La boda familiar de Beatriz de York y Edo Mapelli, con el importante papel de sus hijos

De rosa y con el vestido que ya le viéramos lucir hace unas semanas en Wimbledon. Así se presentó en el condado de Cumbria, al noroeste de Inglaterra, la princesa Beatriz junto a su marido, Edoardo Mapelli Mozzi, para asistir a la boda campestre de la hermanastra de este, Phoebe Williams-Ellis, con Raoul de Lantsheere. En el enlace jugaron un tierno papel los dos hijos de la pareja, Sienna y Wolfie, que hicieron las veces de niña de las flores y de paje en el gran día.

Aunque apenas han trascendido fotos del evento y los novios tampoco han compartido imágenes en sus redes sociales, según informa el 'Daily Mail', la hija del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, de 34 años, derrochó sonrisas en la boda de su cuñada mientras lucía muy elegante con el vestido de botones rosa de Emilia Wickstead con el que apareció en el prestigioso torneo de tenis británico.

La ceremonia tuvo lugar en la pintoresca y medieval iglesia de San Oswald, construida en 1130 en el pequeño pueblo de Kirkoswald. Mientras que Sienna, que ahora tiene 22 meses, llegaba a la boda junto a sus padres, Wolfie, de 7 años, se quedó con los otros pajes antes de unirse a ellos más tarde mientras llegaba montado en un tractor. Beatriz y Edo se han mostrado muy protectores siempre con la imagen de su hija pequeña y no han publicado ninguna foto de ella hasta ahora.

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La novia, que trabaja como escenógrafa, diseñadora de vestuario y diseñadora de producción en series tan populares como 'The Crown', es la hijastra de la madre de Edo, Nicola Diana Williams-Ellis. Protegida de la lluvia por un gran paraguas azul, Phoebe llegó a la iglesia del brazo de su padre, David Williams-Ellis, que está considerado como uno de los escultores figurativos más importantes del mundo.

Wolfie, como llaman cariñosamente al hijo que Edoardo Mapelli tuvo con su ex, la arquitecta estadounidense Dara Huang, ya jugó un papel importante cuando actuó como padrino en su propia boda, celebrada de forma íntima en Windsor en 2020. De este modo, el pequeño se convertía en la persona más joven que ha desempeñado un papel en una boda real a lo largo de toda la historia británica.

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Debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus, la boda, prevista inicialmente para el 29 de mayo, se celebró el 17 de julio con la única presencia de familiares cercanos. Para la ceremonia cambiaron la prestigiosa Capilla Real del Palacio de St James, el lugar original de celebración, por la Capilla Real de Todos los Santos, en los terrenos de la casa familiar de su infancia y ahora polémica, Royal Lodge, en Windsor Great Park.

A la ceremonia asistieron una veintena de invitados, entre ellos la difunta reina Isabel II y el duque de Edimburgo. Para su gran día, la princesa Beatriz lució un vestido de época de Norman Hartnell, cedido por su difunta abuela, que lo había llevado por primera vez en una cena de Estado celebrada en Roma en 1961. El vestido había sido rediseñado por la modista de la reina, Angela Kelly, y el diseñador de vestidos reales Stewart Parvin. La royal remató su conjunto con la tiara de flecos de diamantes Queen Mary, que Isabel II había llevado para casarse con el príncipe Felipe el 20 de noviembre de 1947.

Con motivo del reciente tercer aniversario de este enlace, el promotor inmobiliario compartía en su cuenta de Instagram un dulce tributo a su esposa, al que sumaba un par de fotos inéditas de su día más especial.

"Feliz aniversario de boda a la esposa más bella del mundo. Estoy muy agradecido por cada momento que hemos compartido, cada reto que hemos superado y cada sueño que hemos perseguido juntos. Te quiero más de lo que las palabras pueden expresar y estoy deseando celebrar muchos más aniversarios contigo", escribió un cariñoso Edoardo en el pie de foto.