¡Un collar de mejillones! Máxima de Holanda estrena su complemento más arriesgado

Los protocolos de vestimenta de las diferentes casas reales suelen estar de acuerdo en que los atuendos discretos, elegantes y atemporales son la mejor elección para eventos públicos. No obstante, si bien Máxima de Holanda puede acatar estas normas en el día a día, como lo hizo ayer con un ideal vestido camel, hay muchas otras donde se deja llevar por una faceta más arriesgada y llamativa de su estilo personal.

La reina de los Países Bajos ha vuelto a dejar atónita a la prensa europea con un estilismo que, de no ser por un complemento extraordinario, sería tan acertado como el que lució en ayer en Róterdam. Así, se enfundó su falda de la nueva colección de Massimo Dutti, que estrenó hace más de un mes, tomó un jersey negro de cuello cisne, un abrigo camel de Max Mara, botas de cuero negras y, jamás hubiésemos imaginado decirlo, un collar de mejillones XXL.

Máxima ha acudido a las oficinas de la empresa High Eye en Dordrecht como miembro del Comité Holandés para el Emprendimiento, que trabaja en el asesoramiento para la mejora de los servicios de los empresarios. La compañía produce helicópteros no tripulados de largo alcance que capturan imágenes para diferentes propósitos y su visita tenía por objeto abordar la cooperación regional para unir educación y mercado laboral, así como para apoyar a las pequeñas y medianas empresas.

No quitamos mérito a la importancia de su visita, pero hemos de admitir que la mayoría de nuestra atención, por no decir toda, está centrada única y exclusivamente en su collar de mejillones y cuentas negras. Conocedoras de la tendencia de Máxima a incluir accesorios ultrallamativos y de gran tamaño en algunos de sus looks, no pudimos evitar sorprendernos ante su última elección. Los arriesgados complementos de la reina merecen un análisis en profundidad, pues suelen desencadenar ejércitos de fanáticas tanto como de detractoras.

Lejos de posicionarnos, nos hemos dado a la tarea de descubrir los detalles de este novedoso collar marino de la esposa del rey Guillermo. Tras una breve investigación hemos podido saber que data del año 2013 y que fue un regalo que recibió durante su gira de inauguración como reina por los Países Bajos. Es un accesorio que le obsequió la diseñadora de joyas holandesa Ineke Otte y que actualmente se encuentra a la venta en su página web por un precio de 150 euros.

No sabemos qué fue lo que hizo que se tomara ni más ni menos de 9 años desde recibirlo hasta, finalmente, hacer alarde de una de las piezas más originales de su colección de joyas. No obstante, sea porque estaba construyendo su confianza como prescriptora de estilo de la realeza europea, o porque se le olvidó que tenía un collar tan llamativo en algún joyero de sus aposentos en el palacio de Huis Ten Bosh, no podemos decir que nos toma por sorpresa su elección.

Los complementos retadores, de gran tamaño, coloridos, originales y con motivos que rara vez asociaríamos con una Casa Real son su debilidad. Confirmarlo es tan sencillo como repasar dos de sus looks más vanguardistas y refrescantes, pues no podemos negar que la novedad y el atrevimiento de una reina siempre causan cierto placer en aquellos que analizamos su estilo.

Viajando en el tiempo y espacio a Australia en el año 2016 nos encontraríamos con una Máxima de Holanda que optó por un collar inspirado en los corales marinos para su viaje oficial al país oceánico. Si bien esta joya naranja causó un gran impacto cuando lo lució por primera vez, eso no fue suficiente para que prescindiera de él y volvió a lucirlo, con las mismas prendas de ropa, por cierto, dos años después. No es la única royal que recicla estilismos de vez en cuando, pues sin ir más lejos hace unas horas descubríamos que Victoria de Suecia hacía lo propio con un traje de su fondo de armario.

En relación con la Casa Real española tuvimos la fortuna de ver a Máxima luciendo el que, sin duda, es uno de sus collares más impactantes. La reina combinó un vestido y un sombrero burdeos, ambas prendas de corte clásico, con un complemento de piezas triangulares puntiagudas y superpuestas unidas mediante argollas a una cinta de tejido negro. Un look que eligió para recibir en el palacio a los Reyes de España en su visita oficial a Holanda.

Si hay algo en lo que Máxima de Holanda es experta, en términos de estilo (claro está), eso es levantar pasiones con sus conjuntos con la misma facilidad con la que acumula detractoras. Cualquiera de estos collares sería un 'no' indiscutible en cientos de miembros de la realeza europea, por lo que tiene mérito que ante un collar de mejillones dudemos e, incluso, nos sonriamos por uno de sus últimos saltos al vacío. La sabiduría popular ya lo dijo mucho antes que nosotras: quien no arriesga, no gana.

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