La maleta de Máxima de Holanda en Suecia: seis looks, moda española y muchos quilates

La visita de Estado de Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda a Suecia ha llegado ya a su fin y toca hacer repaso de la maleta de la reina, quien una vez más ha hecho un despliegue de estilo, looks y joyas con los que ha combinado moda de alta costura con prendas más low cost. Descubre los seis estilismos elegidos por la argentina en el país nórdico.

Para sus primeras horas en Estocolmo, que incluyeron una ceremonia de bienvenida en el Palacio Real y un almuerzo con los Bernadotte, la reina Máxima elegía un vestido en rosa palo de su firma de cabecera, la belga Natan. Se trata de un diseño tipo abrigo, de tafetán, con mangas abullonadas, escote en pico y maxicinturón terminado con lazada. A su llegada llevaba por encima una capa en color camel de Valentino. Lo ha combinado con un tocado a juego con el vestido, cartera de mano del mismo tono de Hermès y salones de Gianvito Rossi. Los pendientes, de diamantes, oro blanco y amatistas, son de Juwelier Steltman.

Esa misma noche, en el Palacio Real, Carlos XVI Gustavo y Silvia ofrecieron una cena de gala en el Palacio Real en honor a sus invitados, una velada en la que la argentina acaparó los flashes con un vestido tipo sari de Jan Taminiau, quien la vistió en su coronación. El diseño no es nuevo, ya se lo habíamos visto a Máxima en su visita de Estado a la India en octubre de 2019. Hablamos de un vestido en rosa fresa bordado con una explosión de flores de distintos colores, elaborado en jacquard, con cintura marcada y escote asimétrico del que cae una sobretela a modo de capa del hombro derecho. La reina llevaba, además, la banda azul de la Orden de los Serafines.

En cuanto a joyas, Máxima coronó su cabeza con la tiara más importante de los Orange, la Stuart, compuesta por 900 diamantes y creada por Eduard Schürmann & Co. Perteneció a la reina Guillermina, bisabuela del actual rey. Del hombro derecho llevaba colgado un famoso 'devant de corsage' que consta de un gran lazo decorado con cinco diamantes rosas de una gran rareza. Del lazo sobresalen guirnaldas de las que cuelgan tres perlas en forma de pera y un lazo más pequeño.

El segundo día de la visita de Estado empezaba con una reunión con directores ejecutivos de empresas de los dos países, una recepción a la comunidad neerlandesa instalada en el países nórdico y un almuerzo en el ayuntamiento de Estocolmo. La reina de los Países Bajos rescataba de su armario un vestido aguamarina que le hemos visto en numerosas ocasiones. Otro diseño de Natan, en tela brillante y con mangas tipo farola. Encima, y debido a las bajas temperaturas, llevaba una capa en color crudo de Valentino. Redondeaban su estilismo unos salones de piel nude de Gianvito Rossi y cartera de mano de ante y guantes a juego.

Tras el almuerzo, la reina dejaba atrás su vestido de Natan y lo cambiaba por un mono para una visita al astillero sueco Candela, en el que navegaron en un hidroplano. Para sentirse más cómoda, la argentina eligió este diseño de Costarellos realizado en tweed azul marino, con unos vistosos botones joya incorporados. Completaban su estilismo unos botines negros de Gianvito Rossi, un abrigo azul marino que llevaba sobre los hombros y pendientes de oro blanco y tanzanitas.

Por la noche tocó agasajar a los reyes suecos por su cálida bienvenida con un concierto para el que la reina eligió un vestido que estrenó para el concierto con el que celebró su 50º cumpleaños el año pasado. Se trata de una delicada creación de Iris van Herpen, una diseñadora de moda holandesa conocida por fusionar la tecnología con la artesanía tradicional en la alta costura. Y tiene truco, ya que el fondo color nude del que sobresalen líneas en azul grisáceo hace un extraño efecto. El color pedía unas joyas acorde, así que Máxima no lo dudó y tiró de esmeraldas, en concreto de una en forma de huevo que es inconfundible por el enorme tamaño.

Para su tercera y última jornada, en Gotemburgo, la reina Máxima estrenaba un elegante y bonito traje de Zara en color berenjena. Un diseño 'working girl' compuesto por una blazer de doble botonadura con pantalón de traje a juego de la firma de moda española con precios totalmente low cost. Lo combinaba con una blusa debajo de total tendencia en color fucsia, sin duda, el color de esta temporada de otoño que ha inundado con su tono gran cantidad de prendas. A juego con la blusa, de cuello camisero y con botones en el frente, Máxima lució una original diadema ancha con pedrería. Un diseño de NamJosh, que vende accesorios para el pelo en todos los colores del arcoíris con, a menudo, ingeniosos bordados.