreza, el hambre y los conflictos que enfrentan algunas naciones, así como los problemas ambientales, fueron el epicentro de su sentido discurso. Este finalizó invitándolos a encontrar puntos en común los unos con los otros y a brindar por "la comunidad internacional".
La reina consorte de los Países Bajos fue una de las grandes protagonistas de la noche. Optó por acudir a la cena de gala con un vestido repetido de uno de sus diseñadores de alta costura preferidos. Jan Taminiau firma este vestido rosa empolvado que ha lucido Máxima en varias ocasiones desde que lo estrenó en 2009, cuando su suegra, la princesa Beatriz, seguía estando en el trono. Se trata de un delicado modelo largo de corte entallado hasta la cintura con detalle de escote y mangas largas transparentes. El bordado de pétalos cortados a mano y brillantes Swarovski que adorna la zona del torso y las caderas crea un efecto de lluvia de flores a lo largo de la falda, ya que se van distanciando unos con otros a medida que caen hasta el bajo.
La esposa de Guillermo Alejandro se enfundó en este vestido largo por primera vez para celebrar el Prinsjesdag, el Día del Príncipe, uno de los actos más relevantes en la agenda de los Orange. Probablemente, este haya sido uno de los motivos por los que se decantó, en esa ocasión, por combinarlo con la majestuosa tiara del Pavo Real, de diamantes y rubíes. Esta vez, sin embargo, prefirió adornar su peinado recogido de ondas retro con una muy parecida, la tiara de Mellerio, pero este es solo el comienzo.
Hace menos de una semana vimos a Máxima coronada con la tiara Stuart en la cena de gala que conmemoraba los 18 años de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega. La misma joya con la que protagonizó el primer posado con tiara de la realeza europea después de la pandemia, en julio del año pasado. Podríamos pensar que por su reciente look de largo, Máxima optaría por un conjunto más discreto, pero lo cierto es que nada más lejos de la realidad. Tratándose de un banquete sumamente importante para los holandeses, la reina no quiso decepcionar y recurrió al joyero real para colmar su estampa con casi 1.000 joyas preciosas.
Aunque el vestido es un modelo muy elegante y favorecedor, el protagonista absoluto de su estilismo no es él y nos atrevemos a decir que tampoco lo son los complementos (clutch y salones). Lo que más llama la atención son los muchos diamantes y rubíes que bañan de brillo y color esta pieza de su fondo de armario por el destello que irradia de su cuello, los contornos de su rostro, sus brazos y pecho. Aunque es cierto que pocas cosas gustan más a los entusiastas de las monarquías que una tiara, al contemplar el atuendo de Máxima como un todo concluimos que es la suma de cada prenda lo que la ha hecho deslumbrar.
La historia de estas joyas reales
La tiara fue encargada en 1888 por el rey Guillermo III de Holanda a la joyería Mellerio para regalársela a su esposa, la reina Emma. En conjunto con la gargantilla y el brazalete, estamos ante tres joyas compuestas por un total de 961 diamantes y rubíes. Como es costumbre, con el paso de los años y los cambios de época, se fueron haciendo modificaciones a las prendas que forman parte del joyero real de los Países Bajos. Así, lo que antes solían ser 'solo' tres accesorios, en la actualidad son cinco, ya que se quitó rosetón de la tiara y otro del collar por ser considerados "demasiado ostentosos" por la reina Emma cuando finalizó el luto por el fallecimiento de su marido.
Tal como apreciamos por el look repleto de diamantes y rubíes de Máxima de Holanda, la consorte del rey Guillermo Alejandro se decantó por lucir todas las piezas. Por tanto, además de la tiara, la gargantilla y la pulsera, incluyó los dos broches en su conjunto para la cena de gala. Como dato adicional, esta tiara tiene en común algo con el joyero real español, ya que la reina Letizia también tiene una que realizó la joyería Mellerio en 1867. No obstante, mientras que la experiodista únicamente la ha lucido una vez, doña Sofía apostó por ella en numerosas ocasiones y era considerada una de sus tiaras preferidas.
El primer look de la jornada
Horas antes de deslumbrar en el Palacio Real de Ámsterdam, Máxima de Holanda acudió a la reunión anual de plataformas de Money Wise, en el Teatro Diligentia de La Haya. El encuentro contó con la participación de la ministra de Finanzas, Sigrid Kaag, y varios representantes de aproximadamente unas 50 organizaciones financieras, instituciones educativas y organizaciones de consumidores. Todos ellos con un mismo objetivo, el de abordar la importancia de implementar medidas que promuevan un comportamiento financieramente responsable en las personas.
La reina consorte está ampliamente comprometida con causas relacionadas con la economía y las finanzas de los individuos. Así, no dudó en asistir a la reunión con un estilismo elegante y adecuado para la ocasión, formado por un vestido de Natan con volante asimétrico que desemboca en una manga de color azul claro. Se trata de una de sus prendas preferidas de fondo de armario, ya que la ha lucido en varias ocasiones. Los grandes protagonistas de su look fueron, sin lugar a dudas, los grandes pendientes de piedras turquesas con las que lo combinó. Una muestra más de que Máxima Zorreguieta no suele dejar a un lado su estilo arriesgado y extravagante.
Tras recibir en La Haya a Federico y Mary de Dinamarca, los reyes de los Países Bajos retomaron sus compromisos oficiales con total normalidad este miércoles. El encuentro de Guillermo Alejandro y Máxima Zorreguieta con los herederos daneses dejó unas cuantas anécdotas reseñables, como el gesto de máximo respeto que le dedicó Mary a la consorte argentina. Superada la gracia de ese particular momento, los reyes retomaron sus agendas, que este miércoles estaban marcadas por un evento ampliamente esperado por todos los holandeses: la cena de gala con el Cuerpo Diplomático.
- Del Armani modificado de Elisabeth a las flores de Victoria: los looks de la cena de Noruega Á. Mora
- El malhadado traspié de Zarzuela con Leonor y Sofía y la cena de gala noruega Ricardo Mateos Sáinz de Medrano
- Máxima de Holanda y Mary de Dinamarca comparten cena de gala con looks totales casi idénticos Carla Hernández