Un baño de popularidad y un detalle vintage: la reina Letizia causa sensación en Alemania

Los alemanes sienten fascinación por todo aquello relacionado con la realeza. Quizás sea el hecho de no tener su propia familia real lo que hace que se interesen tanto por las vidas de los royals de Europa, entre ellos los Borbón, que copan numerosos titulares de la prensa del país. Por eso no es de extrañar que se hayan volcado con la visita de Estado que don Felipe y doña Letizia están llevando a cabo a Alemania, y que este lunes concluía con una cena de gala en el palacio de Bellevue ofrecida por el presidente Steinmeier y su esposa, Elke Büdenbender.

El banquete de Estado ponía fin a una intensa jornada en Berlín que arrancaba a las 10:30 horas de la mañana en el mismo lugar donde se celebró la ceremonia oficial de bienvenida. Eran muchos los curiosos, la mayoría de ellos alemanes, que se habían acercado hasta palacio para ver en primera persona el recibimiento a don Felipe y doña Letizia.

Allí estaba Christine Zipfel, seguidora de la realeza, quien cuenta a Vanitatis que "doña Letizia saludó con la mano a aquellos que estaban esperándolos". A Zipfel, quien ha estado presente en otras visitas de Estado, le sorprendió mucho el trato de respeto de la prensa española hacia Sus Majestades: "Estaban tomando notas y escribiendo en su computadora portátil todo el tiempo, como en su pequeña burbuja, constantemente hablando y mostrando cosas sobre el discurso de Felipe, grabando segmentos de televisión para la televisión española o mirando las imágenes".

Entre el público se encontraba un grupo de alumnos del colegio alemán Joan Miró, quienes aplaudieron ante la llegada de los Reyes. Tras escuchar los dos himnos, el alemán y el español, y pasar revista a los tres ejércitos, el monarca, animado por el presidente, se acercaba al público, seguido por doña Letizia y la primera dama.

Era entonces cuando se vivían los momentos más distendidos. Don Felipe se animó a firmar una de las banderas de los niños, lo que provocó una reacción en cadena de peticiones de sus compañeros. Doña Letizia lo alentaba a seguir con los autógrafos, mientras ella se disponía a hacer lo mismo, llegando a rubricar incluso un cromo de la Liga. Los cuatro abandonaban entonces los jardines de palacio en dirección a su interior; doña Letizia no se despegaba de Elke, con quien parece tener una extraordinaria relación, a juzgar por sus gestos.

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A. Rodríguez

La primera dama, quien llegó a ser jueza del Tribunal Administrativo de Berlín, también se deshacía en atenciones hacia la Reina. Pronto, las imágenes de su encuentro aparecían en las portadas de los principales medios digitales del país. Entre ellos 'Bunte', que describía: "Cuando el rey y la pareja presidencial abandonaron la sala tras la rueda de prensa, Letizia extendió su brazo en dirección a Elke Büdenbender. Ella, muy feliz, le devolvió el gesto y cuidadosamente puso su brazo alrededor de la cintura de la reina. Las dos caminaron cogidas del brazo".

"La reina Letizia estaba feliz por la gran cantidad de personas que los estaban esperando", aseguraba 'Gala', mientras en 'Die Zeit' el periodista que cubrió el acto recalaba en la simpatía de don Felipe: "El Rey nos agradeció la cálida bienvenida y comentó con entusiasmo que 'hoy tenemos un clima casi español”. También hubo alabanzas para el look de Su Majestad, quien se decantó esa mañana por un vestido azul 'teal' de Carolina Herrera, que combinó con complementos de Magrit y unos pendientes de aro de Bulgari con diamantes y aguamarinas.

Julia Melchior, la periodista alemana que durante un año se dedicó a ser la sombra de Letizia, siguiéndola en diferentes actos oficiales para crear el documental de 44 minutos de duración titulado 'De profesión: reina' y que fue emitido en agosto de 2019 en el canal ZDF, aseguraba en Vanitatis que desde que Letizia es reina "ha pasado de ser una mera representante a una voz respetada, una luchadora, una mujer que quiere y puede marcar la diferencia. Parece que ella misma necesitaba tiempo para encontrar su papel, o más bien para asumir el papel de una manera que le corresponde para una mujer de su formato y sus capacidades. Los medios de comunicación alemanes necesitaban tiempo para darse cuenta de ello, pero ahora se la ve como una reina de nuestro tiempo. Si sigue así, estoy convencida de que será considerada una gran reina".

La jornada de los Reyes en Berlín continuó con una ofrenda floral en el Monumento a las Víctimas de la Guerra y la Tiranía. Allí, los Reyes también eran recibidos por público, que incluía berlineses y turistas, que querían curiosear tras ver el gran despliegue de seguridad. Tras un almuerzo privado, el Rey visitaba en solitario el Instituto Fritz Haber de la Sociedad Max Planck y mantenía un encuentro con Olaf Scholz, canciller de la República Federal de Alemania. Eran las 19:30 horas cuando Sus Majestades regresaban al palacio de Bellevue para la mencionada cena de gala, para la que doña Letizia eligió un look estilo Hollywood.

La dama de rojo

'Lady in Red', bautizaba 'Bunte' a la Reina por el vestido elegido, un diseño capa de Stella McCartney, de escote redondo y silueta lápiz, confeccionado en elastano. Lo combinaba con unas sandalias doradas de Jimmy Choo, el modelo Rosie 120. Realizadas en napa metalizada en color dorado, presentan plataforma, puntera con tira con detalle anudado, pulsera al tobillo con cierre de hebilla y tacón de 12 centímetros. Toda una declaración de intenciones por parte de la Reina, quien a pesar del neuroma de Morton que sufre en el pie izquierdo, además de la metatarsalgia crónica, parece que no va a renunciar a unos buenos tacones si el look lo demanda.

La Reina rebuscaba en el baúl de los recuerdos para recuperar una pieza vintage, una pulsera que llevaba en su muñeca izquierda, realizada con diamantes y rubíes formando flores. La primera vez que se la vimos fue en 2007, en una cena de gala en el Palacio Real. En cuanto a los pendientes escogidos, también eran de diamantes y rubíes. Su origen es un misterio desde que los luciera por vez primera en el aniversario de 'Expansión', a principios de 2017. Desde entonces son varias las ocasiones en las que los ha elegido.

Los Reyes y demás invitados degustaron una cena compuesta por un primer plato, calabaza, manzana y aceite de semillas de calabaza y consomé de setas secas del bosque con hojaldre relleno; un principal, lucio, perca y siluro con caldo de uvas sin madurar y lentejas; y de postre, endrinas, semillas de amapola y miel de los jardines de palacio.

La agenda de los Reyes en Alemania continúa este martes con numerosos actos. Por la mañana, el Rey participará junto a Steinmeier en el Foro Hispano-Alemán y se reunirá con Bärbel Bas, presidenta del Parlamento alemán, mientras doña Letizia y la primera dama cumplen con una agenda paralela. La Reina y Elke Büdenbender descubrirán más acerca de la exposición 'Escribir todos sus nombres', de la colección del Museo Helga de Alvear, en el Palais Populaire.

Tras ello, y ya juntos de nuevo, los Reyes visitarán el ayuntamiento de la ciudad-estado de Berlín y la Puerta de Brandeburgo. Por la tarde, viajarán a Frankfurt junto al presidente federal y la primera dama para la inauguración de la Feria del Libro, en la que España es el país invitado esta edición. Esa noche, don Felipe y doña Letizia ofrecerán una recepción en honor a sus anfitriones.